Quantcast
Channel: al otro lado del silencio
Viewing all 184 articles
Browse latest View live

Sombrero Hũ, el símbolo de una era oscura que persiste en Encarnación

$
0
0

El busto de Domingo Robledo, ex compadre de Stroessner, fue arrancado de la Terminal de Encarnación, pero volvió a instalarse y se mantiene sin placa ni nombre. El escritor Robin Wood lo retrató como un villano de historietas.


Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

–¡Ha caído la dictadura del general Alfredo Stroessner...!
Fue la inesperada noticia que el abogado encarnaceno Luis Eliézer Pocho Espinoza Ojeda oyó en una emisora argentina, en la madrugada del 3 de febrero de 1989. Tras confirmar que no era una broma, salió a la calle a respirar hondo. La capital de Itapúa amanecía envuelta en un sepulcral silencio.
Pocho sintió que había llegado el momento de cobrarse tanta injusticia, especialmente por la prisión y los maltratos que le infligieron en 1972, cuando lo llevaron preso junto a otras 21 personas, a las que involucraron en el asesinato del intendente encarnaceno Domingo Robledo, alias Sombrero Hũ, cuando todos sabían que quien lo mató fue el director de Correos, Herminio Palacios, quien además se suicidó tras cometer el crimen.
El abogado buscó una larga cadena y la alzó en su camioneta. Manejó hasta la Terminal de Ómnibus de Encarnación. Estacionó frente al busto dedicado a Domingo Robledo. Rodeó un extremo de la cadena en torno a la cabeza y el cuello del monumento y ató la otra punta a la carrocería del vehículo. Luego puso en marcha el motor, aceleró con mucha fuerza y sonrió al sentir que el busto se desprendía con un golpe seco, cayendo al suelo.
Entonces, Pocho Espinoza recorrió con su camioneta las principales calles de Encarnación, haciendo sonar la bocina y arrastrando el busto de Domingo Robledo, frente a las miradas atónitas de sus conciudadanos, mientras gritaba:
–¡Al fin cayó también nuestro tirano...!


Domingo Robledo (a la derecha) con su característico sombrero negro.
DE VUELTA. Veintiocho años después, el busto de Domingo Robledo Valenzuela, el célebre Sombrero Hũ, todavía permanece frente a la Terminal de Ómnibus de Encarnación.
Llamativamente, no hay placa que revele la identidad del hombre del monumento.
–Señora, ¿sabe usted quién es este personaje?–pregunto a la chipera Ña Felicia.
–No, che karai. Seguro es un héroe de la guerra–dice.
En 1989, el busto de Sombrero Hũ fue abandonado en un vertedero por Eliézer Espinoza. De allí lo recogieron las autoridades de la época y lo volvieron a ubicar en la Terminal, aunque desde entonces hay como cierta vergüenza en rendirle honores.
–La intendenta Élida Bartonchelo le puso una placa nueva con su nombre, pero enseguida alguien sacó y escondió–dice un funcionario de la Terminal de Ómnibus, que pide no ser identificado.

SEÑOR FEUDAL. Nacido en Encarnación, el 20 de diciembre de 1911, de origen humilde, Domingo Robledo fue amigo de infancia y compañero de estudios de su compueblano Alfredo Stroessner, con quien fueron a la Guerra del Chaco en 1932.
"Robledo protegió a Stroessner durante su exilio en Posadas, Argentina, en 1953. Por eso el dictador lo nombró intendente de Encarnación en 1958, cargo que ejerció hasta ser asesinado en 1972", destaca el historiador encarnaceno Julio Sotelo.
Hay quienes lo recuerdan con gratitud por sus obras, como la construcción del estadio del club 22 de Setiembre o la creación del barrio IPVU, pero otros lo hacen con rencor por su ínfulas de señor feudal, déspota y arbitrario, acostumbrado a exigir dinero que luego ya no devolvía.

Con su amigo, el dictador Alfredo Stroessner, admirando una mandioca gigante.

EL FIN. Fue uno de estos préstamos sin devolución el que lo enemistó con su amigo y correligionario Herminio Palacios, jefe de Correos.
"Cuentan que Robledo pidió mucho dinero en préstamo a Palacios. Cuando este fue a pedirle que devuelva, Robledo lo abofeteó y ofendió", narra Julio Sotelo.
El lunes 18 de diciembre de 1972, Palacios vio pasar al intendente en su auto por la avenida Caballero. El jefe de Correos tomó un cuchillo de cocina, subió a su camioneta y lo alcanzó en el cruce con la ruta 1, donde lo embistió y lo tiró a una cuneta. Luego bajó y lo apuñaló reiteradas veces. Enseguida, Palacios se autoeliminó con el mismo cuchillo.
El caso fue aprovechado por el delegado de Gobierno Juan Vicente Ricciardi para encarcelar a 22 adversarios políticos, a quienes acusó del asesinato, a pesar de que todos sabían que solo fue Palacios.
Hoy, el busto de Sombrero Hũ sigue siendo un símbolo en el paisaje urbano de Encarnación. Nadie más se animó a arrancarlo con cadenas.

***
El "Sombrero Blanco", personaje de Robin Wood inspirado en Robledo para su serie Morten. 

Un villano de historietas


El gran escritor paraguayo de historietas Robin Wood vivió durante su juventud en Encarnación y conoció de cerca la leyenda de Sombrero Hũ. En los años 80 se inspiró en el personaje, cambiando negro por blanco, para crear a un villano de su serie Morten, dibujada por el argentino Carlos Pedrazzini. El Sombrero Blanco es el alcalde de un pueblo sudamericano, déspota y corrupto, que gobierna a través del terror, hasta que cae en desgracia.

Mengele en Paraguay: nuevas revelaciones...

Encarnación: La estatua que solo aguantó dos días de burlas

$
0
0


Una estatua del general Luis Irrazábal, héroe de Nanawa, se habilitó con mucha pompa el jueves 29, en Encarnación. En pocas horas, un vendaval de memes y burlas inundó Internet, cuestionando la estética de la obra. El sábado, el intendente Luis Yd ordenó taparla de nuevo con una carpa negra, pidió disculpas y anunció que el autor corregirá los defectos. Otro ejemplo del poder de las redes sociales como herramienta de control ciudadano.


Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Al principio, quienes circulaban por la rotonda de las avenidas Luis Irrazábal y Bernardino Caballero, en el centro de Encarnación, hablaban humorísticamente de “el fantasma de Irrazábal”, al ver un alto promontorio cubierto con una sábana blanca en el paseo central donde antes había estado un busto en homenaje al héroe militar encarnaceno, general Luis Irrazábal, el famoso “comadante Irra” de las batallas de Nanawa.
La estatua al principio, cual fantasma.
En la noche del pasado jueves 29 de setiembre, aniversario de la Batalla de Boquerón, el misterio fue develado.
En un pomposo acto oficial celebrado en el mismo lugar, con presencia de altas autoridades regionales y muchos invitados, el intendente encarnaceno Luis Yd descorrió el velo blanco y realizó la presentación en sociedad de la nueva estatua en honor al héroe sureño que da nombre a la avenida que conduce hasta el puente internacional San Roque González, que une a Encarnación con Posadas.
Pero el rostro que emergió desde abajo de la sábana blanca, con los proyectores que le echaban sombras, no se parecía tanto al de un fantasma que se corporizaba, sino para muchos era la representación de un popular personaje de juegos de Nintendo, el recordado Mario Bros. En pocas horas, una colección de memes empezó a circular por los grupos de wasap y por las redes sociales en Internet, con demoledoras críticas a la estética de la obra escultural.

(Vean un reporte del canal encarnaceno Más TV sobre el acto de habilitación de la estatua:)



(Algunos de los memes compartidos en las redes...)






¿Estatua colorada, estatua liberal…?

“¡Es Videla!”, escribió en Facebook el historiador Fabián Chamorro, tras ver la foto de la nueva estatua.
“Miguel Angel, Da Vinci y Rodan se estarán revolcando en sus tumbas”, comentó el artista plástico Gustavo Rodríguez.
“Parece esos payasitos para torta”, dictaminó Juan Kazlauzkas.
“Nosferatu en uniforme”, calificó desde Alemania la paraguaya Cipriana von Stetten.
“Parece un viejo decrépito disfrazado de militar, nada que ver con la trayectoria del comandante Irra. En las esculturas se debe potenciar lo más bueno, bello o interesante del modelo. Este parece un moribundo”, comparó la abogada encarnacena María Primitiva Villalba.
Y el conocido director de teatro José Luis Ardissone cuestionó a la Intendencia de Encarnación “que acepta semejante mamarracho. Al escultor no le da el cuero, pero a él lo contrataron e hizo lo mejor que pudo. Los brutos son los ediles y el intendente que aceptan ese trabajo y lo exhiben groseramente”.
El semanario regional La Prensa del Sur le dedicó un fuerte editorial en su última edición, con el título: “Reivindican a un gran encarnaceno erigiendo una ridícula estatua”.
Tras relatar que un anterior monolito en homenaje al héroe había sido demolido por una administración municipal del Partido Colorado, solo porque Irrazábal pertenecía al Partido Liberal, elogió que el actual intendente Luis Yd haya tomado la decisión de erigir la nueva estatua para rendirle un necesario homenaje.
Solo que “aquí se le pasó la mano al que ideó y preparó la estatua, pintándola de un intenso azul, con pintura sintética brillante, como si con eso quisiera decirle a los encarnacenos: ¡Vean y sientan que los liberales estamos en el poder municipal, por eso pintamos el uniforme del general con el color del partido liberal!”, destaca el editorial de La Prensa del Sur.
“Lamentablemente, el intendente, en su incapacidad de trabajar con un equipo interdisciplinario que lo asesore de una manera correcta, por su impulso incontrolable de aparecer como el que sabe todo, comete gravísimos errores que sus directores mediocres no le hacen ver. ¿Dónde está su directora de Cultura, el de Planificación, y otros profesionales municipales, quienes deberían haberle dicho que una estatua ya no se pone en las ciudades desde hace más de 150 años, menos con una figura desproporcionada y pintarla?”, se pregunta.
En la Intendencia encarnacena no aportaron datos sobre el autor de la obra, ni sobre el costo que tuvo, pero en algunos medios encarnacenos se reveló que la estatua fue encargada al conocido artista y educador pilarense Ramón Vázquez, conocido por sus esculturas de aves y murales en las calles de la capital de Ñeembucú, y que tuvo un costo de 13 millones de guaraníes, mientras la base de cemento habría costado 30 millones, totalizando un costo de 43 millones por toda la obra.

(En el siguiente video, el historiador encarnaceno Julio Sotelo contextualiza la figura de Irrazábal y lamenta lo que pasó con la estatua:) 



Foto histórica del comandante Luis Irrazábal.
Otra vez tapada y con promesas de arreglos.

Nacido en Encarnación el 8 de agosto de 1891, Luis Irrazábal Barboza se hizo célebre por organizar el Regimiento de Caballería 1 "Valois Rivarola", considerada la más aguerrida unidad del arma en la Guerra del Chaco. Del 20 al 24 de enero de 1933, resistió heroicamente la primera gran embestida boliviana sobre Nanawa y en julio fue uno de los gestores de la gran victoria en la segunda batalla de Nanawa.
A él lo recuerda el poeta Emiliano R. Fernández, en su épica canción 13 Tuyuti: “mi Comando Irra, hendive Brizuela, mokoîve voi aña mbaraka”. Fue ascendido póstumamente de coronel a general por un decreto del 2003. Es decir, el héroe encarnaceno tiene sobrados méritos para tener una linda estatua al inicio de la avenida que lleva su nombre en su ciudad natal.
Desde la habilitación oficial en la noche del jueves y tras el vendaval de burlas, la estatua de Irrazábal se volvió un nuevo punto de atracción turística. Numerosos encarnacenos y visitantes acudieron a verlo y a tomarse fotos junto a la obra, para luego compartirlas en las redes sociales, pero siempre con un tono de chanzas.
El impacto no se hizo esperar.
En la tarde del sábado, un grupo de obreros municipales llegaron hasta el lugar y le colocaron de nuevo una funda negra.
“¡Tranquilo…! ¡Ya lo mandamos tapar y vamos a hacer los arreglos necesarios para mejorar la obra!”, exclamó, con un tono afable y de mucho humor el propio intendente encarnaceno Luis Yd, durante un casual encuentro con este reportero en el mismo lugar.
En un comunicado oficial que luego nos envió el propio intendente vía wasap, se explica: “Por directiva del intendente Luis Yd, fue recubierta nuevamente la estatua del general Luis Irrazábal Barboza, hasta tanto sean terminadas las obras en su totalidad”.
“El descubrimiento de la misma ha generado el rechazo generalizado de miles de personas en las redes sociales, por los cuales Luis Yd, intendente de Encarnación, ordenó cubrirlo nuevamente, hasta tanto concluyan las terminaciones y la estética final en la imagen de la escultura”, destaca el comunicado.
Y finalmente precisa que “el autor del mismo se comprometió a realizar las modificaciones respectivas, teniendo en consideración las críticas al mismo”.
Mostrando la habilidad de Yd en asumir los cuestionamientos de sus conciudadanos, el texto concluye: “El intendente municipal agradece las críticas constructivas al respecto”.
De este modo el “comandante Irra” ha vuelto a convertirse en un fantasma, esta vez con una funda negra en lugar de la sábana blanca, para decepción de los lugareños y visitantes que acuden al lugar para tomarse fotos y ya lo encuentran cubierto.
Pero aun así, se toman las fotos de recuerdo…  

Así quedo nuevamente cubierta la estatua, tras el vendaval de burlas. De sábana blanca a funda negra.

La noche en que un espía descubrió al nazi Josef Mengele en Hohenau

$
0
0


El médico nazi Josef Mengele, apodado el Ángel de la Muerte, uno de los militares nazis más buscados por crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, llevaba casi un año de sentirse tranquilo y muy resguardado en la agreste región del Sur del Paraguay, que le recordaba los aires de su Gunzburgo natal... cuando el miedo de ser atrapado se instaló de nuevo, repentinamente.

#CrónicasPolémicas


Andrés Colmán Gutiérrez
HOHENAU, ITAPÚA

Fue en una fresca noche de 1962. En la granja del colono Alban Krug, en Poromoko, lugar también conocido como Hohenau Cuatro, a unos 16 kilómetros del centro urbano de Hohenau, Departamento de Itapúa, se celebraba una cena a la luz de las velas y lámparas a querosén. En un fonógrafo sonaban discos con canciones en alemán.
Entre los comensales, además de Mengele, quien se ocultaba bajo la falsa identidad de Federico Fritz, estaban los dueños de casa, los Krug, unos pocos amigos y parientes de la colectividad alemana, además de los Jung, de Asunción, pero el principal agasajado era un visitante recién llegado de Alemania, que se apellidaba Fritzke.
El hombre traía recomendaciones de altos ex jerarcas del ejército alemán de Adolf Hitler. Fue así como pudo contactar con quienes protegían al Ángel de la Muertey participar de una cena con el propio Mengele.
Pero algo pasó esa noche, que hizo sospechar de que ese Fritzke no era quien decía ser, relata Bonibaldo Junghanns, el ex capataz de la granja de los Krug, que fue testigo de ese momento crucial.
–Entonces, ¿Fritzke era un doble agente? ¿Un espía que se había infiltrado para averiguar el paradero de Mengele? –le pregunté.
–Evidentemente, era así. Algo en él despertó la sospecha de los que protegían a este señor (Mengele). Hubo mucha tensión. Entonces vinieron a llevarlo de la casa de Alban Krug y no volvimos a verlo.

Bonibaldo Junghanns con el autor de esta crónica, junto a la casa que compartió con Mengele. (Foto: Desirée Esquivel)
REGRESO. Bonibaldo Nissi Junghanns tenía 23 años de edad cuando conoció al doctor Josef Mengele.
"Fue el señor Jung, dueño de la Ferretería Alemana, de Asunción, quien lo trajo. Nos lo presentó como el señor Federico Fritz, pero uno de los hijos de Alban Krug me contó que era Mengele, y que teníamos que mantener su identidad en secreto", recuerda, 55 años después.
Junghanns, quien llegó a ser intendente municipal de Hohenau, de 1996 a 2001, empezó a trabajar como capataz de Alban Krug en 1959 y ayudó a construir la vivienda rural de estilo alemán que ahora se ha vuelto célebre como "la casa de Mengele". Nissi tiene un establecimiento cerca de allí, pero llevaba décadas sin visitar la granja.
El colega Narciso Meza, corresponsal de Última Hora en Colonias Unidas, logró que Junghanns acceda a una detallada entrevista para el libro Mengele en Paraguay, que prepara este equipo. Tras una extensa charla en Obligado, le pedimos que nos acompañe hasta la casa en que vivió junto con el médico nazi. Se niega, pero tras explicarle las razones por las que consideramos importante grabar imágenes con él en el lugar, finalmente acepta llevarnos en su camioneta.
El portón de la ex granja de los Krug está sin candado y podemos entrar sin problemas. Nuestra fotógrafa Desirée logra captar imágenes de la llegada y de nuestro primer recorrido, cuando el encargado sale a recibirnos y nos dice que los actuales dueños de casa se niegan a que se graben entrevistas en el lugar. Nos confirma que los Krug han vendido el establecimiento a la familia Heisecke, pero hoy tiene otro arrendatario.
"Mucha gente viene, quiere conocer y tomar fotos, pero a los dueños no les gusta que salga en los diarios, con la fama de que aquí vivió Mengele, por eso no dejamos que se entre", relata el encargado.

ABANDONO. Tras la promesa de grabar la entrevista fuera de la propiedad, se nos permite recorrer la vivienda. ¿Cómo negarselo a Junghanns, si él es parte de la historia del lugar, constructor y protagonista?
La casa principal, de material cocido, con clásico estilo de vivienda rural alemana, rodeada de un amplio corredor, se mantiene igual que la época en que Mengele se ocultó allí, asegura Junghanns. "La estructura es la misma, solo que está muy abandonada", dice.
Pero el médico nazi no vivió en la residencia principal, sino en otra secundaria, a pocos metros. Es rústica y sencilla, de unos 10 por 12 metros, paredes de color salmón, techo de tejas, puertas y ventanas de madera pintadas de verde.
Ahora es una cocina, pero en 1961 tenía dos habitaciones. En la principal dormía Mengele y en la contigua Junghanns. "Éramos vecinos, solíamos conversar hasta tarde, pero él nunca me contó nada de lo que le pasó en la guerra. Se encerraba a leer o escribir, pero en ocasiones salía con nosotros al campo, en un tractor, a ver cómo manejábamos los animales y pasábamos la noche en un retiro, en un sitio llamado Morena'i", narra.
 
La vivienda en que durmió Josef Mengele. Actualmente las habitaciones fueron trasformadas en cocina.
HISTORIA. Hasta ahora, los detalles acerca de los años en que el doctor Mengele vivió oculto en Paraguay permanecen desconocidos en la mayoría de los libros sobre su vida.
Nacido el 16 de marzo de 1911, en Gunzburgo, Baviera, Alemania, Josef Mengele estudió antropología y zoología en Munich y Viena. Se unió al Partido Nazi en 1937 y se graduó de médico en 1938, año en que se unió a las SS.
Durante la Segunda Guerra Mundial pidió ser médico del campamento de exterminio de Auschwitz / Bikernau, donde diversos testimonios lo acusan de haber realizado terribles experimentos médicos con prisioneros judíos, que le valieron el mote de Angel de la Muerte.
Se obsesionó por experimentar con gemelos, buscando purificar la raza aria. Se le acusa de haber enviado a la muerte a unas 400.000 personas en la cámara de gas.
Tras la guerra, llegó a la Argentina en 1949, con un pasaporte falso de la Cruz Roja a nombre de Helmut Gregor. En febrero 1959, al sentirse perseguido en Argentina, huye al Paraguay, donde obtiene cédula de identidad y carta de nacionalización.

PROTECTORES. El colono de ascendencia alemana Alban Krug, ex presidente de la Cooperativa Colonias Unidas, de Obligado, fue quien brindó su casa en Poromokó, Hohenau, para dar refugio y mantener oculto al médico nazi Josef Mengele, entre 1961 y 1962, pero fueron otros influyentes inmigrantes, el alemán Werner Jung y el ruso-alemán Alexander von Eckstein, quienes actuaron como testigos para conseguirle la ciudadanía paraguaya, protegiéndolo mientras el criminal de guerra permaneció en el Paraguay.
Alban Krug nació en Brasil y llegó al Paraguay con el primer grupo de familias de ascendencia alemana que desembarcó en Hohenau en Josef Mengele, en 1960.El investigador norteamericano Gerald Astor, en su libro Mengele, el último nazi, sostiene que Krug era “el jefe del partido nazi clandestino en la época”.
Bonibaldo Junghanns asegura que quien trajo a Mengele a la casa de Krug, en Hohenau, fue Werner Jung, conocido comerciante alemán, dueño de la Ferretería Alemana en Asunción y cónsul del Paraguay en Alemania Occidental.
Jung, junto con el barón Alexander von Eckstein, nacido en Estonia, Rusia, pero de ascendencia alemana, se prestaron como testigos para que la Corte Suprema de Justicia otorgue la carta de ciudadanía paraguaya a Josef Mengele el 27 de noviembre de 1959. Jung iba a visitar a Mengele a la casa de Krug en Hohenau casi cada mes, o a veces cada tres meses, según Junghanns.

Izquierda: la apariencia de Josef Mengele en 1960, cuando vivía en Paraguay. Derecha: nota en la que Augusto Montanaro, ministro del Interior de la dictadura stronista, comunica que el criminal nazi ya no estaba en el país y pide revocar la nacionalidad paraguaya.
ESCAPE."Desconozco si Mengele vivió en otras partes del Paraguay, pero con nosotros estuvo oculto por más de un año, hasta que apareció el tal Fritzke, que levantó la alarma y nuevamente lo hicieron desaparecer", cuenta Bonibaldo.
En esa época, probablemente alertados por Fritzke, también llegaron otras personas en busca de Mengele. Junghanns cree que eran miembros de los equipos de cazadores de nazis e incluso cree recordar que se hacían llamar Los Casaca Negra.
"Conmigo hablaron en la Municipalidad. Me ofrecieron dinero: 100.000 dólares si les decía en dónde estaba Mengele y otros 100.000 dólares si les daba documentos que le pertenecían. Les dije que nunca iba a hacer eso, que nunca le vendería a nadie. Esa fue la oportunidad en que pudieron capturarlo en el Paraguay", cuenta Junghanns, actualmente con 78 años de edad, con una lucidez notable, dispuesto a romper los pactos de silencio y a preservar la memoria con un tema todavía polémico.

__________________

Las crónicas anteriores sobre Mengele en Hohenau las podés leeraquí.

También una crónica sobre el criminal nazi Eduard Roschmann, El carnicero de Riga, quien murió en Asunción en 1977, la podés leeraquí.

Los Buscadores: El cine paraguayo que nos identifica

$
0
0


E
n la noche de este miércoles 6 pudimos ver en avant premiere (estreno avanzado) la nueva película Los Buscadores, de los directores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, que desde este jueves 7 de setiembre se estrena comercialmente en la mayoría de los cines del país.
En lo personal, las expectativas que tenía acerca de esta película se vieron ampliamente rebasadas.
Se nota que los directores y la mayoría de los integrantes del equipo han crecido mucho, tras esa experiencia fundacional para el cine paraguayo que fue la exitosa realización de 7 Cajas (estrenada en agosto de 2012), la considerada ópera prima en cine del binomio Maneglia-Schémbori.
La historia de Los Buscadores es quizás más light, clásica y lineal que la de 7 Cajas (la comparación es inevitable), pero tiene una factura técnica superior en todos los aspectos. Aquí no se apuesta tanto por la denuncia social (aunque está como trasfondo continuo en las escenas de la inundada Chacarita y en varios de los personajes), sino por la aventura y el misterio.
El guión de Juanca (en colaboración con Mario Gonzalez Martí) es más preciso y trabajado, la fotografía de Richard Careaga llega a ser impecable y asombrosa, la música, la dirección de actores, el vestuario, los efectos, la filmación de las escenas de acción… todo ha sido mejor cuidado en esta realización hasta la perfección de los detalles, dejándonos como resultado lo que probablemente es la película paraguaya hasta ahora mejor lograda como producto de una industria audiovisual emergente, a pesar de la falta de un apoyo estatal institucional más decidido (y sobre todo de la ansiada Ley de Cine, a la que los legisladores siguen cajoneando inexplicablemente en el Congreso).
Lo más interesante de Los Buscadores es que estructura una historia cinematográfica universal a partir de elementos locales muy propios del folklore paraguayo, rescatando el popular mito campesino guaraní de la plata yvyguy para construir una aventura a lo Indiana Jones en escenarios tan reconocibles como la mágica Chacarita amenazada por la creciente, los puntos geográficos más históricos de Asunción (sublime el uso de las estatuas de la Escalinata Antequera), la modernidad de la Costanera, el cementerio de Paraguarí, instalando un clima de suspenso y de vertiginosas persecuciones de acción hollywoodiense con motos y bicicletas en nuestras calles cotidianas (como ya lo habían hecho con las folklóricas carretillas del Mercado Cuatro en 7 Cajas).
El otro elemento esencial es el manejo del humor, sin llegar a caer en un exagerado tono de comedia. Un humor acotado, preciso y por momento genial, con giros de lenguaje muy paraguayo, que logra el efecto de verdaderas explosiones de carcajadas en la platea.
Todavía está por verse si Los Buscadoresrepetirá o superará el fenómeno de 7 Cajas de llenar los cines del país con legiones de espectadores y establecer nuevos records de taquilla, pero tiene todos los elementos para lograrlo.
Mientras, hay que agradecerle a Tana, Juanca y a todo el equipo que trabajó en esta obra, por entregarnos otra película que nos hace sentirnos orgullosos por el cine que se está construyendo en Paraguay, que nos identifica y nos proyecta en el mundo.



El ex obrajero que también conoció al criminal nazi Mengele en Hohenau

$
0
0

Alfonso Monzón Meyer era dueño de un obraje en los años 60, vecino de la granja de Alban Krug. "Sabía que él protegía a Josef Mengele. Un día fui hasta su casa y encontré allí al médico nazi", afirma.

#CrónicasDeLaMemoria


Andrés Colmán Gutiérrez
ENCARNACIÓN - ITAPÚA

Después de medio siglo, el pacto de silencio se empieza a quebrar. Los protagonistas aún vivos que conocieron al médico nazi de Auschwitz y criminal de guerra Josef Mengele, durante los cinco años (entre 1959 y 1964) en que visitó el Paraguay al amparo de la dictadura stronista, y los pocos más de dos años (1961 y 1962) en que vivió oculto en una granja rural en Poromokó, Hohenau, ahora se animan a compartir sus testimonios.
En la noche de un viernes, tras una charla en la Libroferia de Encarnación, una llamada telefónica del arquitecto César Monzón nos pone tras una nueva pista: "Hemos leído las crónicas publicadas en Última Hora sobre el doctor Mengele en el Paraguay. Mi padre lo conoció personalmente y está dispuesto a contarlo".
A la mañana siguiente, César nos busca en el hotel y nos lleva al encuentro de su padre, Alfonso Monzón Meyer, un conocido ex empresario obrajero y además autor de varios libros, entre ellos Ymaguare Paraguay rekove y El grito de la selva. A sus 91 años, don Alfonso mantiene una extraordinaria lucidez.

PROTECCIÓN."En la década de los 50, junto con mi socio Lorenzo Garbett (padre del músico Jorge Garbett) compramos una propiedad de 1.200 hectáreas, con áreas de bosques, en la zona de Morena-í, Poromokó, Hohenau, donde establecimos un obraje para explotar la madera. Nuestro vecino era el colono alemán Alban Krug, de quien se decía que protegía al criminal nazi Josef Mengele", relata Monzón Meyer.
Los peones del obraje ya compartían el rumor de que un criminal nazi estaba escondido en la vivienda rural de estilo alemán de Alban Krug, a unos 16 kilómetros del centro urbano de Hohenau.
"En esa época, la zona estaba rodeada de monte, se llegaba por una estrecha picada. Era un lugar muy ais- lado, ideal para tener a alguien escondido", narra don Alfonso.

HUÍDA.Acusado de asesinar a miles de prisioneros judíos y realizar con ellos horrorosos experimentos genéticos en el campo de concentración de Auschwitz, durante la Segunda Guerra Mundial, Josef Mengele huyó a la Argentina, donde vivió varios años protegido por el régimen del presidente Juan Domingo Perón.
La caída del peronismo y el secuestro de otro buscado criminal, Adolf Eichman, por un comando judío, lo obligó a mudarse al Paraguay en 1960, donde ya había obtenido la nacionalización, merced a la gestión del aviador Hans-Ulrich Rudel, gran amigo del dictador Alfredo Stroessner.
El inmigrante alemán Werner Jung, propietario de la Ferretería Alemana, y el ex militar ruso el barón Alexander von Eckstein, se encargaron de brindarle protección y lo llevaron a vivir a la casa del colono alemán Alban Krug, uno de los principales promotores del nazismo en las Colonias Unidas de Itapúa.

VISITA. Una mañana del año 1962, Alfonso Monzón Meyer acudió a visitar a su vecino Alban Krug en la granja de Poromokó y vio a un hombre extraño, de aspecto alemán, sentado en el corredor.
"Por las fotos que había visto antes, me di cuenta en seguida de que era el doctor Josef Mengele. Él me saludó con amabilidad, pero no habló una sola palabra. Allí confirmé que realmente Alban Krug lo tenía escondido en su casa", relata.
Meses después, en Encarnación llegaron enviados de organizaciones judías a buscar a Mengele. "Repartían panfletos con su foto y ofrecían millones de dólares por su cabeza. Uno de los capataces de Alban Krug, de apellido Cubas, me dijo: 'Si hubiera sabido que valía tanta plata, yo mismo le cortaba la cabeza y le entregaba a los judíos'", recuerda don Alfonso.
El antiguo obrajero narra que, en esos años, en todas las colonias alemanas de Itapúa había una gran simpatía por la ideología de Adolf Hitler.
"Muchos inmigrantes eran nazis. En las escuelas alemanas se enseñaba el nazismo. Había una gran discriminación contra los paraguayos, no nos dejaban entrar en las fiestas exclusivas que realizaban. Ni siquiera nuestros muertos entraban en sus cementerios. Por suerte eso cambió", destaca.


Alberto Monzón Meyer, junto con el autor del reportaje, en su casa de Encarnación.

Un café con Eduardo Galeano

$
0
0

Es bueno estar en Montevideo y poder pasar a tomar un café en el Café Brasilero, leyenda viva de la ciudad vieja, con 140 años de vigencia, lugar que el maestro Eduardo Galeano llamaba "mi segunda casa".
Es bueno que la mesa que él siempre ocupaba junto a la ventana esté casualmente disponible y te la puedan dar.
Es bueno sentarse del otro lado, frente a dónde él se sentaba a escribir y entablar un diálogo en silencio, con aroma a café, a letras, a literatura y periodismo comprometidos con la libertad y la justicia, compartir los andares a través de la maravilla real de una América Latina que sigue buscando cerrar sus venas abiertas.
La presencia del gran escritor y periodista está aquí, permanece en este poblado rincón del Uruguay que nos da constantes ejemplos de humanismo, libertad y progresismo.
Es bueno haber contribuido a recordarlo en ese libro que co-escribimos con varios colegas cronistas de Iberoamérica.
Es bueno brindar ahora y mantener viva la Memoria del Fuego.

¡Salud, maestro... y gracias!
 ----------------

(Las fotos son de la colega y amiga Marta Escurra y del archivo del Café Brasilero).



John Reed: Ser cronista de la historia

$
0
0

Se cumplen 100 años de la Revolución Rusa. Es un motivo más que suficiente para leer, releer o descubrir una de las obras cumbres del periodismo narrativo, escrito por uno de los grandes maestros fundacionales del género: el libro Diez días que estremecieron al mundo, del periodista, escritor y activista revolucionario norteamericano John Reed, publicado en 1919, quien fue testigo presencial del acontecimiento histórico como corresponsal de guerra y conoció personalmente a Lenin.
Nacido en Portland, Oregón, en el seno de una familia burguesa y egresado de Harvard, Reed mostró su espíritu aventurero al internarse en plena Revolución Mexicana como corresponsal del Metropolitan Magazine, donde conoció y entrevistó al legendario líder revolucionario Pancho Villa. Sus célebres reportes están contenidos en el libro México Insurgente.
Cubrió la primera Guerra Mundial y llegó hasta Rusia, en donde conoció a Lenin, y estuvo presente en la capital San Petersburgo durante las jornadas de octubre-noviembre de 1917. Acreditado como periodista, hizo un seguimiento diario del proceso revolucionario, con crónicas escritas casi como un diario de guerra, que luego conformaron la edición de Diez días…
El propio Lenin escribe en el prólogo: "Lo recomiendo sin reservas a los trabajadores del mundo. Éste es un libro que me gustaría ver publicado por millones de ejemplares y traducido a todas las lenguas, ya que ofrece una verídica y muy vívida exposición de los hechos que son tan importantes para comprender debidamente lo que es la revolución proletaria y la dictadura del proletariado".
Es uno de los libros esenciales que suelo recomendar en mis talleres a los alumnos que buscan abrazar el género del periodismo narrativo, crónica, periodismo literario o literatura de no ficción, junto a Operación Masacre, de Rodolfo Walsh; A sangre fría, de Truman Capote; Lo que son los yerbales, de Rafael Barrett; Os Sertoes, de Euclides Da Cunha; Relato de un Náufrago, de Gabriel García Márquez, entre otros.
John Reed ya era un apasionado activista y militante comunista cuando escribió Diez días…, así que no se busque en su texto a un narrador neutral. Sin embargo es admirable como busca privilegiar el relato de los hechos y no caer en el discurso propagandístico, con muy buen estilo literario, aunque obviamente la obra está concebida con la manera de entender el periodismo que había en esa época.
El mismo Reed lo admite en su prefacio: "Durante la lucha, mis sentimientos no fueron neutrales. Pero, al contar la historia de aquellos días heroicos, he intentado mirar los hechos con los ojos de un reportero concienzudo e interesado en consignar la verdad".
Sobre Red en México, el cineasta Paul Leduc filmó la película Reed, México insurgente, estrenada en 1973. El actor y cineasta norteamericano Warren Beatty reconstruyó su historia en la estupenda película Reds (Rojos), estrenada en 1981, que ganó tres premios Oscar. También hay una película, Campanas Rojas, dirigida por el soviético Sergei Bondarchuk, sobre su vida.

***

Si lo quieren leer on line, pueden encontrar una copia de Diez días que estremecieron al mundo en pdf, aquí



Narcopolítica, narcopaís...

$
0
0

Gringo, Jarbas, Galán, Cabeza Branca, Pingo… no son nombres de personajes de una serie televisiva de Netflix. Son personas reales que aparecen en las noticias casi diarias, en las conversaciones frecuentes, en los programas políticos de tevé, en los corrillos políticos…
Mucha gente se ha asustado ante el violento y criminal ataque de sicarios, con el cobarde asesinato de un hombre y su pequeño hijo de 5 años, ocurrido este miércoles 25 de octubre, en una zona residencial considerada el nuevo centro financiero e inmobiliario de Asunción, a metros del Paseo de la Galería, del Shopping del Sol y del World Trade Center.
Un criminal atentado en pleno corazón del Paraguay de la exitosa economía que tanto quieren vender.
“La guerra de los narcos ha llegado a la capital”, “Los sicarios ya están aquí”, “Sicariato en Asunción”, son algunos de los títulos periodísticos que se imprimen en los zócalos de las pantallas, como si lo que antes pasaba en la frontera de Pedro Juan Caballero o Capitán Bado hubiera estado ocurriendo en otro país.

***

Hace mucho que lo veníamos advirtiendo.
Como muestra, valga este artículo que publicamos el 2 de noviembre de 2014, días después del asesinato del colega periodista Pablo Medina en Canindeyú: La Guerra entre dos bandas brasileñas desangra al Paraguay, relatando una historia antigua, pero que ha ido recrudeciendo cada vez más.
La narcopolítica no es un invento de estos últimos años. Ya era el mismo fenómeno en los años 60 y 70, cuando los principales generales y jerarcas de la dictadura stronista dominaban el tráfico de heroína, cocaína y marihuana, asociados con grandes narcos internacionales como el Joseph Auguste Ricord del Contacto en Francia y la Conexión Latina, y luego con los popes de los carteles latinoamericanos, como Pablo Escobar Gaviria.
Tras la caída de la dictadura, en los 90 hubo un quiebre, cuando el narco brasileño Fernandinho Beiramar introdujo al Comando Vermelho (CV), y en su estela llegó el Primer Comando Capital (PCC), las dos organizaciones brasileñas más sanguinarias, que desembarcaron en el paraíso de la impunidad y la corrupción que para ellos es el Paraguay.
En ese proceso de instalación con sus socios paraguayos empezaron -con sus peculiares "ajustes de cuentas"- no solamente a llenar de cadáveres toda la región fronteriza de Amambay y Canindeyú, a expandir cultivos de marihuana y bases de tráfico de cocaína en la mayoría de los departamentos, sino a asesinar a periodistas que osaban investigar o denunciar sus fechorías (hay 17 casos, la mayoría en la impunidad, desde Santiago Leguizamón en 1991 a Gerardo Servián en 2015), a comprar jueces y fiscales, comisarios y agentes policiales, y a financiar campañas electorales para instalar en el poder a diputados, senadores, intendentes, gobernadores y quizás hasta presidentes que le sean afines.

***

No es exageración cuando decimos que el Paraguay avanza hacia un narco-estado o un estado fallido.
El actual presidente y los miembros de su entorno político están más ocupados en hacer campaña electoral utilizando asquerosamente los recursos del Estado que en tratar de poner freno al crimen organizado.
Varios de los referentes de la disidencia colorada o de la oposición política son igualmente responsables de esta situación, cuando bloquean los proyectos de leyes de control de fondos para el financiamiento político o siguen manteniendo las listas sábanas cerradas para las elecciones, abriendo todas las posibilidades para que los narcos manejen la política y el poder.
No es exageración cuando decimos que corremos el peligro de ser la Colombia de los años 80 de Escobar Gaviria o el México actual de los carteles de Sinaloa, del Golfo o de los Zetas. Claro, creemos que mientras ellos se maten allá en la frontera, estamos a salvo… hasta que el baño de sangre llega a nuestras calles, como en esta violenta tarde de octubre.
Entonces nos asustamos....
Ojalá este susto sirva para que podamos reaccionar ante la pasividad y la indolencia, salir a las calles, movilizarnos, elegir a mejores gobernantes, participar activamente en la construcción de otro Paraguay posible y proteger el futuro de nuestros hijos…


La larga huida de Male’i, el excajero del EPP capturado en Brasil

$
0
0
Oscar Luis Benítez, alias Male’i, uno de los dos ex miembros del EPP capturados este viernes 24 de noviembre en Sao Paulo, había sido expulsado del grupo armado en 2011, acusado de haber donado 100 mil dólares a la campaña electoral de Fernando Lugo. Esta es su historia...  


Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Oscar Luis Benítez, conocido por el apodo “Male’i” y por el nombre guerrillero “Ramón”, llevaba más de seis años huyendo, tanto de la Justicia paraguaya como de sus propios ex compañeros del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), cuando en la madrugada de este viernes 24 de noviembre fue capturado por la Policía Federal Brasileña en el municipio de Itaquaquecetuba, en el estado de Sao Paulo, Brasil, junto con otro exmiembro de la banda, Lorenzo González.
Benítez era buscado por su participación en el secuestro de María Edith de Debernardi y de Cecilia Cubas, hasta que en 2011 los líderes del grupo lo expulsaron de sus filas, tras acusarlo de haber donado 100.000 dólares de los fondos que manejaba como administrador del EPP a la campaña electoral del ex obispo Fernando Lugo (quien ganó las elecciones presidenciales en abril de 2011).
Lorenzo González, por su parte, está acusado de haber participado del secuestro de Cecilia Cubas y de Fidel Zavala, y al parecer también ha desertado de las filas del EPP.
La historia de Oscar Luis “Male’i” Benítez tiene elementos que parecen sacados de una novela policía y así la habíamos contado en una publicación de Última Hora, el 27 de noviembre de 2011.
Ahora que finalmente su larga huida parece haber llegado a su fin, ya que se aguarda su extradición desde el Brasil para comparecer ante la Justicia paraguaya, vale la pena volver a contar sus andanzas, tal como lo habíamos hecho entonces:

***

En algún lugar, escondido entre cuatro paredes, está un hombre con identidad falsa, que duerme con un ojo cerrado y el otro abierto; mira constantemente de reojo a sus espaldas, y no se despega ni un instante del arma de fuego que lleva siempre consigo.
Se llama Óscar Luis Benítez, aunque usa otros nombres. Arrastra la oscura leyenda de haber sido administrador de las finanzas del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en donde ganó el apodo de guerra “Ramón”, además del suyo, “Male’i”.
Su foto está multiplicada en los carteles de “buscados”, que distribuyen la Fiscalía y el Ministerio del Interior, ofreciendo recompensa por su captura, acusado de haber participado, junto a otros miembros del EPP, en el secuestro de María Edith de Debernardi (2000 y 2001) y en el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas (2004 y 2005).

LA SENTENCIA. Un correo electrónico que llegó el pasado lunes 21 de noviembre a radio Ñandutí, selló la suerte de Male’i.
Desde la cuenta aguayo.ger-man@yahoo.com, el texto de-cía: “Comunicado del Ejército del Pueblo Paraguayo. Comunicamos a nuestro querido pueblo que: Luis Ramón Benítez fue expulsado de nuestras filas por haber pasado 100.000 dólares para la campaña luguista, prevalecido de su condición de administrador”.
Aunque mezcla uno de sus nombres reales con el de combate (Ramón), organismos de seguridad admitieron la posibilidad de que sea un comunicado auténtico del EPP.
“Estamos analizando el documento. Tenemos versiones de que Benítez habría quedado fuera de la estructura organizativa del EPP”, señaló la fiscala Antisecuestro Sandra Quiñónez.
Un poblador del asentamiento Sidepar 3000, en Canindeyú, lugar de residencia y base de operaciones de Benítez durante muchos años, admite: “Aquí sabemos que Male’i fue expulsado del EPP hace un tiempo y actualmente está escondido, con miedo a que la Policía lo agarre, pero también a que le maten sus propios excompañeros”.
El morador –quien reclama anonimato por seguridad–, revela que Benítez “estuvo trabajando hasta hace poco como peón en el establecimiento de Eduardo Núñez, en Sidepar, pero después se escapó de allí y permanece oculto. Tiene mucho miedo de que le conviertan en otro Severiano Martínez” (en alusión a otro exmiembro del EPP, quien desertó y se ocultó trabajando como peón en una estancia del Chaco, con identidad cambiada, hasta ser descubierto y caer abatido en un enfrentamiento con la Policía, el 27 de julio de 2011).

HISTORIA OSCURA. Nacido en Yhú, Caaguazú, Óscar Luis Benítez es uno de los muchos campesinos que en los 90 ocuparon tierras en la expropiedad de la empresa Siderúrgica del Paraguay (Sidepar), expropiada por el Estado paraguayo para 740 familias.
A principios de 2000, Juan Arrom y Osmar Martínez, líderes del partido Patria Libre (PQ), realizaron las primeras visitas para formar bases políticas en la zona, y Óscar Luis Benítez se convirtió en uno de los principales dirigentes.
Las condiciones de aislamiento y de difícil acceso en que se encontraba, a unos 280 kilómetros al noreste de Asunción, convirtieron Sidepar 3000 en uno de los bastiones privilegiados del EPP.
Hasta ese lugar asegura haber sido llevado el joven Rubén Darío Bernal, a fines de 2004, para recibir adiestramiento en técnicas de guerrilla, en la columna que lideran Osvaldo Villalba (comandante Alexander) y Manuel Cristaldo Mieres (subcomandante Santiago).
Bernal, más conocido como “el guerrillero arrepentido” tras entregarse a las autoridades en 2006 en Huguá Ñandú, asegura que el entrenamiento en los montes de Sidepar duró varias semanas, y contó con el asesoramiento de dos expertos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Óscar Luis Benítez, o Ramón, entró a formar parte del grupo armado y su habilidad en el manejo de las finanzas lo ubicaron en el rol de administrar los fondos provenientes de secuestros o de aportes cobrados a ganaderos, que en la jerga del EPP se denominan “retención a oligarcas” o “impuesto revolucionario”.

AGENTE INMOBILIARIO. El 28 de marzo de 2005, como parte de las investigaciones tras el secuestro de Cecilia Cubas, la Fiscalía allanó dos viviendas: una en Villa Cerro Corá, Lambaré, y otra en el barrio Palma Loma, de Luque.
En ambas casas, pero sobre todo en la de Luque, se encontró una compleja infraestructura de muñecos con figuras humanas y habitaciones con paredes a prueba de sonido, entre otras evidencias, que hicieron suponer que eran bases de adiestramiento para miembros del EPP.
Las indagaciones demostraron que la vivienda de Luque fue comprada por Óscar Luis Benítez, a nombre de Lidia Samudio, es una de varias otras que fueron adquiridas o alquiladas por el “agente inmobiliario” del grupo armado, utilizadas tanto para el secuestro de María Edith, como el de Cecilia Cubas.
Varios cuadernos incautados durante el procedimiento muestran el detalle con que Benítez anotaba los ingresos y egresos del dinero que manejaba, incluyendo gastos de compra de equipos de comunicación, movilidad, víveres, medicamentos y los costos inmobiliarios.
Juan Domingo Martínez, uno de los detenidos, relató que Óscar Luis Benítez, y su novia, Marlene Ortiz Meza, habitaban en la casa de Palma Loma, hasta que desaparecieron del lugar poco antes de la Semana Santa de 2005.
Marlene, la novia de Ramón, era hija de Hugo Julián Ortiz Villalba, docente de Sidepar 3000, quien sería asesinado diez años después, en setiembre de 2010, por miembros del EPP, cerrando un círculo de pólvora y sangre.

La vivienda de Palma Loma, Luque, adquirida por Oscar Benítez, donde se realizaron prácticas de entrenamiento del EPP.

Marcado por el crimen de su suegro

La sangre por el crimen de su exsuegro y abuelo de su hija, el educador Hugo Julián Ortiz Villalba, es la marca más fuerte que los pobladores del asentamiento de Sidepar 3000 le reprochan al ex administrador del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Óscar Luis Benítez.
El docente, quien ejercía el cargo de director del Área Educativa Número 8, residía en una casa vecina a la de Óscar Luis, en el núcleo urbano de Sidepar 3000, y aunque en principio habían sido amigos y familiares, se distanciaron cuando Ortiz Villalba le recriminó por sus andanzas con el grupo armado y le pidió que se aleje de su hija Marlene, y de la pequeña hija de ambos (de Óscar Luis y Marlene).
Se tejen muchas versiones sobre las causas del asesinato. En Sidepar 3000 todos hablan en voz baja y con miedo, y nadie quiere asumir ser identificado en una entrevista. Pero en voz baja narran que el profesor Hugo Julián fue quien brindó algunos informes a las autoridades acerca de las andanzas del EPP en la zona, y por ello pagó con su vida. Y que uno de sus ejecutores, o cómplices, fue su propio exyerno, Óscar Luis Benítez.

EL CRIMEN.Sucedió cerca de las 9.30 del 1 de setiembre de 2010. El profesor Hugo Julián regresaba de la chacra con su esposa, Clotilde Meza, por un desolado camino rural, cuando les salieron al paso dos hombres con ropa militar tipo camuflaje y quepis cubriéndole los rostros, con armas de fuego, presumiblemente escopetas calibre 12.
La mujer cuenta que gritó y pidió clemencia, pero uno de los hombres disparó a quemarropa contra su marido. El primer tiro fue en el estómago, otro en la cabeza y el tercero directo al corazón. Tras cerciorarse de que Ortiz Villalba estaba muerto, se alejaron sin hacer caso a la mujer.                            
El crimen provocó la reacción de las autoridades, quienes ordenaron rastrillaje de la región, derivando en un enfrentamiento  entre  efectivos policiales y miembros del EPP,         el 3 de setiembre, circunstancias en que cayó abatido Gabriel Zárate Cardozo, alias Simón, considerado el número 3 en el mando jerárquico del grupo armado.
El otro que estaba con él logró escapar, sin precisarse su identidad, aunque los pobladores sostienen que era el propio Óscar Luis Benítez.      

ADIESTRADOR.Llamativamente, Gabriel Zárate Cardozo fue uno de los jóvenes campesinos que habrían sido captados y que recibió adiestramiento de parte de Oscar Luis Benítez.
En la lista se menciona además a Nimio y Vidalina Cardozo Cáceres, primos de Gabriel, y a Alcides Mereles Ruiz, alias “presi”.

***

Desde entonces, Oscar Luis Benitez se mantuvo huyendo, probablemente refugiado durante todos estos años en la clandestinidad en Brasil, junto con Lorenzo González, hasta que fue capturado por la Policía Federal Brasileña.

Su comparecencia ante la Justicia paraguaya podría ayudar a revelar mucho más datos importantes sobre la acción del grupo armado EPP, que actualmente mantiene a 5 ciudadanos paraguayos secuestrados en su poder.

Cartel de ofrecimiento de recompensa por miembros del EPP prófugos de la Justicia, entre los que figura el exadministrador Oscar Benítez y el ahora también capturado Lorenzo González.

La Tigresa y el autor de El Principito: Un romance junto al lago Ypacaraí

$
0
0


Antoine de Saint-Exupéry vino al Paraguay en 1929 a inaugurar la ruta Aeropostal. En San Bernardino se reencontró con Hilda Ingenohl. Una suite del Hotel del Lago rinde homenaje a esa historia de amor.

#CrónicasDeLaMemoria


Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Lo primero que le impresionó fue el resplandor del lago Ypacaraí, que reflejaba a la luna como un gran espejo entre los cerros, un horizonte abrumado de colores por las últimas luces del atardecer.
Era enero de 1929. Habían salido de Asunción en auto, tras el intenso calor de la siesta que sofocaba al piloto francés, pero cuando el sol empezó a ocultarse y una fresca brisa los recibió en las calles de San Bernardino, él se fue poniendo de mejor ánimo.
–¿Podrías detenerte...? –le pidió a su compañero de la Aeropostal, el piloto argentino Leonardo Selvetti, residente en Asunción, gentil anfitrión de los viajes de Antoine de Saint-Exupéry al Paraguay.
Selvetti detuvo la marcha en lo alto del cerro. El francés abrió la puerta y contempló admirado el paisaje de esa villa fundada por inmigrantes alemanes en 1881. Quizás fue allí cuando le impresionó la silueta del cerro Patiño, al otro lado del lago, que parecía tener la rara apariencia de un sombrero, cuando en realidad era la forma de un elefante tragado y digerido por una boa. Habría que dibujarlo...
El auto cruzó la densa vegetación de un pequeño bosque tropical, hasta detenerse frente al pintoresco edificio del Hotel del Lago. Guillermo Weyler salió a recibirlos, junto con su esposa y una mujer elegante, de sonrisa felina, que apenas divisó a Antoine, acudió a abrazarlo.
Era Hilda Ingenohl, La Tigresa. Nacida en París, Francia, aunque de ascendencia alemana, millonaria y aventurera, llevaba cuatro años viviendo en Paraguay, desde que llegó a visitar a sus tíos, los Weyler, propietarios del Hotel del Lago y se enamoró del lago Ypacaraí. Compró una propiedad de 200 hectáreas en la zona, pero su residencia preferida era una suite del hotel, en una de las torres de estilo medieval.
"Hilda fue una mujer muy libre para su época, una de las primeras mujeres aviadoras del mundo. Se conocieron con Antoine en París, en una escuela de aviación. Cuando supo que él vendría al Paraguay, le invitó a pasar unos días en San Bernardino y los relatos aseguran que fue una historia de amor y pasión que se repitió en un segundo viaje", relata el diseñador y artista plástico Osvaldo Codas, actual gerente del Hotel del Lago, quien ambientó la misma suite con el nombre temático de Torre de la Tigresa para perpetuar esa leyenda.

FURTIVOS. Hay pocos datos sobre los viajes de Antoine de Saint-Exupéry al Paraguay, y menos aún sobre su romance con La Tigresa.
El escritor Augusto Roa Bastos relató: "Antoine de Saint-Exupéry fue a Asunción a inaugurar ese tramo a Buenos Aires, mucho antes de que escribiera El Principito... Hérib Campos Cervera lo encontró cerca de la Estación Central. Contaba que se sentaron a conversar en la Plaza Uruguaya, y que Hérib, en su mal francés, le relató el último concierto que el guitarrista Agustín Barrios dio allí, tras acarrear él mismo los bancos de la plaza para que la gente pudiera sentarse".
Mabel Selvetti, hija del también pionero de la aviación Leonardo Selvetti, cuenta que Antoine y su padre inauguraron el correo aéreo desde Buenos Aires hasta varias ciudades de Sudamérica, entre ellas a Asunción, pilotando los frágiles aviones Laté 25, de la empresa Latecoere.
"Él se quedó varias veces hospedado en nuestra casa, también en el Hotel del Paraguay y se iba a San Bernardino, pero en mi familia nunca comentaron del romance con Hilda. Él era un caballero francés, le gustaba la buena vida", recuerda Mabel.


Antoine e Hilda en Francia, cuando aprendían juntos a pilotar aviones.
AVENTURA. Antoine tenía 29 años cuando vino por primera vez al Paraguay. Había publicado sus dos primeros libros: El Aviador y Correo del Sur. Hilda era mayor, tenía 40, pero derrochaba sensualidad, provocando la fascinación de una mujer libre y aventurera.
"Antoine admiraba a Hilda por su especial forma de ser. La de ellos fue probablemente una relación especial, de amigos y amantes, de compinches de aventura y del placer de volar. Rodearon sus encuentros de cierta discreción, por eso probablemente esa relación casi no se menciona en la biografía oficial", dice Osvaldo Codas.
Antoine conocería en esos días, en Buenos Aires, a quien luego fue su esposa, la millonaria salvadoreña Consuelo Suncín. Hilda seguiría en Paraguay y acabaría casándose con un hombre de apellido Roger. Probablemente, ninguno de los dos olvidaría esos encuentros furtivos en el viejo hotel de San Bernardino.
–"Una noche tibia nos conocimos...".
–"Lo esencial es invisible a los ojos...".

***
El Hotel del Lago, en San Bernardino, en la actualidad. La torre de la derecha es la Suite de La Tigresa.

Entre tigres, aviones y guerra en el Chaco

La llamaban La Tigresa. Según algunas versiones, porque cazaba tigres. Osvaldo Codas afirma que fue todo lo contrario: "Ella rescataba y protegía a los tigres ante el peligro del exterminio. Tenía varios especímenes en su propiedad y la acompañaban como mascotas. Fue también una pionera del ambientalismo".
Mathilde Bertha Emma Ingenohl, Hilde o Hilda, era hija del comerciante alemán Karl Heinrich Ingenohl, de Bonn, aunque nació en París, Francia. Según algunas fuentes, como Cristian Ganser, en su libro “Historia documental de San Bernardino" (Editora Litocolor, 1997), Hilde Ingenohl habría nacido el 22 de marzo de 1874.  En otras biografías, como la del Portal del Observatorio Cultural, se menciona que nació en 1989.
Estudió música en Leipzig, con el gran maestro húngaro Arthur Nikisch. Se alistó como enfermera en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Aprendió a pilotar aviones en la École Militaire, la Escuela Militar de Francia, donde conoció a un joven Antoine de Saint Exupéry, relación que se mantendría en el tiempo.

EN PARAGUAY. Tras el final de la Primera Guerra Mundial, Hilda viajó a Montevideo, Uruguay, invitada por su amiga Grete Goetsch, quien era esposa del embajador alemán para Uruguay y Paraguay.
Hilda se dedicó a viajar por países de América del Sur, relacionándose con artistas, intelectuales y gente de mundo de la medicina. Aceptó ser directora del Hospital Alemán en Rosario, Argentina.
En 1925 llegó por primera vez al Paraguay, para visitar a sus parientes, los Weiler, dueños del Hotel del Lago en San Bernardino. Quedó encantada con el lugar y decidió adquirir una propiedad de 200 hectáreas junto al Lago Ypacaraí, en la zona del ex hotel, donde hoy funciona el Centro Residencial de Adultos Mayores del Instituto de Previsión Social (IPS).

MÚSICA."Todos recuerdan a Hilda como una mujer excéntrica, amante de los aviones, los animales y la música", narra Osvaldo Codas, uno de los principales investigadores sobre su historia.
Daba clases de música a niños y jóvenes de San Bernardino y llegó a formar una orquesta sinfónica, que ofrecía conciertos en el Hotel del Lago y en las playas de Sanber.
"Se hizo muy amiga del gran maestro Remberto Giménez, a quien donó su piano de cola, que hoy se conserva en la Escuela de Música Remberto Giménez, de Itá", relata Osvaldo.
Decidió que la Torre Norte del Hotel del Lago sería su residencia más querida y allí recibió en dos ocasiones a su amigo Antoine de Saint Exupéry, durante largos días. Solo las paredes conocen los detalles de lo que pasó allí.
Cuando estalló la Guerra del Chaco (1932-1935), Hilda fue a alistarse como aviadora, pero por su edad madura (tenía 43 años) la enrolaron como enfermera.
Ayudó a curar a muchos soldados paraguayos y compartió el dolor de ese pueblo que aprendió a amar. Luego regresó a Bonn, Alemania, donde murió en 1953, aunque algunas biografías mencionan que murió en Asunción, en 1958.
Las imprecisiones acerca de su vida y su muerte son parte de los misterios que la rodearon…

Hilda en la Guerra del Chaco, enrolada como enfermera voluntaria.

***

El Paraguay en la obra de Antoine de Saint Exupéry

“Una biznieta de Antoine de Saint-Exupéry me escribió desde Francia, contándome que en su familia saben que el famoso dibujo del sombrero, que está en el libro El
Pincipito, está inspirado en la figura de un cerro junto a un lago del Paraguay”, asegura Osvaldo Codas.
De este modo se refuerza la versión de que la imagen, que según el libro es realmente de una boa que se tragó a un elefante, reproduce la silueta del cerro Patiño, vista desde la playa de San Bernardino o desde el mirador de Altos.
En su libro Tierra de Hombres, el autor francés también nombra a nuestro país: “Me atraía, en el Paraguay, esa hierba irónica que muestra la raíz entre el pavimento de la capital y que, de parte de los bosques vírgenes, llega a ver si los hombres mantienen aún la ciudad…”.


El célebre dibujo del libro El Principito, que representa a un elefante tragado por una boa.

Vista del Cerro Patiño, al otro lado del Lago Ypacarai, desde las serranías de San Bernardino-Altos.

El periodismo como arqueólogo y guardián de la memoria

$
0
0
Una guía temática para leer y releer las #CrónicasDeLaMemoria



Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

En mi época de estudiante universitario, nuestros maestros insistían en tratar de convencernos de que los periodistas debemos trabajar esencialmente con los hechos de la actualidad y no nos corresponde hurgar mucho en el pasado, porque al público no le interesan las “noticias viejas”. En todo caso, aseguraban, esa actividad había que dejarla a los historiadores.
La cotidiana práctica de narrar historias me mostró algo diferente: Hay hechos ocurridos muy atrás en el tiempo que resultan mucho más interesantes, apasionantes y actuales que los que suceden hoy, sobre todo cuando son rescatados con un estilo narrativo que tienda puentes entre el pasado, el presente y a veces el futuro, aportando sustanciales claves de identidad.
En más de una ocasión vez me vi gratamente sorprendido, al comprobar que un reportaje sobre algún tema histórico era mucho más leído en mi blog o en el sitio web del diario en el cual trabajo, que alguna primicia impactante de actualidad.
En búsqueda de nuevos aportes, en agosto de 2017 presenté en Última Hora una nueva serie de publicaciones bajo el título genérico de #CrónicasPolémicas, a partir del hallazgo de unas publicaciones de 1959 que aportaban datos sobre la manera supuestamente trágica en que murió la ilustre primera mujer abogada y luchadora feminista del país, Serafina Dávalos.
Las crónicas sí generaron mucha polémica y hubo quien en el criterio periodístico encontró tintes sensacionalistas. Así que en las siguientes ediciones cambiamos el título por #CrónicasDeLaMemoria. Y allá fuimos, con otras historias que rescataban las andanzas del feudal Sombrero Hũ en Itapúa, o las nuevas revelaciones sobre el refugio del médico nazi Josef Mengele en Hohenau, o la más reciente historia de amor entre el escritor francés Antoine de Saint Exupéry, autor de El Principito, y una intrépida aviadora alemana en San Bernardino… cuando una lectora amiga me hizo ver que estas no eran las únicas #CrónicasDeLaMemoria, que en realidad ya había escrito varias, solo que no les puse ese título.
Fue ella quien me sugirió rescatar y hacer una guía temática de varios de estos “reportajes históricos”. En este proceso descubrí que entre los “reportajes actuales”, había mucho más que rescataban hechos del pasado más lejano (incluso de inicios de la Conquista europea, como la saga del primer Colmán en América), como de historia más reciente (el Marzo Paraguayo o la lucha de los estudiantes de #UNAnotecalles).
Más de una vez fui cuestionado por no investigar el pasado con método y rigor científico. Lo digo y repito una vez más: soy periodista, no historiador. Aunque haya quienes digan que los periodistas somos también los historiadores de lo cotidiano, creo que somos un poco más que eso: rescatistas y arqueólogos de la memoria.
Así que aquí tienen, más o menos ordenadas, los enlaces a las notas publicadas en el blog, hoy agrupadas por el hastagh #CrónicasDeLaMemoria.
Pueden entrar a las notas que les interesan directamente por los enlaces, o buscando la etiqueta común.

Encontrarán cuatro bloques temáticos:
-El primero, que denomino Reportajes de ramos generales, contiene temas muy variados.
-El segundo bloque son reportajes sobre la narcopolítica.
-El tercer bloque presenta la serie sobre los nazis en el Paraguay.
-El cuarto bloque es la serie sobre el grupo armado EPP.
-El quinto y último bloque (por ahora) rescata diversos aspectos de la dictadura stronista y la lucha por los derechos humanos.

Gracias por estar allí, al otro lado de las letras y de la pantalla.
¡Que sigan disfrutando de estas #CrónicasDeLaMemoria…!

***

1.-REPORTAJES DE RAMOS GENERALES




















***

2.-REPORTAJES SOBRE NARCO-POLÍTICA










***

3.-LA SERIE SOBRE LOS NAZIS EN EL PARAGUAY






***

4.-LA SERIE SOBRE EL EPP









***

5.-LA SERIE SOBRE LA DICTADURA STRONISTA Y LOS DERECHOS HUMANOS





















#CrónicasDeLaMemoria

Los audios que revelan la corrupción, ¿son ilegales…?

$
0
0


Sí, es ilegal grabar conversaciones telefónicas privadas. Lo pueden hacer solamente los organismos de seguridad, con la debida autorización judicial, en casos de investigaciones fiscales o policiales que persiguen un delito grave.
En cambio, la difusión pública de esos mismos audios es una materia más discutible.
La mayoría de los Códigos de Ética Periodística aconsejan que, si un medio periodístico o algún periodista recibe audios grabados de conversaciones telefónicas privadas por parte de alguna fuente, anónima o identificada, debe valorar su contenido.
En caso de que ese contenido revele la comisión de algún delito grave o denote alguna irregularidad en el actuar de alguna autoridad o personalidad pública, luego de comprobar debidamente que el audio sea auténtico y no trucado, el compromiso social del informador manda que ese contenido sea hecho público, para que la ciudadanía lo conozca y lo valore debidamente, provocando las reacciones que debería provocar en una sociedad donde las instituciones democráticas deben funcionar correctamente.
Incluso, la tradición ética sostiene que el periodista está obligado a difundir una información a la que ha accedido, y que es de interés público, aún a riego de someterse a una posible querella judicial o eventualmente a terminar en la cárcel, debido a que esa información pudo haber sido obtenida ilegalmente.
No importa. Es aquí cuando lo ético no necesariamente coincide con lo legal, y cuando lo público prima sobre lo privado.

***

En la historia del periodismo mundial hay muchos antecedentes de casos similares, como los Papeles del Pentágono y las cintas del Caso Watergate, difundidos por The New York Times y el Washington Post, a mediados del Siglo XX,  hasta los más recientes casos de WikiLeaks y los Panamá Papers, de publicación mundial.
En el Paraguay también tenemos numerosos casos, como los audios de los 90 que hablaban del “dulce de mamón con palito” (revelando una conversación entre un alto general del Ejército paraguayo y una modelo, en medio de investigaciones sobre contrabando de autos y narcotráfico), incluso precedentes de sentencias judiciales, como el levantamiento a un intento de censura al programa televisivo “El Ojo” en los 90, cuando la modelo y empresaria Zuni Castiñeira logró impedir que se emita un capítulo del programa realizado por Augusto  Barreto y Menchi Barriocanal, que la involucraba, alegando que lesionaba su intimidad, pero luego la Justicia levantó la prohibición, destacando justamente que el interés público prima sobre lo privado en materia de libertad de expresión.

***

En el caso de los audios revelados en la mañana de este jueves 14 de diciembre por la colega Mabel Rehnfeldt en la emisora ABC Cardinal, rige el mismo principio. No se ha dicho quien grabó ilegalmente las conversaciones, ya que la Constitución Nacional nos ampara a los periodistas mantener la confidencialidad de nuestras fuentes, pero el contenido de los audios se impone por su propio peso. Son de interés público, porque revelan (una vez más) la podredumbre de nuestro sistema de Justicia y la impunidad de la mafia política.
Para quienes todavía cuestionan más la forma que el contenido (porque probablemente es su forma de intentar defender lo indefendible), van estos detalles:

1).-El Manifiesto Ético para Periodistas del Paraguay, elaborado en 2012 con apoyo de la organización Semillas para la Democracia, en su artículo 6°, dice: “Respetar la vida privada y la dignidad de las personas. En caso de que un hecho íntimo deba divulgarse, deberá prevalecer el interés público sobre el privado…”.

2).-El Código de Ética del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), elaborado en 1999, en su artículo 9°, señala: “Los periodistas deben respetar la vida privada de las personas, y no deben publicar noticias sobre la vida íntima de los ciudadanos, salvo cuando sea de claro y relevante interés público o esté prescrito por la ley”.

3).-El Código de Ética del Diario Última Hora, elaborado en 2010 por los periodistas del medio, en su artículo 10° declara: “El diario Última Hora respeta el derecho a la vida, a la intimidad, a la honra y a la propia imagen. Este derecho sin embargo, acaba cuando la acción tiene trascendencia pública. Es el caso, por ejemplo, de los gobernantes, funcionarios y otras figuras públicas”.

-------------------

Más detalles sobre el caso:





Un "pesebre ecológico" despierta gran admiración en Isla Pucú

$
0
0


Un gigante y artístico pesebre, realizado con más de 4.000 botellas de plástico reciclado, es motivo de admiración en la ciclovía de Isla Pucú, Cordillera. Es obra del joven pintor y escultor Diego Martín Diarte, quien también exhibe un imponente retablo de semillas en la iglesia local.

Historias de #Navidad

Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman
Fotos y video: Desirée Esquivel
Edición de video: Mathias Melgarejo


Estaban destinados a convertirse en basura... pero se volvieron objetos de arte y hoy brindan el rostro de una de las Navidades originalmente más atractivas del Paraguay a la histórica ciudad de Isla Pucú, en el Departamento de Cordillera.
El "pesebre ecológico", instalado en la ciclovía de entrada a la localidad cordillerana, está hecho con botellas de plástico que habían sido fabricadas para una conocida marca de aguardiente de caña, pero acabaron defectuosas y el joven pintor y escultor local Diego Martín Diarte quiso darles un mejor destino.
"¿Qué mejor que convertir la basura en arte, aprovechando esta época de Navidad para transmitir un mensaje sobre la necesidad de reciclar los plásticos y cuidar el medio ambiente?", propone Diego, quien convenció al intendente municipal de Isla Pucú, Hugo Fleitas, de patrocinar la obra artística que actualmente es la mayor atracción en la comunidad.
Se trata de un gran pesebre con siete enormes figuras de 2,5 metros de altura, que representan a San José, la Virgen María, el Niño Jesús (el único más pequeño), el Ángel Gabriel y los tres Reyes Magos, armado con más de 4.000 botellas, pintadas con diversos colores. Cada figura lleva más de 500 botellas, salvo el Niño Jesús, que lleva un poco menos.
"Ya había hecho una primera versión el año pasado, solo con las figuras de San José, María, el Niño y el Ángel, pero este año quisimos hacer algo mucho mayor y le agregamos a los tres Reyes Magos, poniéndolos además en un sitio más visible, en la ciclovía de la entrada a la ciudad", explica Diego.
Los viajeros que pasan en auto por la ruta que une a Eusebio Ayala con Caraguatay no pueden evitar detenerse a observar el pesebre, tomarse fotos y selfies para el recuerdo. El pesebre es particularmente atractivo en horas de la noche, cuando unos potentes reflectores lo iluminan y le dan un aire mágico, con aires navideños.

Diego Martín Diarte entre las figuras de su creación, en el pesebre ecológico gigante de Isla Pucú.

Una ciudad con toque ambiental y artístico

A 84 kilómetros al este de Asunción, Isla Pucú era conocida antiguamente como Ka'aguy juru, lugar donde el 18 de agosto de 1869 se libró la última gran batalla de la Campaña de las Cordilleras, durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).
De aquel tupido bosque que se iniciaba allí, tras los campos de Acosta Ñu, no queda casi nada. Todo ha sido deforestado con el tiempo, pero las actuales autoridades y los pobladores buscan darle a la comunidad un toque ambiental y artístico, rescatando el valor de la historia y agregándole obras de arte regional y paisajístico.
Antes de llegar a la ciudad, al costado de la ruta, un enorme mural recrea un cuadro de la Batalla de Ka'aguy juru, junto a enormes letras con el nombre de Isla Pucú. Más allá, un pintoresco portal da la bienvenida, en medio de un jardín de frondosos árboles con los troncos pintados con los colores de la bandera paraguaya.
La ciclovía es, a la vez, una galería de arte al aire libre, donde ahora se exhibe el pesebre ecológico, cuyas piezas estarán instaladas hasta febrero. Al término del recorrido está el mural Tupasy del Rosario, también realizado por Diego Martín Diarte, que rinde homenaje a la santa patrona, la Virgen del Rosario y rescata parte de la historia en torno a la imagen.
"En tiempo de la Guerra de la Triple Alianza, poco antes de la batalla de Ka'aguy juru, una familia que venía huyendo de los invasores trajo una imagen de la Virgen del Rosario, que protegió al pueblo. En mi obra, de estilo mosaico, reproduzco esa imagen y un fragmento de la cruz de madera que quedó chamuscada en el combate", cuenta Diego.
El mural tiene tres metros de alto por dos de ancho, y la técnica es de mosaico con venecitas, azulejos, espejos y cristales reciclados. El mural ha sido declarado patrimonio cultural de la ciudad por la Junta Municipal de Isla Pucú.

Los retablos hechos con semillas, en el templo parroquial de la Virgen del Rosario, en Isla Pucú.

Creando arte con semillas

En el interior de la histórica iglesia de Isla Pucú, el templo parroquial de Nuestra Señora del Rosario, hay otras dos significativas obras de Diego Martín Diarte.
Se trata de dos enormes retablos realizados enteramente con semillas vegetales, inspirados en la obra del artista misionero Koki Ruiz, quien realizó el retablo de maíz para la visita del papa Francisco al Paraguay, en 2015.
"La obra de Koki me inspiró en la técnica utilizada, aunque mi estilo es diferente", explica Diego, quien en 2016 hizo un primer retablo de semillas en homenaje a la Virgen de Caacupé, que actualmente se guarda en la Basílica menor de la capital cordillerana.
En la Iglesia de Isla Pucú hay un retablo tras el altar, y uno más nuevo a un costado, que es más imponente y ha sido trabajado con una técnica mucho más cuidada, incorporando luces de colores, por lo que es recomendable observarlo de noche. Muestra a un Jesús con los brazos abiertos, con un enorme corazón en cuyo interior está la imagen de la Virgen.
El cuadro tiene cuatro metros de alto y tres de ancho y en su elaboración se usaron más de 97 kilos de 19 tipos de semillas, principalmente de maíz, arroz, porotos de varios tipos y colores, girasol, lino, soja, mijo, alpiste, melón, arroz, sésamo y semillas exóticas como la leucaena, todos en color natural, apenas resaltados por un barniz que le da protección. Le llevó 45 días de trabajo y contó con la colaboración de varios jóvenes de la comunidad.
Diego tiene 23 años, es ingeniero comercial y licenciado en administración de empresas. Se declara artista autodidacta, ya que no tiene ningún estudio académico en pintura o escultura.
"Siempre me gustó crear obras artísticas, desde niño, y quiero contribuir a que mi comunidad sea conocida por la expresión de su arte y el rescate de su historia, que la gente venga a mirar y conozca a Isla Pucú como un lugar donde también creamos cultura", destaca.
Afuera, varios autos se detienen frente al pesebre ecológico. Es noche cerrada y las imágenes parecen salidas de un cuadro de fantasía. Un niño se desprende de la mano de sus padres y corre a abrazar al otro niño acostado en el pesebre, y posa sonriente para la foto.
-¡Mirá, mamá...! ¡Es un mita'i hecho de botellas! –exclama.
Y luego, mirando a sus progenitores con un tono de reproche:
-¡Y nosotros, que siempre tiramos nuestras botellas...!



Adiós mante, Ña Rosa...

$
0
0

Llegaba puntualmente cada fin de mes a la Redacción del diario, cargando a pulso su enorme bolso y unas cajas, junto a alguna de sus hijas. Venía en ómnibus desde Itá y caminaba las calles ardientes de la ciudad para llegar a instalarse en la recepción, cuyos sillones y mesas de visitas ocupaba desplegando sus artísticas figuras como si fuera un improvisado museo de obras de cerámica.
-Mirá, este hice para vos, nemba'erâite -me decía, mostrándome alguna de sus nuevas esculturas en barro, a veces un sapo con una máquina de escribir, a veces una luna melancólica, a veces una mujer con una enorme panza abierta que a la vez era como una cálida cueva en donde guardar los afectos…
Ella era morena, campesina, dicharachera, pícara, eterna niña juguetona, mentirosa impenitente y por sobre todo una creativa creadora que supo proyectar el humilde y sacrificado oficio de la artesanía popular a un nivel universal, para ganarse el mote mediático que portaba con orgullo marketinero.
-¡Buen día, che ha’e Rosa Britez, la Ceramista de América…!–se presentaba con su peculiar encanto, cada vez que llegábamos a su pintoresco hogar taller, en Itá, acompañando a algún visitante extranjero, atraído por su leyenda.
La conocí en los años 80, cuando yo era un joven novato periodista cazador de historias y ella empezaba a escandalizar al pacato ambiente de los fabricantes de artesanía for export, con sus creaciones irreverentes, principalmente con sus figuras eróticas que vendrían a conformar el peculiar kamasutra paraguayo.
-¿Cómo te inspiraste para crear tantas posiciones amatorias, Ña Rosa…?–le preguntábamos entonces.
-E’a, yo practiqué cada una de las más de 80 posiciones con mi marido, para poder hacer las figuras bien reales –contestaba… y luego se mataba de risa.
En octubre de 2013, cuando Última Hora cumplió 40 años, hicimos un homenaje a 40 personalidades que se destacaron por sus aportes a la sociedad en esas cuatro décadas del Paraguay, y ella figuraba como una de las más votadas por los compañeros y compañeras del diario. Acudió radiante y feliz al homenaje, a recibir su premio. De entonces es esta foto que una compañera nos sacó, luego de compartir algunas copas de champan e intercambiar muchas anécdotas.
Esa noche nos volvió a contar por milésima vez su historia de cuando viajó sola y por primera vez en avión a Estados Unidos para exponer sus obras, y el gran Michael Jackson le compró una de sus colecciones.
En los últimos años empezaron a disminuir sus visitas al diario. Hace poco menos de un año vino por última vez, ya con su salud muy deteriorada y la tuvimos que ayudar a subir las escaleras. Una vez más tuvimos que convocar a la solidaridad ciudadana para ayudarle a pagar su tratamiento. Lo que cobraba por sus obras nunca le alcanzaba…
Esta madrugada ella cerró sus ojos, por última vez. Prefiero recordarla así como era, con su pícara y eterna sonrisa, y sobre todo por esas manos pequeñas y morenas, rugosas, juguetonas, que cuando tocaban el barro húmedo eran capaces de crear maravillas…
Que descanses en paz mante, querida ña Rosa…  




El coronel no tiene quién le traiga

$
0
0

Iba a inaugurarse el 7 de octubre de 2017, pero nunca llegó. El intendente ensayó contradictorias justificaciones. Hay un cuestionado costo de G. 300 millones, misterios, varios memes y una novelesca historia.


Andrés Colmán Gutiérrez
Audiovisual: Mathías Melgarejo
CORONEL OVIEDO, CAAGUAZÚ

En la histórica rotonda del cruce de las rutas 2, 3, 7 y 8, en la ciudad de Coronel Oviedo, hay un paseo central con bancos, jardines y carteles que conducen a un coqueto pedestal con la inscripción: "Monumento al coronel Florentín Oviedo". Solo que el pedestal está vacío y la anunciada estatua al héroe militar que le da nombre a la ciudad... no está.
"Es una estafa a la ciudadanía. Se habla de una inversión de G. 300 millones con la estatua del coronel Oviedo, que debía inaugurarse el 7 de octubre, en el aniversario de la ciudad, pero el monumento nunca llegó y las contradictorias excusas que da el intendente municipal, Eladio González Torres, son motivo de burla. Hasta parece un cuento de Gabriel García Márquez", dice la conocida escritora ovetense Albys Paredes.
En las redes sociales de internet, los usuarios se divierten creando memes con las figuras más pintorescas sobre el pedestal vacío, desde el Luisón y el Pombero, hasta el famoso Negro del WhatsApp. Los niños y jóvenes han convertido en un juego subirse al pedestal para tomarse fotos con poses de estatuas.

MISTERIO."¿Quién pagará por la estatua de la rotonda?", pregunta un reportaje de Oviedo Press, el medio digital local que desde hace siete meses sigue el caso de la estatua del Coronel Oviedo, como si fuera una novela política, planteando sospechas de un posible caso de corrupción en torno a las obras.
"El financiamiento de las obras se manejó con hermetismo. El intendente González negó información a la prensa y a los concejales. Recurrimos a Contrataciones Públicas para saber que se adjudicó una primera obra de 'hermoseamiento' por G. 98 millones a la empresa Alquimia SA y luego otra etapa, que destruyó partes de la primera, a otra empresa, por G. 85.575.000, más la estatua, que nadie sabía quién iba a pagar, por G. 120 millones. Son casi G. 300 millones invertidos en una rotonda", relata el periodista Cristian Bianciotto, editor de Oviedo Press.
La estatua fue encargada al conocido escultor argentino Gerónimo Villalba, autor de estatuas de San Martín y Néstor Kirchner, pero hubo confusión acerca de quién iba a pagar el precio de USD 20.000, para traer el monumento desde Buenos Aires.

TUKÃ'E KAÑY."Se estaría llegando a un acuerdo para que el pago de la estatua lo realice una embajada finalmente, eso implica cero erogaciones del Municipio ovetense", sostuvo Rodi González, hermano del intendente y asesor cultural del mismo, el 7 de julio.
Al día siguiente, el jefe comunal lo contradijo y aseguró que el Gobierno departamental, a cargo del gobernador Mario Varela, se encargaría de pagar los USD 20.000.
El festival de equívocos siguió en torno al lugar en donde se encontraría el monumento, generando algo muy similar al folclórico juego infantil de las escondidas o tukã'e kañy.
El 24 de octubre, Oviedo Press publicó la foto de un camión de la Municipalidad, conducido por el funcionario Carlos Ruiz Díaz, que había ido hasta Buenos Aires a buscar la estatua, pero debió regresar vacío, porque aparentemente no se pagó por la obra al escultor. "El camión partió en medio de una fiesta, pero un mes después volvió sin la carga", relata Cristian Bianciotto.
Esa misma semana, el intendente aseguró al periodista radial Juan Pastor González, en Radio América, que la estatua ya estaba en Coronel Oviedo, pero no podía mostrarla al público porque "estaba siendo pulida".
Posteriormente, en otras declaraciones periodísticas (la mayoría de ellas están grabadas en video), aseguró que la estatua estaba detenida en la frontera con Argentina, por trámites burocráticos. Luego dijo que la estatua "tuvo que ser llevada de nuevo a Buenos Aires", sin explicar el motivo. Y en otro momento, cuando los periodistas lo acosaron con preguntas sobre el paradero de la obra, respondió: "Me reservo el derecho a decir dónde está, para evitar suspicacias".

POCO SERIO."No cuestionamos la importancia de la obra, sino la falta de seriedad de nuestras autoridades y la necesidad de actuar con mayor transparencia, cuando se administra el dinero público", sostiene Cristian Bianciotto.
Al igual que el literario Coronel de García Márquez y sus cartas, el héroe Florentín Oviedo sigue esperando quién le traiga su estatua.

El intendente Eladio González (de espaldas), retirándose tras eludir una primera entrevista.

Eladio: "La ansiedad me jugó en contra"

"Tengo que reconocer que la ansiedad me jugó en contra, al igual que el patriotismo que siento por mi ciudad, y por eso dije muchas cosas que no debía decir antes de que llegue la estatua", indicó el intendente municipal de Coronel Oviedo, Eladio González Torres.
A la mañana, el jefe comunal intentó evitar la entrevista porque se encontraba "muy ocupado". Tras una charla en la calle, nos citó para después del mediodía; pero no apareció por su oficina. En horas de la tarde se comunicó por teléfono y acudió hasta el restaurante, donde estábamos almorzando, en donde aceptó ser entrevistado con mucha gentileza.
"Hago una autocrítica, no pudimos completar a tiempo el proceso de traer la estatua, por mi falta de experiencia en realizar gestiones burocráticas internacionales, pero ya está todo encaminado y espero que muy pronto tengamos instalado el monumento", destacó.

COSTO. González Torres confirmó que el costo de la estatua será de USD 20.000 y aseguró "a modo de primicia" que el Gobierno departamental de Caaguazú, a cargo del gobernador Mario Varela, será el que pagará por la obra.
Sobre las distintas versiones de idas y vueltas de la estatua, reconoció que es verdad que un camión de la Municipalidad fue hasta Buenos Aires y tuvo que regresar sin la carga. "Todo eso fue por mi falta de experiencia, pero estamos aprendiendo", insistió.
Aseguró que no le molestan los muchos memes y las burlas que se hacen en internet sobre "la estatua invisible". "Por el contrario, me encantan que hagan chistes, porque eso significa que el tema le interesa a la población", indicó.
No quiso anunciar cuándo llegará la obra: "Ya aprendí. Recién cuando la estatua pase el peaje de Coronel Oviedo, les voy a avisar".


Uno de los muchos memes que corrieron en las redes sociales, acerca de la estatua ausente.

Las versiones del intendente

-"El monumento ya está terminado en Buenos Aires".
-"Ya llegó, estamos esperando el momento para instalar".
-"Está en la frontera".
-"Ya está en Paraguay, se está puliendo".
-"Se retuvo en la frontera por falta de gestión".
-"Ya se liberó en la frontera, cuando cruce el peaje yo les aviso".
-"Tuvo que regresar a Buenos Aires".
-"Me reservo el derecho a decir dónde está para evitar suspicacias".

Fuente: Oviedo Press

La única imagen conocida hasta ahora de la estatua, en Buenos Aires.

El escultor confirma que aún no se pagó por la estatua 

Desmintiendo al intendente Eladio González, Jerónimo Villalba afirma que la obra no salió de Buenos Aires, porque se adeuda el costo íntegro de USD 23.400. Espera que pueda llegar pronto al Paraguay.

"Está retenido en la frontera", "ya está en Paraguay, se está puliendo", "tuvo que regresar a Buenos Aires", son algunas de las versiones que había dado el intendente municipal de Coronel Oviedo, Eladio González Torres, sobre la demora en inaugurar el monumento dedicado al coronel Florentín Oviedo en la rotonda del cruce internacional de la ciudad. La obra debía inaugurarse en octubre del 2017, pero hasta ahora el pedestal sigue vacío.
Desde Buenos Aires, en una entrevista realizada a través de internet, el escultor argentino Jerónimo Villalba, asegura que la obra nunca salió del taller de la firma Arte Villalba, en la calle Pico 4681, donde aguarda ser retirada, una vez que se proceda al pago íntegro.
"El valor final del monumento, con impuestos incluidos, es de 23.400 dólares. No recibí ningún dinero de adelanto por la realización de la obra, hasta el día de la fecha. El valor adeudado es por el total del monumento", refiere el artista.

MENTIRA. La afirmación del escultor pone en entredicho otra afirmación del intendente González Torres, quien ayer, en un programa radial en Coronel Oviedo, aseguró que "ya está desembolsada la primera mitad" del costo de la estatua.
Villalba sostiene que hasta ahora no cobró "ningún dinero". Ni siquiera recibió un adelanto para realizar la obra, como generalmente se estila en este tipo de trabajo.
"El no haber recibido un adelanto fue un inconveniente para mí, ya que tuve que financiarme yo mismo todos los gastos que tuve en los siete meses de la obra. Estos gastos representan un 50% del total de la obra, por lo cual espero que se solucionen rápidamente las cuestiones burocráticas y se realice el pago", indica.

DEUDA.Jerónimo tiene 36 años y es hijo del gran escultor argentino Miguel Ángel Villalba, realizador de grandes obras escultóricas.
"El Municipio de Coronel Oviedo me encargó el monumento a principios del 2017, por intermedio de Rodi González (hermano del intendente), con quien tuvimos una conversación muy fluida y cálida desde el comienzo", relata.
Se hizo un diseño para reacondicionar la rotonda, una investigación sobre la vestimenta del coronel Florentín Oviedo y tras siete meses de trabajo, la obra culminó en noviembre del 2017.
"La obra fue culminada en la fecha acordada. En aquel momento vino un camión a Buenos Aires a retirarla y finalmente el pago nunca se realizó, por lo tanto, no pudieron retirar el monumento. Entiendo que a veces las cuestiones burocráticas frenan procesos que deberían ser más dinámicos. Tuvimos un pequeño inconveniente en los papeles realizados aquí, en Buenos Aires, pero eso se solucionó rápidamente", señala.

ANÉCDOTA.Jerónimo Villalba le resta importancia a los problemas que surgieron.
"Una vez que se inaugure el monumento, estos problemas quedarán solo como una anécdota y lo que quedará por siempre es el monumento, por eso valoro mucho el entusiasmo y el interés de Rodi González en realizar la obra".
El escultor quiere venir al Paraguay cuando se inaugure la obra. "Más allá de estos problemas de pago circunstanciales, lo que quedará finalmente es un monumento que embellecerá la ciudad, generará lazos entre los que la habitan y cuentan su propia historia como nación. No hay nada mejor para una nación que tener memoria y rememorar a sus héroes, porque esto forja identidad y arraigo en su propia tierra", destaca.
----------------

González insiste en que ya se pagó la mitad de la obra

“Decí la verdad: Nda pagai gueteri ha upeare nda guerui (no pagué todavía y por eso no traje)”, le recriminó ayer el periodista ovetense Mariano Godoy al intendente municipal de Coronel Oviedo, Eladio González Torres, durante una entrevista en la emisora local RCO, sobre la polémica por la ausencia de la estatua del coronel Florentín Oviedo, que debió inaugurarse el 7 de octubre, en la rotonda de la ciudad.
 “No, ya está desembolsada la primera mitad”, contestó el intendente, y volvió a repetir la misma afirmación.
Casi a la misma hora, en la Redacción de Última Hora recibíamos un correo electrónico desde Buenos Aires del escultor Jerónimo Villalba, autor de la obra, en la que aseguraba que hasta entonces no había recibido “ningún dinero” por la realización de la obra. Y que “el valor adeudado es por el total del valor del monumento”. ¿A quién desembolsó entonces el intendente “la primera mitad”?

DIFERENCIAS. También existen diferencias en los montos de dinero que manejan el jefe comunal y el escultor.
González Torres sostiene que la obra tiene un costo de USD 20.000, mientras Jerónimo Villalba afirma que es de USD 23.400.
En el programa radial, Gonzáles Torres dijo ser víctima de “las mentiras” de periodistas a quienes molesta que su movimiento político (Colorado Añetete) haya ganado las últimas elecciones.
Reiteró que el Gobierno departamental pagará por la estatua, pero no pudo determinar en qué fecha llegará la obra para ser instalada en la rotonda del cruce internacional de Coronel Oviedo.

El escultor Jerónimo Villalba, trabajando en su talles de Buenos Aires.
Jerónimo Villalba: “El pago final nunca se realizó, por lo tanto no pudieron retirar el monumento”

(A continuación, la versión completa de la entrevista mantenida con el escultor argentino Jerónimo Villalba, según el cuestionario que respondió vía correo electrónico. En el material publicado en Última Hora se editó, por limitaciones de espacio…)


1.-¿Es verdad que usted recibió el encargo de realizar una estatua del héroe paraguayo Coronel Florentín Oviedo, por parte del municipio de Coronel Oviedo, Paraguay?
-El municipio de Coronel Oviedo me encargó el monumento a principios del 2017, por intermedio de Rodi de Jesús Gonzáles, con quien tuvimos una conversación muy fluida y muy cálida desde el comienzo. Ya nos habíamos conocido hace un par de años, en una charla sobre historia del Río De La Plata en Buenos Aires, aquella vez pensamos en la posibilidad de realizar una obra como la que se llevó a cabo.
Me interesó mucho la propuesta, porque creo que hay que rememorar a los héroes de la guerra Grande, y realizar una escultura en homenaje a uno de los estandartes del ejercito paraguayo, lo sentí siempre como un gran placer y creo también que detrás de las figuras patrióticas como Florentín Oviedo hay un fuerte sentido de arraigo y pertenencia a estas tierras rioplatenses.
Al comienzo hicimos un diseño sobre cómo habría que reacondicionar el cruce internacional, luego se hizo una investigación sobre la vestimenta del Coronel. Rody me dio información muy precisa sobre cómo era el uniforme, me marcó cada detalle y a partir de ahí empecé a hacer la escultura.
Luego de 7 meses de trabajo arduo e intenso, la obra fue culminada en el mes de noviembre. En cuanto a lo artístico, estoy muy contento y satisfecho, creo que le puse mucho entusiasmo a la obra y eso se ve reflejado en el trabajo final. No te puedo mandar imágenes, porque es mejor esperar a la inauguración.

-¿En qué estado se encuentra la obra? ¿Por qué no ha podido ser entregada aun?
-La obra fue culminada en la fecha acordada. En aquel momento vino un camión a Buenos Aires a retirarla y finalmente el pago final nunca se realizó, por lo tanto no pudieron retirar el monumento. Entiendo que a veces las cuestiones burocráticas frenan procesos que deberían ser más dinámicos. Tuvimos un pequeño inconveniente en los papeles realizados, aquí en Buenos Aires, pero eso se solucionó rápidamente.
Creo que una vez que se inaugure el monumento estos problemas quedaran solo como una anécdota y lo que quedará por siempre es el monumento, por eso valoro mucho el entusiasmo y el interés de Rodi Gonzalez en realizar la obra, porque más allá de estos problemas de pago circunstanciales, lo que quedará finalmente es un monumento que embellece a la ciudad, genera lazos entre los que la habitan  y cuenta su propia historia como Nación y no hay nada mejor para una Nación que tener memoria y rememorar a sus héroes, porque esto forja identidad y arraigo en su propia tierra.

-¿Podría informarnos cuánto es el costo real que ha presupuestado Arte Villalba, para la realización de la obra?
- El valor final del monumento con impuestos incluidos es de 23.400 dólares. No recibí ningún dinero de adelanto por la realización de la obra, hasta el día de la fecha. El valor adeudado es por el total del monumento.
El no haber recibido un adelanto fue un inconveniente para mí, ya que tuve que financiarme yo mismo todos los gastos que tuve en los 7 meses de la obra. Estos gastos representan un 50% del total de la obra, por lo cual espero que se solucionen rápidamente las cuestiones burocráticas y se realice el pago.

-Agradeceríamos cualquier otro dato que considere importante compartir, acerca del proceso de realización y entrega de esta obra.
-Tengo un gran deseo de poder viajar a Coronel Oviedo para la inauguración del monumento. Soy un escultor joven pero con trayectoria, tengo 36 años. En el año 1987,  cuando yo tenía 6 años, mi padre (Miguel Ángel Villalba, escultor también) realizó un monumento en conmemoración a la guerra Grande.
La obra se llama "Monumento a la paz y la amistad de los Pueblos" y se encuentra en Paso De Los Libres, Corrientes. Por lo tanto, haber realizado este trabajo me fue muy gratificante, porque siempre tuve presente en el proceso de trabajo aquella obra escultórica de mi padre, que yo miraba con tanto asombro desde muy chico y que me marcó para toda la vida. Espero que esta obra escultórica deje también huellas en aquellos niños  que la aprecien.




¿Quién fue el coronel Florentín Oviedo?

(Biografía elaborada por la abogada, investigadora y escritora ovetense Mónica Soledad Duarte, en su blog).

1800. La familia Oviedo emigra de la zona de Misiones hasta instalarse en Villarrica
1840. Nace en Villarrica Florentín Oviedo, hijo de don Juan José Barrios y Doña María Antonia Oviedo
1858/60. (no preciso) Alumno sobresaliente de la Escuela del maestro Fermín López. Es becado por Carlos Antonio López para estudiar en Europa, sin poder concretarlo
1864. Participó en la Guerra de la Triple Alianza. Entró como recluta en el Batallón 22 destacado en el Campamento Cerro León. 1865 era cabo. Participó en la Campaña de Corrientes, donde ganó. Estuvo en Corrales y ganó la Cruz de Plata conferida por el Mcal. López. La más alta condecoración conocida, distinción que sólo han tenido 20 oficiales. Asciende a Alférez. 
1866. Grado de Alférez, Batalla de Boquerón. Recibe dos heridas de bala en el pecho. 
1867. Noviembre. Fue ascendido a Tte. 2do. Seguidamente el Mcal. López le ascendió a Tte. 1ero. Al mismo tiempo, recibe la medalla de la Estrella de Caballero de la Orden Nacional del Mérito (Dos ascensos en un solo día)
1868. Batalla de Yasy-y- Asciende como Capitán. Herido en la pierna.
1868. Batalla de Lomas Valentinas, donde recibió una bala que le destrozó el maxilar inferior. En Cerro León- recibe el despacho de Sargento Mayor. En Batalla Diarte ganó el Ascenso de Tte. Coronel.
1869.Última Batalla, de Acosta Ñu, donde recibió el nombre “El temerario de Acosta Ñu”, era lugarteniente. Fue llevado a Rio de Janeiro en Cautiverio. El Emperador le ofreció el grado de General y un buen sueldo, pero él rehusó indignado por el ofrecimiento.
1873. Vuelve al país. 
1875. Asciende a Coronel (documento obrante en el Museo Seraffini)
1875/79. Miembro de la Comisión de Calificaciones del Servicio Militar. Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército.
1879. Nombrado Comandante Militar y Jefe Político de Ajos, Caaguazú, San Joaquín, Yhú y Caaguazú por Bernardino Caballero. Desde este año reside en Ajos.
1880/83. (no preciso) tomó como esposa a María Lucía Rodríguez.
1887. Forma parte de la movilización del Club Político, Centro Democrático en Villarrica.
1900. En Febrero recibe una pensión por el Ministerio de Guerra y Marina (documento Museo Seraffini)
1915. (no preciso) Juez de Paz de Ajos.
1931. La ciudad de Ajos adopta el nombre de Coronel Oviedo. Mediante el Decreto N° 39296 del 5 de Febrero, firmado por el presidente José P. Guggiari y convertido en Ley de la Nación por Ley 1219 del 12 de Agosto de 1931. La Comisión de cambio de nombre estuvo conformado por grandes hombres de la época que solicitaron el cambio de nombre, y se realizó un acto en la plaza del pueblo. Le fue entregado al Coronel la copia del decreto en su lecho de enfermo por ex presidente Eduardo Schaerer.
1932. Durante la Guerra del Chaco un Regimiento de Caballería el RC- 10 creado durante la guerra, lleva su heroico nombre.
1935. Muere el 11 de Octubre en Coronel Oviedo, la ciudad que lleva su nombre, a los 95 años. En nuestros días, la ciudad, así como calles y centros educativos de otras ciudades lleva su nombre. Sus restos están en el Cementerio en la casa donde él vivió, quedando muy pocos descendientes.

Fuentes consultadas: Archivos de Doña Ida Aranda de Martínez, “Hombres y épocas del Paraguay” Arturo Bray, “Liberales ilustres” de Arturo Bordón; Museo Seraffini, Elaboración de Mónica Soledad Duarte en el libro RESEÑAHISTORICA DE AJOS CORONEL OVIEDO – Delio Vera Navarro- Antonio Vera Venialgo- Mónica Soledad Duarte Edic. Litocolor 2005- Pág. 82-83.-

Cambio de look

$
0
0

Hasta que saltó el escándalo de los audios filtrados, revelando graves delitos de corrupción y tráfico de influencia en el ámbito político y judicial, la opinión pública prácticamente desconocía la existencia del entonces secretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Raúl Fernández Lippmann.
El funcionario, que no solo era el operador clave de su hasta entonces todopoderoso jefe, el senador colorado cartista y presidente del JEM, Oscar González Daher, en las presuntas actividades ilícitas de cobros de sobornos y arreglos extrajudiciales, sino que ejercía mayor poder que el propio “padrino”, había logrado hasta entonces lo que todo negociador en las sombras más anhela: permanecer invisible ante la órbita de los medios.
Cuando “Raulito” se convirtió en sorpresiva celebridad mediática, gracias a su voz en los audios grabados de conversaciones telefónicas, todas las Redacciones buscaron con desesperación fotografías suyas para ilustrar el vendaval de materiales periodísticos. Pero, oh sorpresa, había una sola foto disponible, la que hubo que publicar y seguir publicando hasta el cansancio, ya que el hombre se había ocupado de borrar concienzudamente su imagen en las redes sociales.
En esa principal foto, multiplicada en Google, el secretario aparece serio y pulcro, con el rostro afeitado, el pelo corto y bien peinado, mirando a cámara detrás de unos elegantes anteojos. Es la imagen de un buen burócrata, de un abogado distinguido, de un funcionario flaco y pequeño, aunque recio, que si mi abuela la hubiera visto diría que es difícil de creer que alguien así haya hecho todo lo que dicen que hizo.
Después aparecieron un par de fotos más, que solo reforzaban la misma imagen estereotipada de Raúl, imagen que a esta altura ya forma parte de la cultura popular mediática o del inconsciente colectivo.
Hasta que en estos días se filtró otra foto (sí, las fotos también se filtran; no solo los audios), en donde se ve a un Raúl muy diferente: barba crecida, sin lentes, remera suelta y casual, sombrero bombín a lo Sabina, sonrisa burlona ante la cámara, posando ante una torta de cumpleaños con velas que forman su nombre.
La verdad, no recuerdo un cambio de look tan radical desde aquella vez en que el polémico fiscal Rogelio Ortuzar cambió su uniforme guerrero de Rambo subtropical por su actual tenida hípster.
Probablemente estos detalles no significan nada (o sí), pero hacen las delicias de quienes buscamos construir historias literarias en torno a los símbolos.
Me quedan las ganas de ver qué imagen adoptará Raúl, el día en que la Justicia lo condene por los delitos de los que se lo acusa… si acaso eso llegara a pasar.


The Post: el debate entre lo “ilegal” y el interés público en la prensa

$
0
0

A quienes siguen sosteniendo que los audios revelados sobre los negociados de González Daher, Fernández Lippmann, Caballero, Ortíz y otros “héroes”, no deberían ser publicados por la prensa ni utilizados como punto de partida para procesos judiciales, porque presuntamente fueron grabados de forma ilegal, les haría muy bien ver “The Post”, la nueva película dirigida por el gran cineasta norteamericano Steven Spielberg, con Tom Hanks y Meryl Streep como protagonistas principales.
En su nueva producción, nominada a los premios Oscar, Spielberg recrea el conflicto periodístico que vivieron los editores del diario The Washington Post y también del New York Times, a inicios de los años 70, cuando accedieron a documentos secretos del Pentágono, filtrados por el analista Daniel Ellsberg, revelando que al menos cuatro administraciones en el Gobierno venían mintiendo al pueblo estadounidense acerca de los graves crímenes que cometían durante la Guerra del Vietnam.
En Estados Unidos, los documentos estaban protegidos legalmente y su divulgación implicaba una violación de la “seguridad nacional”. Además, en la Constitución norteamericana no existe la figura de la confidencialidad de fuentes (que si existe en el Paraguay –artículo 29- y en varios otros países) y el periodista, si es exigido por la Justicia a revelar quién le entregó un documento valioso, debe decidir entre traicionar a su fuente o ir preso “por obstrucción de la Justicia”.
La película (como puede verse en el tráiler) trabaja sobre el conflicto al que se vieron sometidos los editores y dueños del periódico, ante una orden judicial de no publicar los “papeles del Pentágono”, de que si la desobedecían no solamente corrían el riesgo de ir todos presos, si no de que la propia compañía editorial pudiese ser llevada a la quiebra y desaparezca.
Los periódicos desobedecieron a la Justicia y siguieron publicando los documentos, que revelaban bombardeos contra poblaciones civiles entre otros crímenes de guerra. La justificación que usaron era que “el derecho de la ciudadanía a enterarse de la verdad” estaba incluso por encima de la propia Ley.
El 30 de junio de 1972, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió, por seis votos contra tres, que los mandatos concedidos para impedir las publicaciones eran inconstitucionales, garantizando a los dos periódicos el derecho a continuar publicando.
La principal fuente, hasta entonces secreta, Daniel Ellsberg, dijo años después que decidió traicionar su propio compromiso como funcionario del Pentágono por una exigencia de conciencia cívica: “Los documentos demostraban un comportamiento inconstitucional por una sucesión de presidentes, la violación de sus juramentos y la violación del juramento de sus subordinados”.
En la película (se puede ver parte en el tráiler adjunto) hay un momento de tensión en la Redacción del Post, cuando uno de los abogados cuestiona a uno de los editores que proponía publicar el documento secreto: “Pero... ¿eso es legal…?”.
El editor le responde: “Es noticia relevante para el público. ¿O a qué creés que nos dedicamos en este periódico…?”.
La película también narra el inicio de una histórica relación profesional entre Katharine Graham (Meryl Streep), la primera mujer de la familia propietaria fundacional del Post que asumía la dirección del periódico y su legendario editor jefe Ben Bradlee (Tom Hanks), cuyas osadas decisiones periodísticas con los Papeles del Pentágono hicieron saltar al Washington Post de ser un periódico de provincias en Estados Unidos a ser un gran referente del periodismo nacional e internacional de alta calidad, algo que la misma dupla consagraría años después al liderar las investigaciones periodísticas sobre el caso Watergate. (La saga está muy bien contada por el propio Bradlee en su libro autobiográfico “A good life”, traducida al español como “Vida de periodista”).
“The Post” sigue la buena racha de grandes películas sobre el periodismo que iniciaron “Todos los hombres del presidente”, “El informante” y la más reciente “Spotlight”. Se estrenó en Estados Unidos en diciembre, se anuncia que en febrero estará en los cines de Paraguay, pero los más impacientes ya la podemos ver en internet.
Seguro que le encontraremos mucho paralelismo con el debate que actualmente mantenemos en Paraguay con las filtraciones de los audios #SepudrelaJusticia.



Cenizas de revoluciones

$
0
0



Tenemos urgencias, amores que matan
tenemos silencio, tabaco, razones
tenemos Venecia, tenemos Manhattan
tenemos cenizas de revoluciones

(Joaquín Sabina, Más de cien mentiras)


***

Lo bueno de que tengamos cenizas de revoluciones, es que nos dan la certeza de que en algún momento hubo fuego ardiendo, sueños en llama viva, utopía encendida iluminando el mundo. 
Lo malo es que reneguemos de ellas, atacados por alguna culposa y macondiana gripe del olvido, o que no aprendamos de sus errores y estemos tentados a repetirlos una y otra vez, ignorando quizás lo que alguna vez dicen que dijo el propio Marx: la historia ocurre casi siempre la primera vez como tragedia y luego se repite como farsa, o como comedia. 
Es decir: primero Karl y luego Groucho (o viceversa). 
Todavía nos cuesta aprender que, del otro lado de nuestros lúgubres Stroessner o Pinochet, también los Lenin tuvieron a sus Stalin, y los Che o los Sup Marcos tuvieron a su Pol Pot y a su Abimael Guzmán.
Nada resume tanto la decadente y sin embargo romántica nostalgia revolucionaria, vivida desde una historia personal de encuentros y desencuentros de amor fugaz en dos tiempos, que la canción “Leningrado”, con la exquisita poética letra de Joaquín Sabina y música de Jaime Asúa, contenida en el último disco del ubetense, “Lo niego todo”.

Les dejo aquí la letra y el enlace con la canción, (por cierto una de las favoritas de Desirée).

Me doctoré en tus labios de ocasión
en una sórdida pensión de Leningrado
sin pasaporte y fuera de la ley
pero borracho como un rey desheredado

Cincuenta rublos era un potosí
y tu desnudo un maniquí de grana y oro
nos dieron llaves de la suite nupcial
que era un cuartucho de hospital… sin inodoro

Nos quedaba para un vodka con limón
y un tostón de Menchevique de la esquina
cuando agonizó el palique, qué ansiedad,
te empecé a desabrochar la gabardina

No era fácil en la Unión Soviética
ir por condones a recepción
a años luz de la rutina
anidó una golondrina en mi balcón

No sé qué nos pasó ni cómo fue
que nos cruzáramos aquella noche loca
balbuceamos cursiladas todo a cien
y rodamos descosiéndonos la boca

nos matábamos de ganas de vivir
sobreactuando el Vodevil de la Bohemia
no dormir era más dulce que soñar
y envejecer con dignidad una blasfemia

Tú con boina, yo con barba, viva el Che
recién conversos a la fe del hombre nuevo
no había caído el Muro de Berlín
ni reventado el polvorín de Sarajevo

porque la revolución tenía un Talón 
de Aquiles al portador
y flotando entre las ruinas
enviudó una golondrina en mi balcón

Ayer salías, morena, de un café
ya casi medio siglo que no te veía
eras rubia, si no recuerdo mal
dije, y mintiendo, estás más guapa todavía

Me aceptaste una cerveza sin alcohol
se nos había muerto el sol en los tejados
funerales, y con nada que decir
vi en tus pupilas un añil mal dibujado

No sé por qué sigo escribiendo esta canción
pero me sangra el corazón cuando lo hurgo
supe que te casaste con un juez
y Leningrado es otra vez San Petesburgo

Ni siquiera comentamos si quedamos
pásame tu dirección
y de vuelta a la oficina
se estrelló una golondrina en mi balcón

Porque la revolución tenía un Talón 
de Aquiles al portador
y flotando entre las ruinas
enviudó una golondrina en mi balcón



El trueno entre las sábanas

$
0
0
Un cuento de Andrés Colmán Gutiérrez

Ilustración de Juan Moreno


L
a espasmódica lancha militar, cargada de jóvenes reclutas, atracó en horas de la tarde junto a las altas barrancas de Puerto Casado. Augusto había hecho la mayor parte del viaje acodado en los bordes de la embarcación, observando el paso de las aldeas, devolviendo el saludo de los pobladores y apreciando las fugitivas siluetas de las palmeras en el agreste paisaje costero. Después del mediodía, las altas chimeneas de la fábrica emergieron en el horizonte.
–¡Tengan cuidado al bajarse, reclutas! –gritó un oficial desde la proa– ¡Manténganse en fila, que van a ser inspeccionados…!
Junto al muelle había buques artillados y lanchas cargadas de provisiones, varias tiendas de lona, camiones y tropas de soldados en marcha.
–¡Ya estamos en el Chaco, Carpincho! ¡Comienza la gran aventura…! –exclamó Carlos, mientras recogía la pesada maleta que traía consigo, como si iniciara una gira por Europa.
Augusto llevaba un raído bolso de lona, el mismo que lo acompañaba desde Iturbe con un par de camisas y pantalones, calzoncillos, medias, toalla, navaja, linterna, cuaderno, plumas y media docena de libros. Mientras subían por un precario puente de maderas, contempló las escenas con la misma voracidad con que miraba todo desde que se fugaron del Colegio San José, ilusionados con sumarse a los batallones de soldados que iban a pelear contra Bolivia.
En la fila tras bajar a tierra, se encontró frente una mesa y a un severo oficial con una planilla, que lo miró inquisitoriamente.
–¿Nombre y edad…?
–Augusto José Antonio Roa Bastos, 18 años, mi capitán.
–¿Mba’e…? Soy sargento. ¡Pero usted no tiene 18 años…! ¡A ver, sus papeles!
Tratando de disimular su nerviosismo, el adolescente le pasó una arrugada partida de nacimiento.
–¡Acá dice que tiene apenas 16! ¿Se escaparon de la escuela…? –le reprochó el militar.
–¡Queremos ir al frente a pelear por la Patria, mi sargento! –contestó Augusto, tratando de que su voz no sonara tan infantil–¡Estamos preparados…!
–¡El general Estigarribia me va a mandar fusilar si envío a otro mita’i tepotí al frente…! ¡No…! ¡Se van a quedar aquí, trabajando como tambovera! ¡Llévenlos a la cocina…!
Dos energúmenos de verde olivo lo agarraron de los brazos. Otros se llevaron a sus compañeros. Augusto se sacudió y trató de liberarse.
–¡No…! ¿Qué hacen…? ¡Déjenme…!
Cuando intentó escapar, uno de los energúmenos lo aferró del cuello, lo alzó por los aires como si fuera un muñeco de trapo y lo arrojó al suelo con tanta violencia, que al caer levantó una nube de polvareda.
Tosiendo y escupiendo sangre, intentó incorporarse. Al levantar la vista vio unos ajados zapatos de mujer, dos piernas macizas y morenas, un guardapolvo de campaña que alguna vez fue blanco y un picaresco rostro femenino enmarcado por una cofia de enfermera. Con los brazos cruzados, la mujer lo miró divertida y luego le pasó la mano para ayudarlo.
–¿Estás bien, querido…? –le preguntó ella.
–Sí, no fue nada –dijo el chico, mirando al suelo.
La mujer tendría unos 25 años de edad y parecía deleitarse al sentir que los oficiales y soldados la miraban embobados.
–Sargento Silva, necesito un ayudante en la enfermería. ¿Me puedo quedar con este? –dijo la mujer, tomando a Augusto del brazo como si fuera una mascota, mientras encaraba al oficial de las planillas.
–Otra cosa lo que vos buscás, Salu-í –respondió Silva, clavando en ella sus ojos lujuriosos–, pero está bien. Quedate con él. ¡Los demás, a la cocina…!
La mujer ayudó a Augusto a recoger su bolso. Sonrió al sentir que el sargento Silva se le aproximaba por detrás, hasta quedar muy pegado a su cuerpo.
–¡Esta noche te paso a cobrar los favores que ya me debés…! –le dijo.
–¡Ay, che papá…! Siempre que no vengas con las manos vacías…
Salu’i oprimió los cachetes de Silva entre sus dedos con un fingido aire de seducción y después le dio un suave empujón, obligándole a tomar distancia.
–Vení conmigo –Le indicó a Augusto-. No te preocupes, pronto verás otra vez a tus amigos…
Él se echó el bolso al hombro y la siguió.
Mientras iban caminando, pasaron junto a ellos varios camiones, con las carrocerías repletas de eufóricos reclutas.
–¿Van al frente…? –preguntó Augusto–. ¡Quisiera tanto ir con ellos…!
Salu’i lo encaró con un gesto sombrío que alarmó al chico.
–Eso decís porque no sabés lo que hay allá. Yo los veo ir así, tan llenos de vida, pero casi todos vuelven en pedazos… ¡si es que vuelven!
El adolescente sintió que ella no lo entendía, que ninguno de los que estaban allí lo entendían. Se puso repentinamente furioso.
–¡Yo vine al Chaco para vivir grandes aventuras y conocer historias, no para servir en una cocina o un hospital…!
Ella lo miró con severidad maternal.
–La guerra no es una aventura, mita’i. ¡Es una pesadilla!
Siguió caminando, de prisa, con visible enojo. Augusto corrió tras ella. El polvoriento sendero se alejaba de las casas del puerto hacia un sector en donde había enormes galpones y tiendas de carpas con cruces rojas y blancas.
Ella volvió a detenerse y a encararlo de nuevo. Su enojo había desaparecido.
–¿Para qué querés conocer las historias?
–Para ponerlas en un libro. ¡Quiero ser escritor!
Augusto abrió su bolso y le mostró un cuaderno grande, de tapas duras. Ella le guiñó un ojo, sonrió y le hizo un gesto para que la siguiera hacia una de las grandes tiendas. Abrió con la mano una de las puertas de lona.
–Entonces, estás en el mejor lugar. Mirá… ¡aquí están tus historias!
El chico se asomó.
Le costó acostumbrarse a la fresca penumbra de donde brotaba un fuerte olor a matadero, a carnicería, a alcohol y a medicamentos.
–¡Ñandejara…!
Su mirada recorrió en detalles el horrible cuadro. Largas hileras de hombres esqueléticos tumbados en catres, en hamacas o en el suelo. Algunos de ellos no tenían piernas, ni brazos, ni ojos, cubiertos por vendajes sucios de sangre coagulada. Se escuchaban quejidos y gritos de agonía. Algunos médicos y enfermeras intentaban ayudar a disminuir el dolor.
–¡A… gua…! ¡Por favor…! ¡Tengo… mucha sed…!
El quejido de uno de los pacientes, tumbado en uno de los catres, le hizo estremecerse. El hombre tenía los ojos vendados y las manos despellejadas.
–Mita’i, pásame agua de ese kambuchi. ¡Rápido…! –le ordenó Salu’i.
El dejó su bolso en el piso, tomó el jarro de lata y lo llenó con el agua del cántaro, luego lo pasó a la enfermera, quien sentado a la cabecera del herido le dio de beber con ternura.
Él hombre bebió con desesperación.
–Despacito, che papá. Hay mucha agua…  ya nunca te va a faltar –le dijo Salu’i.
Tras agitados sorbos, el enfermo emitió un suspiro e hizo un gesto con la mano de que ya era suficiente.
–¿Ves…? Ahora, descansá. Cuando quieras más, me pedís.
Ella lo volvió a recostar en la cama y lo cubrió con un saco militar.
Después se levantó y salió al aire fresco. Augusto la siguió.
–¿Quién es…? ¿Qué le pasó…?
–Teniente Miguel Vera. Su pelotón se perdió tras las líneas enemigas. Quedaron sin agua, aislados. Estaban condenados. Un camión aguatero fue en su auxilio, cruzando el infierno. Era una misión suicida. Todos murieron, pero Vera se salvó….
Augusto miró hacia adentro de la tienda. El herido parecía sonreír.
–Andá, pedile que te cuente. Llevá tu cuaderno. Ahí tenés para tu historia…
El abrió su bolso, sacó el cuaderno y una pluma. Parecía indeciso. Ella le dio un suave empujón y él entró a pasos lentos. Desde afuera, Salu’i vio que el chico acercaba una silleta junto a la cama del herido y se sentaba a hablar con él, a abrir el cuaderno y empezar a escribir…
Ella buscó un cigarrillo en los bolsillos, lo encendió y fumó con un deleite contemplativo, acodada sobre una cerca que separaba al hospital de campaña del vasto monte chaqueño.
El sol empezaba a caer entre los árboles de karanda’y, pintando de fuego el horizonte. Ella no podía comprender como podían estar matándose en ese lugar tan maravilloso.
Ya había anochecido cuando escuchó la voz de Augusto.
–Salu’i. ¿Qué hacés…?
Sin darse vuelta a mirarlo, ella le preguntó.
–¿Te contó…?
 –Sí. El chofer de ese camión aguatero, Cristóbal Jara, el que murió para salvarlo, ¿era tu…?
El no terminó la frase. Se recostó por la cerca, al lado de ella.
–Sí –dijo Salu’i y le pasó el cigarrillo.
Él intentó fumar y comenzó a toser. Ella se echó a reír. Era una risa tierna, deliciosa. Después él pudo ver como una sombra de tristeza nublaba otra vez su expresión.
–¿Querés que te acompañe a tu casa…? –le preguntó.
–No. Seguro que el sargento me está esperando. No… esta noche no. Mejor vení conmigo, conozco una cabaña abandonada en el bosque…
Ella lo tomó de la mano para cruzar la cerca y lo condujo a través de un tape po’i entre las malezas de espartillo. Caminaron un largo trecho en medio de la espesura, apenas iluminados por la luz de la Luna, hasta que apareció derruida choza de troncos en medio de un claro.
Ella empujó la puerta, que se abrió con un chirrido. Adentro había un catre de madera con pieles de vaca y oveja, una mesa rústica y silletas. Parte del techo estaba caído y dejaba ver un cielo tachonado de estrellas.
Ella encendió un cabo de vela sobre una botella y el ambiente se volvió más agradable.
–Aquí solíamos venir con Cristóbal. Era nuestro refugio.
Él la contempló en silencio, expectante. Ella se sentó en la cama.
Afuera se escuchaba el canto de extrañas aves, gruñidos de fieras que él no alcanzaba a reconocer.
–¿Sabés…? Ese camión aguatero que se perdió en el Chaco… Me hubiera gustador ir con él… Quedarme allá.
El chico se acercó y se sentó a su lado.
–Algún día escribiré esa historia. Y vos irás en ese camión… Te lo prometo.
En medio de las sombras, a él le pareció ver una sonrisa en el rostro de Salu’i.
Luego escuchó su voz, apenas un susurro…
–Vení…
–Salu’i, yo nunca antes…
–Sí, lo sé. No te preocupes, vení…
Augusto sintió las manos suaves que lo aferraban, lo atraían. Sintió los labios a la vez húmedos y ardientes que encendían su piel, mientras afuera se escuchaba el extraño concierto de animales, los sonidos mágicos de la noche chaqueña, que por esta vez quedaba tan lejos del estruendo de los cañones y fusiles.

***

“Teníamos el proyecto de ir a la guerra, a pasarla bien, pero la pasamos muy mal. Primero, porque no nos dejaban ir a ningún lugar que oliera a combate. Yo estuve en el servicio de enfermería, barriendo, levantando camillas, tamboverá eté, soldadito para todo… Había tenido mis primeras experiencias sexuales en Casado, en el Chaco, con una enfermera, con consecuencias ingratas, una infección que coincidió con un paludismo ultragalopante”. 


(Confesiones de Augusto Roa Bastos en el libro “Caídas y resurrecciones de un pueblo” de Rubén Bareiro Saguier.)

Viewing all 184 articles
Browse latest View live