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El santuario que un narco le construyó a la Virgen de Caacupé

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Más pequeña que el santuario original, la réplica es igualmente imponente. Fue construida en Ciudad del Este por el narcotraficante Tomás Rojas Cañete, alias Toma'i, preso desde el 2011 por tráfico de cocaína. La "Basílica-í", como la llaman, fue nuevamente centro de devoción popular este 8 de diciembre.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman 

Casi al mismo instante en que el obispo de Caacupé, monseñor Claudio Giménez, durante la homilía central del Tupasy ára reclamaba "la creación de nuevos carismas para hacerse cargo de los políticos, narcotraficantes...", a 272 kilómetros de la Villa Serrana, frente a otro santuario muy parecido, pero mucho más pequeño, se realizaba otra celebración dedicada a la Virgen de Caacupé.
La llamada "Basílica-í" (pequeña Basílica) es una réplica casi exacta del Santuario principal erigido en la ciudad de Caacupé y fue construida hace 14 años en el barrio Carmelitas de Ciudad del Este, por el narcotraficante Tomás Rojas Cañete, alias Toma'i, en un sector del amplio terreno donde también construyó su lujosa mansión.
El edificio es en realidad un oratorio, pero en su diseño arquitectónico imita con mucha similitud al modelo original edificado en la capital de Cordillera. Aunque en una escala mucho más reducida, la estructura es igualmente imponente y sobresale entre el paisaje desde mucha distancia.
En un reportaje, Rojas Cañete y su esposa Ramona habían relatado que decidieron construir la réplica del Santuario, como pago de una promesa a la Virgen de Caacupé, cuando le pidieron que ayude a la curación de uno de sus hijos pequeños, afectado por una rara enfermedad.
Tras obtener el "milagro", cumplieron al mandar edificar el llamativo oratorio, donde además se comprometieron a celebrar anualmente una gran fiesta social y religiosa para la gente del barrio.


Una gran fiesta popular

A pesar de que casi todos los pobladores del barrio conocían que había fuertes versiones de que Toma'i se dedicaba al tráfico de drogas y a otras actividades ilícitas, con las cuales presuntamente había logrado amasar una gran fortuna, una gran multitud se congregaba cada 8 de diciembre en el lugar, para celebrar el Tupasy ára.
Las misas eran celebradas por sacerdotes de la diócesis de Ciudad del Este. Según una cobertura realizada por la redacción regional de Última Hora, en diciembre de 2009, fue el cura párroco Fabio Recalde, de la Parroquia Sagrada Familia, quien ofició las celebraciones religiosas.
Tras una procesión de dos kilómetros portando la imagen de la Virgen de Caacupé, propiedad de la familia Rojas Cañete, escoltada por jinetes a caballo y promeseros, se realizaba un karu guasu (gran comilona), en enormes mesas colectivas que se instalaban en plena calle clausurada, bajo toldos, frente al Santuario.
En el 2009, según el reportaje de ÚH, Rojas Cañete ordenó faenar 15 reses vacunas para ofrecer un gran karu guasu (gran comilona) con asado a la estaca, acompañados de grandes fuentes de sopa paraguaya, ensalada, mandioca y abundante bebida.

El cerco a un poderoso narco.

En la madrugada del 4 de setiembre de 2011, tras un operativo de investigación y vigilancia que se prolongó durante 10 meses, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) logró capturar a Tomás Rojas Cañete, alias Toma'i, junto a varios de sus capangas, entre ellos su hermano Marcos Rojas Cañete, con un cargamento de 101 kilos de cocaína.
Los informes del organismo daban cuenta de que Toma'i se había convertido, en pocos años, "en el zar de las drogas en Alto Paraná, gracias a una sólida estructura logística y, principalmente, a una férrea protección de policías locales".
Rojas contaba con guardia policial permanente en su residencia, y gozaba de la protección de agentes de unidades especializadas con oficinas en Alto Paraná, como Interpol, Antinarcóticos y hasta del Grupo Especial de Operaciones (GEO).  
El capo narco se movilizaba protegido siempre por custodia policial, que evitaban que vehículos extraños se acerquen hasta su residencia.

Una tradición religiosa que no se interrumpe.

A pesar de que Rojas Cañete guarda reclusión en la Penitenciaría de Tacumbú, y de que su esposa y cuñado permanecen prófugos, sus familiares no han interrumpido la celebración de la Virgen de Caacupé en la "Basílica-í".
Este último 8 de diciembre, nuevamente, hubo procesión, karu guasu y celebraciones masivas, según reportan periodistas de la zona.
Héctor Guerín, fundador del diario ADN Paraguayo y César Palacios, director de TN Press, compartieron fotos del santuario de Toma'i en sus perfiles de la red social Facebook, en internet, cuestionando que sectores de la jerarquía de la Iglesia sigan permitiendo que se realicen oficios religiosos en el oratorio de un narcotraficante, lo cual generó un encendido debate de los internautas.
"Hubo abundante asado y bebidas para todo el vecindario. ¿Los obispos le desacreditaron por su creencia y su fe al que organizó el festejo y a los que asistieron al acto católico? ¿Alguna vez la Iglesia criticó las donaciones de alguno de sus feligreses, aunque sean muy conocidos por sus actividades no santas?", preguntó Guerín.
"Los sacerdotes juzgan muy mal, como si fuera que pueden tirar la primera piedra. Ayer (8 de diciembre) comieron mucha gente pobre y necesitada, fueron felices. Siempre recibieron los sacerdotes donaciones grandes de mis tíos y nunca rechazaron, y ahora que está recluido le rechazan y se hacen de los santos. Jesús murió también por él", opinó una mujer llamada Mariana Lezcano, quien se presenta como sobrina de Rojas Cañete.

A continuación, reproducimos algunas de las muchas opiniones vertidas en el debate:

-"Deben entender que la droga mata a miles de personas, y los que apoyan a narcotraficantes son cómplices de esos asesinatos". (Hugo Aníbal González).

-"Todos cometen errores. ¡Nadie tiene por que juzgar a nadie, si es narco bueno! No justifico, pero por lo menos hace algo bueno con parte de su dinero, ¡no como algunos que tienen de sobra y no son capaces de dar un pan a alguien que necesita". (Lucero Cuevas).

-"Este delincuente, ni si construye una capilla de oro va a comprar a Dios y a la Virgen. No es válido nada de lo que hace, porque lo construyó con lágrimas de madres, hijos, esposas, con cuerpos hechos piltrafas con el veneno que vende, y no se arrepiente de nada, porque sigue negociando con la desgracia de la gente". (Ángela González).

-"Ustedes no saben cuál es el verdadero motivo por el cual él tiene esa Basílica en su casa. Muchos dicen que él guardaba cosas en ese lugar, pero él nunca dejó que nadie ni pise mal dentro de la Basílica. No soy católica, pero yo sé el verdadero motivo por el que él tiene esa Basílica en su casa, y yo creo que nosotros no somos nadie para juzgarle. Cada uno sabe lo que hace". (Fati Fleitas).

- "Nadie es perfecto, pero él trató de ser un poco más perfecto. Nosotros, acá en Ciudad del Este no le vemos como una mala persona, al contrario de lo que piensan los que no le conocen. Además ayudaba a muchas personas necesitadas" (Osca Báez).

-"Que mal esos comentarios en donde dicen 'pero le dio de comer a mucha gente'  y dicen que son buenas personas los narcos. Pero por favor... ni si construyen el propio Vaticano, eso no les hará buena gente. Tantas familias destruidas, tantas muertes en manos de estos personajes. Por eso el país irá de mal en peor, siempre, por culpa de los que siguen aplaudiendo estas cosas. Por un kilo de galleta a 20 personas de un barrio, ya son buena gente". (Leti González Ullón).

-"De tan buena gente que son, le hicieron desaparecer a unos cuantos". (Hermi Zárate).

-"A pesar de los defectos de este hombre, ayudó a mucha gente. Yo conozco a este hombre muy de cerca y les puedo decir que es mejor que todos, porque siempre ayudó a muchas personas humildes". (Nathi Aquino).

-"Según me cuentan, este señor faenaba 20 a 30 vacas y repartía a todo sus vecinos de barrio en el Día de la Virgen y era muy querido por la gente. Ayudaba mucho a los pobres". (Nimiaestela López Duarte).

El desafío de salvar a una paraguaya condenada a muerte

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Amnistía Internacional Paraguay inicia una campaña solidaria para buscar impedir que la Justicia china ejecute a la paraguaya Rosalía Amarilla, detenida con tres kilos y medio de cocaína. La historia de la mujer, atrapada en una red de trata de personas y narcotráfico que une Ñemby con Beijing, es conmovedora.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

El 14 julio de 2012, Rosalía Amarilla, entonces de 31 años de edad, técnica en administración de empresas, dejó sorpresivamente su trabajo en una fábrica de confección de prendas de vestir, en su ciudad Ñemby, cercana a la capital paraguaya Asunción, aceptando la "tentadora oferta" que le habían hecho algunas personas, de poder viajar para tener un mejor porvenir para ella y para su único hijo varón, de 3 años de edad.
Rosalía trabajaba mucho y ganaba muy poco en aquel oficio casi doméstico, en donde también se empleaba su mamá, Arminda Escobar. Esa dura realidad cotidiana en la que ella se manejaba, fue la que utilizaron los "captadores" para interesarla en aquel viaje que iba a "cambiar su vida".
No se conocen muchos detalles acerca de cómo fue aquel primer viaje, similar al que han emprendido –y siguen emprendiendo- muchas humildes mujeres paraguayas, principalmente en la zona de la Triple Frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, hacia mercados latinoamericanos, europeos o asiáticos de la trata de personas, casi siempre ligados también al narcotráfico.
Su mamá Arminda y sus demás familiares solo recuerdan que ella desapareció repentinamente y recién cuatro días después, el 18 de julio, ella llamó por teléfono, explicando que estaba en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, “con una señora” y que regresaría al Paraguay en una semana.
La reconstrucción del viaje, en una posterior investigación, apunta a que ella fue engañada por otras personas (principalmente una mujer) para viajar a Sao Paulo a comprar prendas de vestir y traerlas al Paraguay para revenderlas, con lo cual ganaría “buen dinero” para poder ayudar a su madre y a la mantención de su hijo pequeño.
Los investigadores de la Fiscalía y la Cancillería tienen datos de que ella fue llevada primero a Ciudad del Este y a Foz de Yguazú, en la zona de la Triple Frontera, y desde allí a Sao Paulo.
Hugo Morel, de la Dirección de Atención a Connacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo en un primer reportaje que Última Hora publicó en setiembre pasado: “En principio, tomamos el caso como trata de personas, porque ella (Rosalía) fue engañada. Fue captada en Ciudad del Este, de ahí fue a trabajar a Foz de Yguazú, de ahí la llevaron a São Paulo (Brasil) y de ahí la embarcaron a China, llevando 3 kilos 600 gramos de cocaína”.
Los familiares habían perdido todo contacto con ella, hasta que, cinco meses después, mientras estaba en su trabajo, en la fábrica de prendas de vestir, su mamá Arminda recibió una llamada telefónica de larga distancia, en donde la voz de un hombre con acento colombiano le contó que su hija había sido detenida en el aeropuerto de Beijing, República Popular China, y se encontraba en la cárcel.
Como no podía entender muy bien lo que le decían desde el otro lado del teléfono, Arminda pidió que el hombre la vuelva a llamar. Mientras tanto presentó una denuncia ante la Fiscalía, donde dice que no la tomaron muy en serio.
Quince días después, ya en su casa, el colombiano volvió a llamar y ella grabó la conversación que se prolongó durante 20 minutos. Allí supo que el hombre era un familiar de otra chica colombiana que también estaba presa en el lugar, y que le estaba dando el aviso como un favor, a pedido de Rosalía.
Así se pudo saber que la mujer paraguaya fue embarcada desde Sao Paulo hasta Beijing, llevando adherido a su cuerpo 3 kilos 600 gramos de cocaína. En el aeropuerto del país asiático le esperaban tres hombres, pero el nerviosismo de la muchacha en los puestos de control llamó la atención de los guardias chinos, quienes la condujeron a un interrogatorio privado. Al verse descubierta, Rosalía admitió que llevaba “algo ilegal” adherido a su cuerpo.
Ella fue rápidamente procesada y, en base a la estricta legislación china, fue sentenciada a ser ejecutada.

El calvario ante la “justicia roja”.

Quienes hayan visto la película Justicia Roja, estrenada en 1997 bajo la dirección de Jon Avnet, protagonizada por Richard Gere y Ling Bai, se harán una idea de la manera implacable en que se aplica el sistema judicial en el régimen de la República Popular China, aunque aquella sea una historia de ficción.
Rosalía Amarilla.
Teresa Martínez, agente fiscal a cargo de la Unidad de Trata de Personas del Ministerio Público, relata que Rosalía “enseguida confesó que llevaba algo ilegal adherido a su cuerpo. Esa colaboración con las autoridades hizo que le tengan una mayor consideración”.
El caso de Rosalía (sin divulgar su nombre, a pedido de las autoridades, “para no entorpecer las acciones diplomátoicas”) fue expuesto inicialmente en un reportaje de Última Hora, que mencionaba la existencia de 3.000 paraguayos presos en el exterior, en su mayoría por tráfico de drogas, aunque el caso más grave era el de la compatriota detenida en China.
El primer gran obstáculo que se encontró fue que el Estado paraguayo no tiene relaciones diplomáticas con el país asiático, por lo cual se tuvo que acudir a la colaboración del Consulado argentino del país asiático, para prestar alguna asistencia jurídica a la compatriota.
Entre los logros obtenidos por la diplomacia argentina, se consiguió que Rosalía pueda comunicarse telefónicamente con sus familiares en Paraguay una vez al mes.
Se obtuvo que la paraguaya no sea ejecutada enseguida y que la fecha de condena sea postergada para el 20 de marzo de 2015. Se creía que en ese lapso se lograría obtener mayores beneficios para ella por vía diplomática, pero en realidad se hizo muy poco desde las esferas oficiales y la fecha de ejecución se acerca peligrosamente, por lo cual los familiares, desesperados, decidieron que se conozcan públicamente los detalles de la angustiosa situación en que se encuentra Rosalía.

Hubo mucha inacción del Estado paraguayo.

Esta semana, representantes de la organización Amnistía Internacional, capítulo paraguayo, y del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujeres (Cladem) mantuvieron una reunión con autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay, para evaluar la situación de Rosalía Amarilla.
Los activistas de derechos humanos salieron de la reunión “espantados”, según sus propias palabras, al advertir lo poco que el Estado paraguayo ha hecho hasta ahora por lograr que la compatriota detenida en China no sea ejecutada.
La situación de Rosalía es cada vez más grave, según sus familiares, porque ya ni siquiera la dejan comunicarse con su abogado, un defensor público nombrado por el mismo Estado chino.
Una de sus hermanas pudo hablar por teléfono con Rosalía y, a pesar de que le prohíben hablar en guaraní –ya que todas sus llamadas son controladas y grabadas-, ella pudo decirle en nuestro idioma nativo que no se había podido comunicar más con su abogado defensor. “Nda kuaavei mba’eve i chugui ("No sé más nada de él”), le confesó.
Ante esta situación, la organización Amnistía Internacional Paraguay, con apoyo de Cladem, iniciaron una campaña de solidaridad #RosalíaDebeVivir, para exigir al Gobierno y al Estado paraguayo que se movilicen todas las instituciones a nivel nacional e internacional, para impedir que Rosalía Amarilla sea ejecutada en marzo próximo.
Rosalía Vega, directora ejecutiva de la organización, destacó que buscan movilizar a la sociedad civil paraguaya para reclamar al presidente de la República, Horacio Cartes, y a todas las organizaciones del Estado, Cancillería, Fiscalía de Trata de Personas, que redoblen sus acciones para asistir a la paraguaya condenada a muerte y exigir su liberación, ya que la misma es, principalmente, una víctima de las redes internacionales de trata y narcotráfico.
“Estamos trabajando con la organización Cladem y con los familiares de Rosalía Amarilla, quienes están acompañando todos los procesos que realizamos. Hay abogados acompañando a una de las hermanas en el Poder Judicial para realizar el proceso de régimen de relacionamiento con el hijo de Rosalía, ya que, a causa de esta situación, se ha perdido el contacto con el niño”, explica Rosalía Vega.
La iniciativa consiste básicamente en tres pasos:

1-Firmar un petitorio a favor de Rosalía Amarilla en internet, en el siguiente enlace: http://amnesty.org.py/ciberaccion-detalle/?1, dirigido al presidente Horacio Cartes, con copia al canciller Eladio Loizaga

2-Enviar una postal de solidaridad a Rosalía. Dirección: Cárcel industrial: Beijing Women Prision, Nro 3 Runheixiang,Huifeng St, Quingfeng Rd, Tiantanghe, Daxing County. Postal Code: 102609 - Tel: 010-61276688

3- Invitar a 3 amigos o amigas para que realicen la misma acción.

El desafío es grande, pero es el mismo que Amnistía Internacional ha venido desarrollando en más de 70 años en todo el mundo: intentar salvar la vida de una víctima de una situación de injusticia, en este caso el de una mujer paraguaya condenada a muerte en la República Popular China.
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La fotógrafa pilarense que logró "la imagen de la felicidad"

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Karen Quintana es la autora de la celebrada foto que muestra a un veterano del Chaco y a su esposa, radiantes de felicidad, al recibir de regalo una vivienda en su cumpleaños número 100. La estudiante de comunicación relata la conmovedora historia humana que vivió detrás de esa imagen.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

"Yo ni siquiera tenía lugar desde donde sacar la foto. Llegué tarde y todos los otros colegas periodistas ya estaban ubicados dentro de la habitación, esperando que se desate la cinta de inauguración. Solo quedaba la cama vacía, así que me acosté allí, apunté la cámara y vi las sonrisas de oreja a oreja que iluminaban los rostros de la pareja de ancianos. Apreté el disparador. ¡Era la viva imagen de la felicidad...!".
Así resume Karen Fabiola Quintana el momento mágico que logró capturar con una fotografía, en la que aparecen el ex combatiente de la Guerra del Chaco, José Anacleto Escobar y su esposa, Cayetana Román, en el momento de ingresar a su nueva casa, que le fue regalada por la Gobernación de Ñeembucú, el pasado 5 de enero, el día en que el veterano cumplió 100 años de edad.
La foto fue distribuida a las redacciones de los medios de comunicación desde el Centro de Prensa de la Gobernación, publicada en la mayoría de los diarios impresos y sitios web de noticias, reproducida en un despacho internacional de la agencia EFE, multiplicada por medios internacionales y redes sociales en internet. El periodista Augusto Dos Santos, ex ministro de la Sicom, la calificó como "la mejor foto del inicio del año".
Hasta ahora no se había revelado el nombre del autor o de la autora de la foto. Bastó una comunicación a Pilar para saber que la imagen fue captada por Karen Fabiola, estudiante de periodismo y fotógrafa apasionada, funcionaria del Centro de Prensa de la Gobernación de Ñeembucú.
Cuando finalmente logramos contactar con ella, pudimos acceder no solamente a la versión de cómo se tomó la foto, sino también a la conmovedora historia humana que la fotógrafa pudo vivir, en el proceso de obtener la gráfica.

La casa original, en la que vivía el excombatiente pilarense.

Los últimos ex combatientes Chacoré

"Todo empezó en setiembre de 2014, cuando desde la Cámara de Diputados le encargaron al gobernador de Ñeembucú, Carlos Silva, hacer llegar unas distinciones especiales a los últimos ocho ex combatientes de la Guerra del Chaco que todavía estaban vivos, en todo el departamento de Ñeembucú", relata Karen.
Ella, como funcionaria del Centro de Prensa, es quien habitualmente acompaña al gobernador para documentar las actividades oficiales, tomando fotos y escribiendo reportes, y le tocó viajar en una gira que abarcó varias localidades del interior del departamento, como Mburicá, Laguna Itá, Isla Umbú, Mayor Martínez y finalmente, Pilar.
"Cuatro de los veteranos vivían en localidades remotas y los otros cuatro en barrios de la capital departamental. Encontramos que la mayoría vivían en buenas condiciones, hasta que llegamos a la casa del señor José Anacleto Escobar, en el barrio Obrero de Pilar, donde la situación que encontramos nos causó mucho dolor en el alma", cuenta.
El héroe del Chaco, entonces a punto de cumplir 100 años de edad, vivía con su esposa en una casa de ladrillos sin revocar, con piso de tierra, con un techo muy bajo y deteriorado, con paredes que transmitían mucho calor y humedad.
"Estaban almorzando un guiso blanco, muy pobre. Todo ese cuadro que encontramos nos conmovió demasiado. Entonces el gobernador se le acercó a la señora Cayetana, ya que don Anacleto tiene problemas de audición, y le preguntó si aceptaría que la Gobernación le ayude a construir una nueva casa. Ella le dijo que solo su marido podía decidir eso, entonces le hizo la misma pregunta en voz alta, para que pueda entender, y el veterano le miró desconfiado y le dijo en guaraní: 'Si ustedes van a hacer, está bien, porque yo no tengo ningún recurso'", recuerda Karen.
En seguida, el gobernador dio instrucciones a sus colaboradores para que busquen recursos y se dé inicio a la obra. La idea era que la casa pudiera estar terminada para la Navidad, pero hubo atrasos y finalmente se pudo hacer la entrega el día del cumpleaños de don Anacleto, que para mayor simbolismo cumplía un siglo de vida el 5 de enero.

Karen Quintana, la fotógrafa y estudiante de comunicación que obtuvo la ahora famosa foto, 
Sonrisas que trascendieron fronteras

"Desde el principio, el ex combatiente se mostró desconfiado, parecía que no creía mucho en las autoridades y en los políticos. Recién cuando empezó a ver que se levantaban las paredes, empezó a decir 'cierto ningo ra'e' (es verdad, había sido)", relata Karen.
La nueva casa fue construida en el terreno propio de la familia, al lado de la vivienda original, que se mantiene intacta. La construcción es de paredes de ladrillo y concreto, con pisos de cerámica, incluyendo un baño moderno y un sistema de aire acondicionado. La gobernación les proveyó además de una nueva cama y un ropero, entre otros equipamientos.

La nueva casa que le regalaron a don Anacleto, al cumplir 100 años de vida
"El día del cumpleaños se le hizo una verdadera fiesta a don Anacleto y a su esposa. Se les llevó una serenata con un conjunto musical, que entonó canciones patrióticas como 13 Tuyutí y Che la Reina. La pareja estaba radiante de felicidad, se les veía reír y llorar de alegría, en todo momento", cuenta la fotógrafa.
Ella tuvo que estar pendiente de varios momentos del acto y cuando llegó el momento de cortar la cinta, para que la pareja ingrese a su nueva casa, Karen se metió antes al interior, donde ya estaban varios otros fotógrafos y periodistas preparados con sus cámaras para documentar el momento.
Cuando ingresó, vio que sus colegas ya habían ocupado todos los mejores sitios desde donde tomar la foto. Fue entonces cuando vio que solo quedaba el lugar donde estaba la nueva cama de la pareja. Sin dudarlo, se descalzó, se acostó allí con su cámara apuntado hacia la puerta.
"Tras desatar la cinta, don Anacleto y doña Cayetana se dieron un beso, lo que llamamos 'un piquito', ante los aplausos y las risas de todos. Yo no pude fotografiar ese momento, por la posición incómoda en que estaba, pero sí pude captar el instante posterior, cuando los dos se miraron a la cara y se mataron de risa de su propia travesura y de su gran felicidad. Esa fue la escena que quedó inmortalizada y que al parecer gustó mucho a la gente", narra.
La foto se publicó en varios periódicos y sitios web del mundo, incluyendo el prestigioso diario estadounidense The New York Times.
Karen tiene 28 años de edad, es mamá de un niño precioso de dos años y se considera una "aficionada" del periodismo y la fotografía, que empezó haciendo locución en la legendaria emisora de Pilar, ZP 12 Radio Carlos Antonio López. Fue redactora de medios digitales y hoy comparte en el Centro de Prensa de la Gobernación con su jefe, Andrés Villalba y su compañera, Alejandra Acosta, mientras se prepara para cursar el segundo año de la carrera de Comunicación para el Desarrollo en la Universidad Nacional de Pilar.
"Hice cursos de fotografía, pero quiero seguir aprendiendo. Nunca creí que esa foto iba a tener tanta repercusión, incluso a nivel internacional. Tuve la suerte de poder captar un momento muy especial de dos personas que se aman, que han vivido con muchas privaciones y que ahora, en el final de sus vidas, se sienten felices por el regalo y el reconocimiento que reciben. Me gusta compartir esa felicidad", afirma.
De los ocho ex combatientes que quedaban vivos en Ñeembucú, uno de ellos ya ha fallecido recientemente. Otro de ellos, Antonio Veloso, de 99 años de edad, próximamente también recibirá de regalo por parte de la Gobernación de Ñeembucú de un sistema de aire acondicionado en su vivienda de Kambakuá, Isla Úmbu.
La foto, publicada en el diario The New York Times.

Tito: Un mundo fantástico convertido en cenizas

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Hector "Tito" García y algunos de sus muñecos, con los que realizaba sus conocidos shows.

Vino al Paraguay solo para pagar su pasaje a Chile y se quedó por 36 años. En casi 2.000 funciones para niños, inventó un fantástico mundo de títeres y marionetas. Por intentar salvar a sus "hijos", casi muere quemado. Esta es la historia de Tito y su fantástico mundo, actualmente en cenizas, pero que despierta la solidaridad del ambiente artístico.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

-¡Mis muñecos...! -gritó desesperado, cuando vio que su taller empezaba a arder en llamas, en la tarde del viernes 9 de enero, en el barrio Marangatú, zona norte de Fernando de la Mora, y se metió apurado entre las llamas, tratando de salvar los títeres y marionetas, y las piezas de una escenografía que estaba construyendo por encargo.
Héctor Armando García Castromán, más conocido como Tito, creador del recordado programa televisivo "El Mundo Fantástico de Tito", resultó con 70% de quemaduras en gran parte del cuerpo, incluyendo el rostro, y tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Central del Instituto de Previsión Social, donde se recupera, aún con un cuadro de gravedad.
La noticia causó conmoción en la sociedad paraguaya, sobre todo en quienes disfrutaron gran parte de su niñez con los shows de muñecos y marionetas del inolvidable autor chileno, radicado en Paraguay desde 1978, y especialmente en la comunidad artística, en donde consideran a Tito como un actor y productor siempre generoso y solidario con sus demás colegas.
"Algo hay que hacer para ayudar a Tito García. Además de ser un artista talentoso y gran trabajador, es un buen tipo, y no precisamente un potentado", planteó desde su muro de la red social Facebook en internet, el periodista Augusto Barreto. Inmediatamente, numerosas personas propusieron acciones solidarias y el Centro Paraguayo de Teatro (Cepate) convocó a sus asociados a una reunión urgente, en la tarde del sábado, para acordar iniciativas en favor del colega.
Ahora, ¿quién es Tito, el chileno-paraguayo que casi siempre ocultaba su rostro detrás de las grandes sonrisas de sus muñecos, o desde las bambalinas de un teatro de títeres y marionetas? Conozcamos un poco de su historia...

Cuando la tevé estaba en pañales...

Héctor Armando nació en un pueblo al sur de Chile, en 1946. Aunque la televisión ya había llegado al país, aún era un invento desconocido en su comunidad rural.
Cuando el niño tenía 8 años de edad, una compañía de teatro ambulante llegó hasta su escuela y ofreció una función con títeres.
"Ese día fue para mí como descubrir la magia. Quedé fascinado para siempre con los muñecos y apenas llegué a mi casa, empecé a fabricar mis propios muñecos, para hacer mi propio teatro de títeres. Mi abuela me ayudó, ella siempre fue mi cómplice", recuerda Tito, en una entrevista.
Aunque sus padres no estaban muy de acuerdo, tras terminar el colegio, Héctor ingresó a estudiar teatro en la Universidad de Chile y, junto con otros compañeros, formó el Conjunto Teatro Nacional de Marionetas, del cual él fue su director.
Un recorte de periódico de 1971 los muestra sonrientes, recorriendo el interior del país para dar una serie de funciones, poco antes del golpe militar que derrocaría al presidente socialista Salvador Allende, iniciando la dictadura del general Augusto Pinochet.
Un recorte de diario de 1971, cuando Tito integraba el Teatro Nacional de Marionetas, en Chile.
En 1978, el grupo dirigido por García realizó una gira internacional a Bolivia, donde fueron sorprendidos por el golpe militar que derrocó al presidente boliviano Hugo Banzer.
Como los actores chilenos tenían contratos de trabajo con la televisión oficial del Gobierno derrocado, sus integrantes recibieron la "sugerencia" de abandonar el país y decidieron ingresar al Brasil como turistas, con todos sus equipos.
"En Brasil empezamos a trabajar ilegalmente, ofreciendo espectáculos a los niños. Cuando se nos vencieron las visas de ingreso temporal, ya nos convertimos en inmigrantes ilegales. El problema es que teníamos con nosotros unos 500 kilos de equipaje de carga, principalmente los equipos de teatro, y no teníamos plata para volver a Chile, llevando todas nuestras cosas", contó Héctor.

"Unos días" en Paraguay... que fueron 36 años.

En una de las funciones que ofrecían en Brasil, Tito García conoció a un piloto paraguayo, en ese momento un alto directivo de la hoy desaparecida compañía estatal de aviación Líneas Aéreas Paraguayas (LAP).
El actor chileno le contó su problema al piloto y este le ofreció llevarlos a él y a sus compañeros a Chile, con todo el equipaje, a cambio de una parada por "unos días" en Asunción, en donde debían ofrecer algunas actuaciones.
Fue así, de una manera totalmente fortuita, como Héctor llegó al Paraguay en junio de 1978, y tras ver la calidad de su espectáculo, le plantearon que haga una serie de funciones, durante 20 días, en el Teatro Municipal de Asunción.
Buscando que el espectáculo tenga promoción en la televisión local, el actor llegó junto a los directivos del Canal 9 TV Cerro Corá.
"Me ofrecieron un espacio publicitario, pero a cambio de que grabe un programa para el canal", recuerda.
De ese modo, García empezó a diseñar un show televisivo con muñecos y marionetas, al cual bautizó como "El Mundo Fantástico de Tito".
"En principio, el programa tenía que emitirse en Canal 9 solamente durante diciembre de 1978, con lo cual iba a pagar todo el costo de la propaganda de nuestra actuación en el teatro, pero el espacio televisivo tuvo tanto éxito que me pidieron que continúe al año siguiente, y estuve en Canal 9 por 8 años, después me contrataron en el Canal 13, donde estuve por otros 7 años", narra.
Fue así como el breve paso "por unos días" que pensaba realizar por Asunción, se convirtió en una larga estadía que ya lleva más de 36 años.
"Paraguay es el lugar donde me he sentido más cómodo en mi vida, por la gran hospitalidad y generosidad de la gente", reconoció el artista.

El incendio en el taller de Tito, que consumió todos los elementos del "Mundo Fantástico".
La hora más terrible...

En estos 36 años, Tito García se volvió el maestro pionero y principal referente de todos los actores y productores de teatro de títeres y marionetas en Paraguay, así como en un experto constructor de escenografías para programas televisivos y obras de teatro, como para eventos y fiestas infantiles.
Desde su productora Mundo Fantástico diseñó, además, una serie de campañas educativas para niños y niñas, como "El Palacio Bucal" y "La tienda de Carlitos", conjuntamente con escuelas y colegios, mientras proseguía con sus shows infantiles, a los que denomina "Tatetito".
En los últimos años realizaba programas televisivos, como "Juguemos a aprender", para el canal educativo Arandu Rape, del Ministerio de Educación.
A pesar del éxito que ha tenido con sus producciones, Tito García no llegó a amasar fortuna. La foto de su precario taller incendiado, demuestran que seguía siendo principalmente un  trabajador humilde y un artista incansable, que supo construir un "mundo fantástico" que trajo alegría a muchos hogares, y que en la tarde del viernes -aparentemente debido a un cortocircuito en el sistema eléctrico- ardió en llamas, hiriéndolo de gravedad.
Esperemos que, con la ayuda solidaria de sus colegas artistas y de su público, Tito pueda recuperarse pronto y –como el Ave Fénix- pueda lograr reconstruir  su mundo fantástico de entre las cenizas.

Narcoganadería: La historia del mafioso que fue socio de la Rural

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La estancia de Moreira de Macedo, en la portada de ÚH.
El presidente de la Asociación Rural, Germán Ruiz, asegura que un socio de la organización tuvo vínculos con el narcotráfico y "se le sacó". Aunque no dio nombres, se trata de Arnaldo Moreira Macedo, quien llegó a ser una estrella de la ganadería en Concepción. ÚLTIMA HORA investigó el caso e ingresó clandestinamente a su lujosa estancia. Esta es la historia.


Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

-¡Vení, vení, entrevistale a este gran productor ganadero, que es el campeón de la Expo Concepción–le dijo un alto directivo de la Asociación Rural del Paraguay a Alejo Mendieta, entonces periodista radial de Radio Mburucuyá, de Pedro Juan Caballero, durante la realización de la Expo Amambay, en setiembre de 2005.
El periodista recuerda al próspero ganadero, cuyo nombre era Ronaldo Alves do Santos, como "un brasileño petiso, con un enorme sombrero, que se codeaba como un gran personaje con las autoridades de la Rural y con varias personalidades de la región. Todos lo trataban con mucha deferencia".
Mendieta le hizo una entrevista "en vivo" al exitoso ganadero, cuyo toro Brahman había ganado el premio de Gran Campeón de la muestra. El entonces secretario general de la regional de la ARP, doctor Ricardo Zacarías, le ayudó con el reportaje.
Con gran sorpresa, Alejo volvió a ver la foto de esa entrevista, publicada meses después en Última Hora, junto a la noticia de que aquel "ganadero exitoso" y socio de la ARP se llamaba en realidad Arnaldo Moreira de Macedo y acababa de ser detenido por la Policía, respondiendo a un pedido de la Justicia brasileña, que lo acusaba de ser "un pez gordo del narcotráfico internacional", que se había fugado tres veces de las cárceles brasileñas y vivía con identidad falsa en el Paraguay.
"Cuando lo entrevisté, él era presentado por los propios directivos de la Asociación Rural como la estrella de la Expo Amambay. No solo yo hablé con él, sino varios colegas de otras radios, de revistas y de la televisión lo entrevistaron también. Al enterarme luego de quién era, primero me quise reír, luego me quedé preocupado, porque es grave que un personaje así pueda entrar y moverse con tanta libertad, e incluso con el apoyo de nuestras autoridades, como lo hacía este señor", destacó el periodista.

El reportaje publicado por UH en julio de 2006, sobre el socio narco de la ARP.
La "narco-ganadería" se vuelve a poner de moda

La palabra "narcoganadería" y su nueva variante, la "narcocarne",  se han vuelto a poner de moda, luego de que una comisión bicameral del Congreso reveló que el ex intendente municipal de Ypejhú, Vilmar Neneco Acosta, -actualmente prófugo ante la acusación de haber ordenado el asesinato del periodista Pablo Medina-, estuvo haciendo gestiones para vender sus cabezas de ganado vacuno.
El senador Arnoldo Wiens, uno de los miembros de la comisión, reclamó el silencio de la principal organización de productores ganaderos del país, la Asociación Rural del Paraguay, ante este hecho.
"La ARP debe tomar distancia de la narcoganadería", exhortó el legislador. "Estoy seguro de que la sociedad paraguaya va a hacer un escrache a la narcocarne No queremos comer carne de vacuno de una estancia cómplice, o vinculada a estos ilícitos", insistió.
La acusación del legislador pronto obtuvo respuesta del actual presidente de la Rural, Germán Ruiz, negando que Neneco sea socio de la organización.
En una entrevista con la emisora 730 AM, Ruiz recordó que una sola vez, "hace cerca de cinco años", la Rural detectó que uno de sus asociados tenía vínculos con el narcotráfico, y que en su momento se decidió expulsarlo del gremio.
"Fue en el norte del país. Había un socio que se detectó que tenía complicidad (con el narcotráfico) y se le sacó de una filial", aseguró. Agregó que no se difundió la información, "por una cuestión de confidencialidad" y por ser "efectivos a la hora de actuar".
En realidad, el sonado caso de Arnaldo Moreira de Macedo sí fue difundido en su momento, en una serie de reportajes que Última Hora publicó a partir del 11 de julio de 2006, bajo el título: "Paraguay, un paraíso para los narcoganaderos".
Vale la pena recordar más detalles de aquella pintoresca historia...

Dos identidades falsas y mucho dinero

Arnaldo Moreira de Macedo había llegado al Paraguay en una primera incursión, en 1993, con un frondoso prontuario criminal, tras haberse fugado de una cárcel brasileña.
El 4 de octubre de 1993, Macedo obtuvo una cédula de identidad paraguaya con nombre falso, haciéndose pasar por Ronaldo Alves da Silva.
El prontuario para la expedición de dicha cédula estaba firmado por el comisario general Francisco Ramírez Arrechea, y aseguraba que Alves da Silva había nacido en Sanga Puitá, Mato Grosso do Sul, el 20 de octubre de 1954.
Posteriormente, en octubre de 2002, en un segundo ingreso al Paraguay, Macedo obtuvo una nueva cédula de identidad, esta vez a nombre de Ronaldo Alves dos Santos, supuestamente, nacido en Palmital, Brasil, el 23 de octubre de 1955. El documento había sido firmado por el subcomisario Eliseo Báez.
Con esta nueva identidad, Macedo realizó varias inversiones. Adquirió tierras y montó una lujosa estancia de 4.000 hectáreas en Puerto San Salvador, Concepción, a orillas del río Paraguay (cercana a la localidad de San Alfredo), a la que bautizó con el nombre de Estancia Virgen Serrana, con una imagen de la Virgen de Caacupé en la entrada, y en cuyo homenaje levantó una hermosa capilla.
Además, instaló una empresa de mejoramiento genético, denominada Giamex, una cabaña modelo y otras empresas. Poseía también una lujosa residencia en el condominio Las Piedras, en Luque, en donde fue finalmente detenido el 24 de junio de 2006, por efectivos de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que le seguían la pista desde hace meses, en base a informes de la Policía Federal brasileña.
A Moreira de Macedo lo presentaban como un gran capo del narcotráfico, reemplazante de otro "padrino", el también brasileño Iván Méndez Mezquita, que había sido arrestado en noviembre de 2004, en su estancia de Alto Paraguay, cuando estaba dirigiendo un embarque de 265 kilos de cocaína.



La odisea de ingresar clandestinamente a la Estancia de Moreira de Macedo.
Excentricidades del capo narco-ganadero

Los relatos sobre las andanzas de Alves dos Santos (en realidad Moreira de Macedo), en la zona de Concepción, siempre protegido por un ejército de guardaespaldas, llegaron a hacerse legendarias.
Así lo relata un periodista de la región: "Una noche estábamos en la parrillada Toniño, en el centro de Concepción, cuando llegó este personaje, al que todos conocíamos como Alves dos Santos, rodeado de sus matones. Hizo cerrar el local y empezó a derrochar dinero en una gran farra, en que nos convidó a todos. Él era así, muy generoso, y por eso mucha gente le adulaba".
En julio de 2006, el autor de esta nota, en compañía de otros compañeros y del corresponsal de ÚH en Concepción, Justiniano Riveros, ingresamos con una camioneta sin logotipo al interior de la estancia Virgen Serrana.
La excusa que dimos fue que éramos técnicos en turismo, que estábamos haciendo un relevamiento de los antiguos puertos sobre el río Paraguay (el muelle de San Salvador es uno de ellos), para hacer una guía turística. Así logramos que nos abran los muchos portones del camino de acceso y pudimos llegar hasta el casco central del establecimiento, donde logramos obtener fotografías en forma subrepticia.
Así lo describíamos en el reportaje publicado entonces:

"Se trata de una lujosa mansión de dos plantas, con amplios ventanales de vidrio, rodeada por un verde y cuidadoso jardín. Desde allí se domina todo el paisaje, el remanso azul del río Paraguay, el viejo embarcadero donde alguna vez estuvo el puerto de San Salvador.
"Una torre metálica y antenas parabólicas revelan la presencia de alta tecnología en comunicación. Cerca hay una capilla con un campanario, viviendas y galpones, una pista de aviación. Informes de la Senad indican que desde esta misma estancia se habrían estado operando envíos de cocaína.

"Una mujer sale a recibirnos. Quiere saber quiénes somos, a qué venimos, quién nos dejó pasar. Al instante se acerca una camioneta con varios hombres armados. Uno se adelanta, dice ser el encargado. Las mismas preguntas, las mismas respuestas: Somos técnicos en turismo, queremos visitar el puerto. No nos cree mucho, pero nos deja pasar. Llegamos a la orilla del río, tomamos algunas fotos y nos despedimos con un gesto. Ellos están ansiosos de que desaparezcamos de allí. Nosotros también...".

La entrada a la estancia Virgen Serrana, del ex narco ganadero.

Las anécdotas más curiosas del golpe que derrocó al dictador Stroessner

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 El yeso falso del general Rodríguez, los golpistas que se equivocaron de dirección, el capitán que combatió en alpargatas... componen lo pintoresco de la gesta del 2 y 3 de febrero de 1989.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman


La historia de los pueblos está hecha de grandes momentos heroicos o trágicos, pero también de pequeñas y singulares anécdotas, muchas veces jocosas, que dan la medida de la humanidad de los protagonistas. El alzamiento militar del 2 y 3 de febrero de 1989, que puso fin a casi 35 años de dictadura del general Alfredo Stroessner, iniciando la transición a la democracia en el Paraguay, estuvo matizado de situaciones pintorescas. A 26 años del golpe, aquí rescatamos algunas de esas historias.

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El yeso falso del general Rodríguez

¿Cómo evitar una reunión personal con el presidente Alfredo Stroessner y eludir cualquier acción de parte suya que desactive la programada conspiración militar para derrocarlo, ante los rumores que comenzaban a correr de boca en boca?
Era el dilema que enfrentaba el entonces comandante del Primer Cuerpo de Ejército, general Andrés Rodríguez, jefe de la sublevación en marcha, cuando recibió una citación del dictador para presentarse a una reunión en el Comando en Jefe, el jueves 26 de enero de 1989, una semana antes del golpe programado.
En esa época, las órdenes del "Supremo" no se desobedecían, pero el riesgo de asistir era grande. Corría la versión de que Stroessner pensaba pasar a retiro a Rodríguez y relevarlo del mando.
Los asesores del general rebelde le aconsejaron que fingiera haber sufrido un accidente en una de las piernas, para no acudir.
"Me caí de la escalera y me quebré la pierna, por lo que no podré ir a la reunión. Por favor, hágale llegar mis disculpas al señor comandante en jefe", le dijo Rodríguez por teléfono al jefe de Estado Mayor, general Alejandro Fretes Dávalos.
Desconfiado, Fretes Dávalos envió espías al cuartel de la Caballería, en Campo Grande, aprovechando que había un ejercicio de cimeforistas, en la mañana del 2 de febrero.
Efectivamente, los emisarios pudieron ver que Rodríguez estaba inmovilizado en un sillón por un enorme yeso en una de las piernas, que un médico militar amigo le había colocado con mucha paciencia.
Era el mismo médico que, horas después, le tuvo que cortar y volver a sacar el yeso, para que el general de Caballería recuperara pleno movimiento y se pusiera al frente de la sublevación en marcha.

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El aviso que Stroessner no creyó

Cerca de las 17.00 del jueves 2 de febrero, el general Alfredo Stroessner estaba en casa de uno de sus más leales colaboradores, el coronel Feliciano Manito Duarte, presidente de la telefónica estatal Antelco, disfrutando de un juego de naipes, cuando le avisaron que su hijo Gustavo le llamaba por teléfono. Molesto por ser interrumpido, el dictador escuchó la voz alarmada de su hijo al otro lado del tubo:
–¡Parece que es cierto que Rodríguez está preparando el golpe...! ¡Todos dicen que ocurrirá esta noche...!
El anciano gobernante miró a sus amigos, sentados a la mesa con las cartas de barajas en la mano, que escuchaban expectantes, y les hizo un gesto de que no era nada importante.
–¡Vamos a dejar de lado esos disparates...! ¡Yo ya hablé con Rodríguez y todo está bien...! –exclamó Stroessner, cortó la llamada y volvió a sentarse a la mesa, dispuesto a seguir jugando.

***

Los golpistas que se equivocaron de dirección

"El pato va a ir a su dormidero", fue la clave que un informante del entorno de Stroessner comunicó al general Andrés Rodríguez, en la tarde del 2 de febrero, cuando supo que el dictador abandonaba la casa de Manito Duarte para dirigirse a la residencia de Estela Ñata Legal, su amante y madre de dos de sus hijas.
Rodríguez sintió que era la oportunidad para capturar vivo a Stroessner y evitar un baño de sangre, por lo cual pidió al coronel Eduardo Allende, comandante del Servicio Agropecuario, y al coronel Mauricio Díaz Delmás que dirigieran una operación comando para atrapar al "Supremo".
A las 19.45, ambos jefes militares fueron en un auto particular hasta la casa de Ñata (frente a donde está ahora el Shopping del Sol, sobre la avenida Aviadores del Chaco), a reconocer el terreno. Stroessner aún no había llegado. Dejaron a un teniente coronel de apellido Vargas para que vigilara y regresaron a preparar el asalto.
Stroessner llegó como a las 20.00 y Vargas intentó avisar, pero su radio móvil no funcionó. Tuvo que ir hasta el cuartel sobre Madame Lynch, perdiendo un valioso tiempo.
A las 21.00, finalmente las tropas embarcaron en dos camiones del Servicio Agropecuario, un transganado y otro granelero. Tenían que llegar a la casa de Ñata, atropellar y derribar el portón trasero e ingresar disparando, pero el coronel Díaz Delmás se desesperó al ver que los camiones pasaban de largo la calle en que debían ingresar.
"Me adelanté y le pregunté a los conductores: ¿A dónde van...? Me contestaron que no sabían bien la dirección", relató luego el jefe militar.
Tuvieron que dar la vuelta y regresar. El coronel les mostró la calle en que debían entrar.
"Al llegar, le señalé al conductor el portón de hierro, y de nuevo pasó de largo. Nos adelantamos de nuevo y le ordené al teniente coronel Díaz Cano que pase al otro camión, en la estribera. Me dijo, en guaraní: '¡Falta de reconocimiento, mi coronel...!'", recuerda Díaz Delmás.
Finalmente pudieron ingresar y tras un fuerte intercambio de disparos con los soldados, que eran parte de la guardia habitual de Ñata, se decidió la retirada. Después se supo que Stroessner se había marchado de la casa minutos antes del ataque, dirigiéndose al Batallón Escolta Presidencial, donde buscó refugio.
***

El capitán que combatió en alpargatas.

La operación para derrocar a Stroessner tenía el nombre clave de Operación 33, porque estaba previsto ejecutarse a las 3 de la madrugada del 3 de febrero, pero el fracaso en capturar a Stroessner en casa de Ñata Legal puso sobre aviso a los leales al Gobierno y obligó a los golpistas a adelantar el ataque.
Tras una frugal cena, muchos oficiales y soldados se habían retirado a descansar, esperando la hora indicada, cuando recibieron el sorpresivo aviso de que había que salir enseguida.
El capitán de Caballería, Wladimiro Woroniecki, estaba duchándose tranquilamente, cerca de las 21.15 de la noche del 2 de febrero, cuando un auxiliar entró a informarle que su superior, el coronel Lino Oviedo, le pedía que acudiera en forma urgente, pues el ataque se había adelantado y los tanques de guerra ya estaban saliendo.
"No tuve tiempo ni de secarme bien. Me puse el uniforme con el cuerpo mojado y busqué mis botas, pero no estaban en ninguna parte. Entonces me puse lo primero que encontré, que eran unas alpargatas...", confirmó Woroniecki, quien tuvo que combatir con ese informal calzado el resto de la noche e incluso conducir el jeep del Regimiento de Caballería N° 3, que encabezó la caravana de tanques, escoltando al general Stroessner, luego de su rendición en el Batallón Escolta, hasta la sede de la Caballería.

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El susto de Luis Miguel y Sergio Denis

La noche del 2 de febrero de 1989, la ciudad de Itá celebraba la víspera de su fiesta patronal con dos grandes conciertos de sus principales clubes sociales y deportivos, que rivalizaban con la actuación de grandes artistas internacionales. En el Olimpia de Itá actuaba el celebrado cantante mexicano Luis Miguel, mientras en el Sportivo Iteño lo hacía el también renombrado artista argentino Sergio Denis.
En una entrevista con Última Hora, Denis contó que él se enteró del golpe en Asunción, antes de salir hacia Itá, cuando escuchó los primeros disparos, cerca de las 22.00, desde el Hotel Guaraní (donde estaba alojado), presumiblemente durante el ataque de la Marina contra el Cuartel de Policía.
Aun así, el artista decidió ir a actuar. "Tanto el club que me había traído como el que trajo a Luis Miguel habían metido cerca de diez mil personas cada uno. El empresario que me contrató dijo: 'La gente te está esperando desde las 9 de la noche, no saben nada de lo que sucede, tenés que ir a cantar'", recuerda.
En contra de la leyenda que asegura que ambos artistas tuvieron que quedarse a pernoctar en Itá, Sergio asegura que sí pudieron regresar a Asunción esa madrugada, casi al alba, pero de un modo muy pintoresco.
"Salimos en un colectivo, pasamos al otro Club (Sportivo Iteño) a buscar al colectivo que traía a Luis Miguel y sus músicos y avanzamos por la ruta, escoltados por dos motociclistas militares, que eran del grupo leal a Stroessner. Como a dos kilómetros encontramos una barrera militar, donde hubo averiguaciones y los dos motociclistas que nos escoltaban quedaron detenidos. Eran los militares del ejército revolucionario, quienes, para que sigamos camino, nos pusieron a otros dos motociclistas, pero ya del bando ganador", relató el cantante.
Tanto Sergio Denis como Luis Miguel admitieron que esa noche pasaron "un gran susto", pero al mismo tiempo una experiencia inolvidable. "Me puse muy contento con el pueblo paraguayo", dijo Sergio.

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Los periodistas que transmitieron el golpe en vivo

La emisora católica Radio Cáritas fue la única que pudo sacar a sus reporteros a la calle y transmitir en vivo momentos del combate, con el sonido de disparos y explosiones.
El periodista Celso Velázquez fue el primero en informar sobre el avance de los tanques desde la zona de la Caballería, en Campo Grande, y en relatar en directo algunas escaramuzas en la zona del microcentro, en las inmediaciones del Cine Victoria.
Juan Pastoriza también salió después con un móvil, al que le ataron una bandera blanca, junto con el chofer Julio César R0jas, hacia el principal campo de batalla, en las cercanías del Batallón Escolta, donde se buscaba la rendición del general Stroessner.
"Pudimos sortear los tanques e, increíblemente, los soldados apostados detrás de los mismos, o tirados en el suelo disparando, no nos dieron importancia y pasamos. Subiendo la calle 25 de mayo y pasando General Santos, no había una sola luz. La oscuridad era espantosa", relató Pastoriza.
Con un pequeño walkie intercomunicador, Pastoriza pudo relatar que veía a soldados que salían corriendo desnudos desde el cuartel del Escolta, o que un edificio cercano acaba de volar en pedazos.
"Después de transmitir sobre algunas escaramuzas aisladas y escuchar a gente gritando o gimiendo de dolor y observar fogonazos de metralletas a la distancia, nos vimos en un serio aprieto. Al levantar la cabeza, vimos pasar prácticamente encima de nosotros un avión Xavante, con las luces de guerra prendidas, como un siniestro pájaro. Instintivamente nos tiramos al suelo, porque presentíamos las ráfagas mortales", narró el periodista.
En ese momento, se escuchó una fuerte explosión y luego se hizo un prolongado silencio.
-¿Hola, hola...? ¿Me escuchan...? –pregunto la voz desde estudios centrales.
-Sí, aquí estamos... -respondió Pastoriza.
-¿El equipo de transmisión está dañado, o está bien? –averiguó la voz.
-Sí, el equipo está en buenas condiciones –respondió Pastoriza, y luego se dijo para sus adentros: "Nosotros también, gracias".
-¡Ah que bien! Entonces, podemos continuar la transmisión –dijo, con alivio, la voz desde estudios.

***

Arresto en un camión repartidor de pan

En la actual Ciudad del Este, entonces llamada Ciudad Puerto Presidente Stroessner, se encontraban varios altos dirigentes de la cúpula colorada stronista, que habían viajado desde Asunción para presidir los actos por el aniversario de fundación de la ciudad favorita del dictador.
Entre los dirigentes se encontraba Mario Abdo Benítez, secretario privado de Stroessner y uno de los integrantes del llamado "Cuatrinomio de Oro", que había asumido la conducción del partido colorado.
Al enterarse de que había un levantamiento militar en la capital, Abdo Benítez y varios jerarcas decidieron refugiarse en una residencia que el secretario de Stroessner tenía en el lugar.
El jefe de la Base Naval, el capitán Amado Rodríguez Gaona, quien se había plegado a los golpistas, recibió la orden de ir a capturar a Abdo Benítez y a sus allegados, al frente de un grupo comando, pero se encontró con que los vehículos militares no funcionaban, según relata el periodista esteño Rolando Ávalos, quien fue testigo del procedimiento.
Entonces, no les quedó otro recurso que confiscar la destartalada camioneta de un panadero, y en la carrocería de aquel vehículo con olor a levadura fresca y logotipo comercial, acudieron los soldados a rodear la mansión de los stronistas y proceder a arrestarlos.

***

La luchadora que se perdió la celebración

Como dirigente del movimiento social generado en la lucha de los médicos y trabajadores del Hospital de Clínicas, la doctora Lilian Soto se había convertido en una de las principales activistas contra la dictadura y nada anhelaba tanto como ser partícipe de su caída.
En la noche del 2 y la madrugada del 3 de febrero, sin embargo, Lilian se encontraba cumpliendo se pasantía rural como médica en la localidad de Teniente Irala Fernández, Chaco Paraguayo, a casi 400 kilómetros de Asunción, y no se enteró de lo ocurrido sino a la tarde del día siguiente, debido al gran aislamiento en que entonces se mantenía toda la región.
Así lo narra la propia Lilian: "El 3 de febrero desperté porque don Evaristo (el casero) golpeó mi puerta y me dijo que había habido un golpe en Asunción. No le creí... Esperó tercamente a captar alguna señal de radio y volvió con el aparato, me lo puso al oído y escuché la grabación de la proclama de Andrés Rodríguez. En pleno Chaco, en medio de la unidad militar y de la seccional colorada. No lo podía creer. Stroessner ya no estaba, se había ido. Ya no había dictadura en Paraguay. ¡Y yo me enteré al día siguiente...!".


Fuentes: Libros ¿Que hacías aquella noche?, de Alfredo Boccia Paz; Operación 33, de Roberto Paredes; El golpe del 3 de febrero de 1989, de Alcibíades González Delvalle; entrevistas y reportajes del autor.

Yhú se integra al mundo

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Después de más de cien años de soledad, luego de siglos de aislamiento, montones de promesas políticas nunca cumplidas, millones de guaraníes del dinero público robados... finalmente mi querido pueblo natal, Yhú, deja de ser “una aldea perdida en el sopor de la ciénaga”, tal como el maestro García Márquez imaginó a su propia natal Macondo-Aracataca.
Este martes 17 se inaugura finalmente la Ruta 13, Caaguazú-Yhú-Vaquería, de 64 kilómetros, una ruta aún sin nombre oficial, pero que ya se ha ganado hace rato el nombre oficioso de “La Ruta de la Mentira”, por lo mucho que nos habían mentido hasta ahora acerca de esta obra vial. Para lograr que se haga, los pobladores tuvieron que realizar incontables movilizaciones, cierres de rutas, sufrir represiones policiales, hasta finalmente conseguir que les hagan caso.
Recuerdo mi infancia en ese pueblo mágico, en que la travesía de casi 50 kilómetros hasta salir al asfalto en Caaguazú –es decir, “la Civilización”- era una aventura cotidiana de largas horas –que se convertía en largos días, si acaso llovía y se clausuraban las barreras del MOPC-, en los destartalados micros o “mixtos” (camiones con carrocerías de madera donde iban los pasajeros, sentados en bancos de tablas, muchas veces incluso sentados sobre el techo, por la gran cantidad).
Uno de esos indómitos choferes de ómnibus de batalla, durante muchos años, fue mi recordado papá, Andrés “Chi’ito” Colmán, y uno de los fundadores de las primeras líneas de transporte, la mítica flota de ómnibus “Santa Ana”, fue mi tío Felipe Salmena, cuya labor pionera hoy prosigue mi primo Nene.
Yhú ya era un rincón perdido del resto del Paraguay durante la Guerra de la Triple Alianza, cuando el mariscal López lo eligió como el lugar de castigo para enviar a las tristemente famosas “destinadas”, cientos de mujeres castigadas por ser esposas, o madres, o hijas, novias o amantes de sospechosos de oponerse a su liderazgo durante la Guerra, incluyendo en el grupo a su propia madre y hermanas. Tengo por allí un cuento inédito que relata justamente la valentía de una mujer yhuense en oponerse a su entorno y al poder para ayudar samaritanamente a esas mujeres sometidas al escarnio.
Yhú también fue el lugar elegido por la dictadura stronista para enviar de castigo a los opositores políticos (“confinamiento” le llamaban a esa modalidad autoritaria de exilio interior), como ocurrió en los 80 con Rubén Darío Verón, compañero del abogado fernandino Mario Milciades Melgarejo.
Ahora mi querido Yhú –al igual que su vecina Vaquería y sus muchas compañías rurales- rompe por fin su aislamiento de siglos y se integra a la dinámica económica del Paraguay actual.
Es un proceso que tiene sus luces y sombras, porque junto al progreso también avanzan las contradicciones. El cerco de la sojalización sin límite y sin control, y la expansión de los cultivos ilegales de marihuana, van tejiendo también su red siniestra, con su dinero sucio, marcado de violencia e inseguridad.
Pero junto a la ruta llegan seguramente mejor educación y salud, más alternativas de producción y una nueva dinámica empresarial.
Ojalá todo eso no desdibuje nuestra identidad, y seamos capaces de fortalecer los valores de solidaridad y hospitalidad que siempre nos caracterizó a los y las yhuenses.
¡Felicitaciones, mi querido pueblo natal..!
Te debo mucho de lo que soy, a pesar de mis largas ausencias.
Pronto estaré por allí, para brindar contigo por esta nueva etapa.

La ruta a Yhu, antes del asfalto, en la zona de cruce del arroyo Yhu, desbordado por lluvias. 
La misma zona, actualmente, luego de la construcción de la ruta.

La orden

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Esto lo escribí en marzo de 1999, pocos días después de los trágicos y heroicos sucesos conocidos, en base a datos sueltos que me había pasa una persona conocida del entorno del Gobierno de Cubas.
Se publicó en la primera edición de “Días de Gloria”, una revista especial tipo álbum de fotografías que editó Última Hora, y que agotó miles de ejemplares.
El año pasado me lo hizo recordar la amiga Lilia María Ayala y quedamos en que lo rescataría y lo compartiríamos por aquí, pero no tenía el texto en versión digital y ni siquiera sabía dónde estaba guardada alguna última copia de aquella revista. Por fortuna volvió a acudir en mi ayuda mi hada protectora, la querida amiga y mejor lectora Roxy Alvarez, quien se tomó el trabajo de guardarlo y copiarlo, y así lo pude compartir en FB.
Ahora, el amigo y colega Enrique Dávalos me consulta por el mismo texto, ya que no pudo ubicarlo en  la web. Tras buscarlo afanosamente, pude dar con una copia en mis desperdigados archivos. Así que, para que puedar ser más fácil de ubicar, desde hoy también está aquí en el blog, con algunos pocos retoques de estilo, en memoria de tanta sangre heroica derramada e impune.

La primera orden fue: Que la policía les eche a garrotazos de la plaza, y que nuestra gente ocupe el lugar. Así, cuando los legisladores llegasen para el juicio político, la turba no los iba a dejar entrar. Y ellos, cruzados de brazos, iban a decir: no podemos hacer nada. Es la voluntad del pueblo.
Intentaron cumplir la orden. ¡Vaya si lo intentaron! Los cascos azules cargaron con saña pocas veces vista contra los indefensos ciudadanos. Cuatro valientes policías golpeando con furia a un cobarde anciano caído en el suelo.
Gases lacrimógenos. Carros hidrantes. Balines de goma. Represores a caballo.
Y nada…
Los jóvenes drogadictos y borrachos, los campesinos manipulados y comprados, los curas comunistas partida no se movían de la plaza, para nada.
¡Tercos imbéciles…!
Después vino la otra orden.
Esta vez para los manifestantes oviedistas: Usen las bombas y los petardos. Pero no al aire. Disparen directamente al cuerpo. Ya verán que cuando se quemen unos cuantos, van a salir rajando.
Así comenzaron a llegar cajas y más cajas de doce por uno.
Los policías ayudaban a cargar y a disparar.
¡Broom, broom…!caían las explosiones en medio de la multitud.
Gritos, llantos, gemidos de dolor.
Empezaban a evacuar a los heridos.
Pero estos boludos obstinados… no salían de la plaza.
Entonces… llegó la otra orden.
Secreta, reducida, dirigida a unos pocos elegidos: Que la Policía se vaya a pasear. Que los manifestantes armen todo el quilombo que puedan. Y entonces, ustedes, bien escondidos, disparen. En principio no tiren a matar. Apenas a las piernas, a los brazos. Si aún así no salen, entonces cárguense a uno o dos. Ya verán que estos pituquitos, cuando vean que hay mbokapu, que la cosa es en serio, se irán corriendo a esconderse debajo de la cama.
Los oscuros sicarios obedecieron al pie de la letra.
Desgranaron las balas asesinas desde lo alto de los edificios y desde cualquier esquina.
Pero tampoco así hubo caso.
Los tercos imbéciles caían unos tras otros, recogían a sus compañeros muertos o heridos, y seguían resistiendo.
Esa plaza ya no era sólo una plaza.
Esa plaza era ya la patria, era el país, era la democracia por la que había que luchar hasta vencer o morir.
¡República o muerte!
¡Aquí no se rinde nadie, carajo!
El ex general sintió que estaba perdido.
Sintió que algo había fallado en sus siniestros cálculos.
Sintió que se le acababan las órdenes.
Sintió que esos adorables tercos estúpidos imbéciles drogadictos manipulados comunistas partida no se iban a mover nunca de esa maldita plaza, aunque él llamara a todas las hordas patoteras, a todos los francotiradores, a todos los tanques de guerra, a todos los cazabombarderos del mundo.
Entonces, frío, acorralado, vencido, se bajó del ensangrentado trono del poder, tomó el teléfono celular, discó el número codificado e impartió la última orden, la que no hubiera querido impartir nunca.
Dijo, simplemente:

-¡Preparen el avión...!

Sinfonía de luna llena

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Mi tocayo Calamaro canta bajito con su voz enredada en el estéreo del auto, pero la verdad no le hago mucho caso. 
La música que llena mis sentidos es otra y nace de tu sonrisa iluminada de Luna llena.
Aquí, en medio de la nada sobre el elevado corazón del mundo, entre luces lejanas y el vuelo fugaz de las lechuzas nocturnas que a veces te sobresaltan, siento que finalmente estoy donde siempre tuve que estar, aunque haya tardado casi un siglo en darme cuenta.
¿Dónde estabas, hechicera cordillerana de ojos luminosos y palabras escritas como dardos…?
¿Qué hacías mientras yo te esperaba sin saberlo? 
¿Con quién malgastabas tus días cuando tanto te necesitaba…?
En esta comarca inmensa de calles entrecruzadas como laberintos sin memoria, en donde los automóviles y las motos me acechan como dragones asesinos para atropellarme, nunca creí que aparecerían tus cachetes risueños al rescate.
Tu risa en medio de la noche lava mi cuerpo y mi alma. 
Tu cuerpo tiembla entre mis brazos o acaso soy yo quien tiembla y te contagia este embriagador terremoto del alma. 
Tus besos encienden mis mejores sueños dormidos y a la vez me despojan del eco de otros besos, que también son parte de mi historia. Los muchos besos fugaces que me hicieron a imagen y semejanza de la leyenda que pobló tu bella y tierna obsesión literaria y afectiva, se van desprendiendo de mi piel y de mi alma, en la medida en que la electricidad de tus dedos me lava.
Soy el mismo, pero quizás soy otro. 
Me voy de-construyendo y a la vez re-construyendo, ansioso de explorar este nuevo mundo que se reinventa ante mis sentidos por la acción de tu inesperada presencia re-creadora.
Estoy aquí. Estás aquí. El uno frente a la otra, en medio de la nada sobre el elevado corazón del mundo -uno de nuestros apropiados sitios favoritos-, como si fuéramos el primer hombre y la primera mujer, y la vida fuera un inmaculado bloc en donde nuestros dedos temblorosos empiezan a escribir juntos un prometedor cuento otoñal.
Quiero ser mejor de lo que soy, para merecerte. Pongo ante ti mis aciertos y mis errores pasados, así como asumo los tuyos con besos que besan y que beben lágrimas y risas, y sobre ese pasado imperfecto construimos un presente nuevo, en donde el futuro es un lindo desafío abierto que apenas depende de nosotros dos. Los demás, que se jodan. Son aquellos que nos quieren de verdad los únicos que importan.
Dejame disfrutar de esta Sinfonía de Luna llena.
No me abandones, amor, que sin vos soy un niño perdido en medio de la tempestad (sí, esta frase la robé de Galeano; siempre me adivinaste también ladrón de palabras).
Quiero ser el exorcista de todos tus tercos fantasmas.
Quiero ser el espanta-murciélagos que te libre para siempre de las pesadillas que a veces te rondan.
Quiero ser el viento que le da aire y libertad a tus alas, y que orgulloso te acompaña en el vuelo.
Quiero ser esa copa escarlata que describiste en uno de tus relatos, en la que te sientas bebida hasta el éxtasis de la plenitud, y perderme contigo en el vértigo de esa bebida embriagadora que los dos solemos beber en nuestros encuentros, sea mojito, cerveza, vino, vodka o simplemente amor.
Vení más cerca. Abrazame más fuerte. No dejes nunca de besarme.
Decile a Calamaro que cante o que se calle si quiere. 
No importa.
Ya tenemos nuestra propia sinfonía.

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(Para Jess, que se volvió la mejor literatura en mi piel).


LA LLAMADA

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El presidente de la República, Horacio Cartes, me llamó por teléfono en la tarde del domingo 26 de abril, Día del Periodista.
Me sorprendió la llamada, ya que nunca antes había conversado personalmente con él.
Con tono muy cordial, me dijo que llamaba a felicitar por el Día del Periodista, y que a través mío quería extender la felicitación a todos los colegas del gremio de los comunicadores.
El presidente me dijo que valora mucho el trabajo de la prensa, que está haciendo “todo lo posible” por responder a nuestros reclamos y por tratar de solucionar los muchos asuntos pendientes, vinculados a la seguridad de periodistas, y que está abierto a recibir propuestas nuestras “sin protocolos”.
Por mi parte, le dije que me parecía interesante el gesto, que nuestros reclamos y nuestras críticas a su gestión y a las acciones de los demás poderes del Estado son públicos, pero que transmitiría su mensaje a mis compañeros y compañeras de la Coordinadora de Periodistas en Alerta (en la que, desde días posteriores al asesinato del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada, estamos congregados el Foro de Periodistas Paraguayos – Fopep, del cual soy presidente; el Sindicato de Periodistas Paraguayos – SPP, y colegas de varias Redacciones).
Después leí que había enviado también un  mensaje público de felicitación, a través de la Dirección de Prensa del Palacio, declarándose “compañero de lucha con los comunicadores”.
La actitud está despertando distintas reacciones, tanto entre los periodistas como en la opinión pública.
He cumplido en comunicar lo ocurrido a mis compañeros y compañeras de la Coordinadora. Cualquier propuesta o respuesta será a través de nuestras organizaciones.

Los 17 periodistas paraguayos que dieron la vida por informar

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Acto de protesta de periodistas, recordando a sus colegas asesinados.
En el Día del Periodista Paraguayo (26 de abril), los principales homenajes son casi siempre para Pablo Medina y Santiago Leguizamón, los más conocidos mártires de la comunicación. Pero hay otros quince que también se inmolaron por dar a conocer su verdad a través de los medios. Sepa quiénes son.

Por Andrés Colmán Gutiérrez | @andrescolman

Hombres armados que esperan en la esquina de una calle fronteriza o en la desolación de un camino rural.
Sicarios que llegan raudamente a bordo de una motocicleta, con el rostro oculto por cascos con visores oscurecidos, y que con mortal eficacia desenfundan escopetas y pistolas automáticas.
Las escenas son siniestramente parecidas, como calcadas de un criminal manual operativo. En la mayoría de los casos hubo amenazas previas, a través del teléfono o de mensajes de texto. En otros, fue simplemente la sorpresa de un fugaz instante, una frenada brusca, un click metálico que antecede a los fogonazos mortales.
Desde aquel primer brutal asesinato del periodista Santiago Leguizamón, como macabro mensaje en el Día del Periodista Paraguayo, el 26 de abril de 1991, hasta ahora, ocurrieron otros 16 casos contabilizados de comunicadores asesinados por su trabajo de informar.
Desde dueños de radioemisoras, reporteros profesionales conocidos, corresponsales de grandes medios, hasta comunicadores populares de radios comunitarias o locutores que cumplían una labor más de propaganda política partidaria, han sido víctimas de los asesinatos por encargo.

Conozcamos los casos:

Santiago Leguizamón, con sus hijos, frente a la radio de su propiedad, en Pedro Juan Caballero.
1. Santiago Leguizamón (1991): Mediodía en la tierra de nadie.

Era casi el mediodía del 26 de abril de 1991 y Santiago Leguizamón, periodista y director propietario de Radio Mburucuyá, en la ciudad de Pedro Juan Caballero, Amambay, estaba a punto de finalizar su tradicional programa Puertas Abiertas.
Planeaba juntarse con los demás trabajadores de la radio para compartir un almuerzo de conmemoración por el Día del Periodista en el restaurante El Pato, sobre la avenida fronteriza que divide a Pedro Juan de la ciudad brasileña de Ponta Porá.
Esa mañana, Leguizamón mantuvo un contacto al aire con su amigo Humberto Rubín, director de Radio Ñandutí, en Asunción, quien le pidió que se cuide, porque el comunicador pedrojuanino había recibido muchas amenazas de muerte.
"Hay dos clases de muerte, Humberto. Una es la muerte material, la muerte física. Y otra es la muerte cuando uno abandonó la ética y la voluntad de trabajo", le respondió Santiago.
Minutos después, Leguizamón salió del precario edificio de madera en donde funcionaba la radio, en el barrio María Victoria, y subió al auto, un viejo Datsun de color blanco, acompañado de su fiel secretario, Baldomero Karape Cabral.
Sobre la avenida Rodríguez de Francia, en la esquina de la calle De Jesús Martínez, en plena línea fronteriza, un automóvil Volkswagen Gol color negro, con vidrios polarizados y puerta derecha abollada, estaba esperando. Había tres hombres a bordo. Tenían armas y una siniestra misión.
Eran las 12.15 del mediodía, en la llamada "terra de ninguen" o "tierra de nadie", que divide a los dos países, cuando el Gol negro cerró el paso al auto blanco, y dos de los hombres saltaron a tierra. Uno llevaba armas cortas, presumiblemente una 9 milímetros y una 38 magnum, y el otro, una potente escopeta calibre 12 recortada.
Santiago detuvo el auto y vio que los hombres se le venían encima. Los disparos acribillaron el parabrisas. Herido y desfalleciente, Santiago aún tuvo fuerzas para gritarle a su secretario: "¡Corré, salvate... yo ya no puedo!". Cabral abrió la puerta y salió corriendo del auto, cuando escuchó la explosión final, el escopetazo que le arrancó a Santiago el ojo izquierdo.
Tras darle el tiro de gracia, los sicarios subieron al auto y cruzaron la frontera hacia Brasil. Según los forenses, 21 balazos impactaron en el cuerpo del periodista y le causaron la muerte.
Habían pasado dos años desde la caída de la larga dictadura stronista, cuando la mafia del narcotráfico y el crimen organizado en la frontera inauguraban el primero de una serie de violentos asesinatos a periodistas y comunicadores.
Como corresponsal de la entonces Red Privada de Comunicación (Diario Noticias, Canal 13 y Radio Cardinal), Leguizamón había publicado varios reportajes investigativos sobre tráfico de drogas, lavado de dinero, contrabando de soja y robo de vehículos.
Las últimas notas, en marzo de 1991, dejaban entrever una presunta complicidad entre los capos del crimen y el Gobierno del entonces presidente, general Andrés Rodríguez. Los reportajes mencionaban como uno de los principales capos del tráfico al entonces poderoso empresario fronterizo, Fahd Yamil, más conocido como El turco.
En 1992, un año después del asesinato de Leguizamón, la Policía Federal brasileña detuvo a los sicarios brasileños José Tiro Certo Araulho, José Aparecido de Lima y Bras Vaz de Moura, quienes confesaron haber asesinado al periodista paraguayo "por encargo de Daniel Alvares Georges (hijo de Fahd Yamil) y su primo Luis Enrique Tulú Georges".
La Justicia paraguaya nunca movió un dedo para utilizar esta confesión. Por el contrario, acabó encubriendo a los autores del crimen. A 24 años, el asesinato sigue en total impunidad.
Aquel "modus operandi" de los asesinatos por encargo, se repetiría en estos 24 años de modo sistemático, causando la muerte de otros 16 periodistas y comunicadores.

2. Calixto Mendoza (1997): Una mateada que dejó de ser feliz.

Mateando feliz, así se llamaba la audición radial que el locutor Calixto Mendoza conducía en las madrugadas, en la emisora Radio Yby Yaú, de la ciudad de Yby Yaú, en el Departamento de Concepción.
En su programa, Calixto brindaba espacios a dirigentes de organizaciones sociales y campesinas, formulando denuncias contra las autoridades y los poderosos de la región.
Evidentemente, sus críticas ocasionaron molestias. En la madrugada del 2 de marzo de 1997, su cuerpo fue hallado al costado de un camino rural de la compañía Arroyo de Oro, cerca de Yvy Yaú.
Sus familiares aseguran que Mendoza fue ahorcado por desconocidos y arrojado en un lugar descampado.
"Su muerte nunca fue investigada, se cerró el caso como accidente de tránsito'', destaca el también locutor Enrique Galeano, quien lo sustituyó en el programa de las madrugadas.
Los sospechosos de haber cometido el crimen nunca fueron siquiera demorados. Para las autoridades, su asesinato quedó en el olvido luego de que se perdieran sus archivos, según aseguraron guardias de la Jefatura de la Policía Nacional de Concepción a uno de sus hermanos.


Benito Ramón Jara.
3. Benito Ramón Jara (2000): El delito de manejar información

"Si Benito Ramón Jara no hubiera estado colaborando en el último año de su vida con Radio Yby Yaú, aportando informaciones y avisos, su muerte habría pasado prácticamente inadvertida. Tan inadvertida, quizá, como algunos de los crímenes espantosos que sacuden a menudo, y en absoluto silencio, el norte del Paraguay, tierra de nadie. O, en realidad, de varones de la droga y de contrabandistas de vehículos. De mafiosos y de rufianes de toda laya, en definitiva. Que, según un lugareño, disparan primero y preguntan después".
Así describe el periodista argentino Jorge Elías, entonces reportero del diario La Nación de Buenos Aires, quien se encargó de investigar bajo encargo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) algunos de los primeros casos de periodistas asesinados en el Paraguay.
"Al costado de uno de los caminos rurales, rumbo a la colonia General Bernardino Caballero, a unos 20 kilómetros de Yby Yaú, apareció el jueves 13 de abril del 2000, entre las cinco y las seis de la tarde, el cadáver de Jara. Tenía 37 años y seis tiros: uno en el rostro, otro en la cabeza, otro en el tórax y tres más a la altura del estómago.
Iba en una motocicleta de su propiedad, abandonada (por los asesinos, al parecer) a unos 1.000 metros del lugar del crimen", explica Elías.
Nunca se aclaró la verdadera causa del asesinato de Benito Ramón Jara. No era periodista, sino principalmente chofer y vendedor, pero por su vinculación con la radio manejaba mucha información. Es otro de los muchos casos que quedó en la absoluta impunidad.

Salvador Medina.
4. Salvador Medina (2001): La mafia del rollotráfico

Tenía vocación de comunicador, al igual que su hermano Pablo. Desde su programa radial en la humilde emisora comunitaria Ñemity FM, en la ciudad de Capiibary, Departamento de San Pedro, fustigaba a los depredadores de bosques, a los traficantes de rollos de madera y a los marihuaneros.
Salvador Medina Velázquez, de 27 años, era el presidente del consejo de la radio comunitaria FM Ñemity y ejercía la docencia como profesor de guaraní en la escuela parroquial y primaria del pueblo. "Desde el micrófono denunciaba, cuando tenía ocasión, el contrabando de rollos de madera desde la reserva forestal del Ministerio de Agricultura y Ganadería del Paraguay, y las conexiones de una banda de la colonia Ara Pyahu, a 20 kilómetros de Capiibary, vinculada con asaltos y con otros delitos. Lo hacía de común acuerdo con sus hermanos, Pablo, de 40 años, corresponsal del diario ABC Color, de Asunción, y autor de artículos sobre ambas cuestiones, y Gaspar, de 32, docente del colegio y conductor de un programa de música en la radio", relata el investigador Jorge Elías, en un informe elaborado para el proyecto Impunidad, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El 5 de enero del 2001, Salvador circulaba en una motocicleta con su hermano Gaspar, cuando fueron interceptados por un hombre enmascarado, quien disparó contra el trabajador de la prensa, matándolo.
Luego de un largo proceso, el autor material del crimen, Milciades Maylin, fue condenado a 25 años de cárcel, pero los autores intelectuales jamás fueron ni siquiera procesados.


Yamila Cantero.
5. Yamila Cantero (2002): Un crimen en la nebulosa.

Tenía 26 años de edad y era una de las periodistas más reconocidas de San Ignacio, Misiones, cuando el 6 de julio de 2002 estalló la noticia de que su cuerpo había sido hallado inerte, junto al de un policía, que presuntamente era su pareja sentimental, en un local policial.
La versión oficial presentó el caso como un presunto "crimen pasional", pero los familiares y el gremio de los periodistas no aceptaron esta versión.
"Es muy probable que detrás del supuesto crimen pasional de la compañera periodista, igualmente de radio, Yamila Cantero, en Santiago de las Misiones, se haya perpetrado un silenciamiento de corte mafioso. Es muy probable. Yamila apareció muerta debajo de su entonces pareja, un suboficial, quien, de acuerdo con reporte y crónicas policiales de la época, la mató y después él se suicidó", destaca el entonces secretario general del Sindicato de Periodistas del Paraguay, Julio Benegas.
Yamila es recordada como una reportera sagaz, crítica, denunciadora de las injusticias. "Ella nos demostró que la firmeza y la calidad en el desempeño de la tarea periodística no es vinculante con la destrucción y el desmoronamiento del adversario o el objetivo de una investigación", escribió sobre ella el ex ministro de la Sicom, el también periodista misionero Augusto Dos Santos.
El hoy abogado y juez de Yabebyry, Camilo Cantero, hermano de Yamila y durante mucho tiempo periodista, sostiene: "Su legado es el mayor desafío que tenemos sus familiares para no defraudar a la sociedad que en el momento justo ha respondido cuando estábamos aun sumamente sorprendidos por su tempranera muerte que truncó una figura importante por su proyección social y su empecinamiento por un futuro mejor."
"Su desaparición física nos dejó huérfanos de una gran luchadora social desde el periodismo testimonial", destaca Camilo Cantero, quien asegura que nunca se ha respondido a la pregunta: "¿Quiénes y por qué la mataron?".


Samuel Román
6. Samuel Román (2004): La molestia de un intendente

El locutor Samuel Román, de 36 años, un brasileño hijo de paraguayos, conducía un programa radial denominado La voz del pueblo, en la radio comunitaria Conquista FM de Capitán Bado, departamento de Amambay.
En su programa, Samuel criticaba severamente a los políticos de la región, en especial la gestión del "prefeito" (intendente municipal) de la ciudad brasileña de Coronel Sapucaia, separado apenas por una calle de Capitán Bado. Principalmente, daba espacios a la ciudadanía, para que exprese su opinión.
En la noche del 20 de abril de 2004, Samuel Román fue interceptado por tres sicarios en territorio brasileño, quienes le dispararon a quemarropa 13 tiros de pistola calibre 9 milímetros, ultimándolo.
Tras una larga investigación, la Policía brasileña –con colaboración de la paraguaya- pudo determinar que los sicarios fueron Luciano Gregorio de Lucena, Faviano Lucena dos Santos y Ricardo Antonio Machado, todos brasileños, por mandato del entonces intendente de Sapucaia, Eurico Mariano, quien finalmente pudo ser detenido, procesado y condenado a 17 años y 9 meses de prisión.

7. Ángela Acosta (2006): Otro presunto "crimen pasional"

Desde una humilde emisora comunitaria en Mayor Otaño, Itapúa, Ángela Acosta Méndez se desempeñaba como una voz crítica y abierta a las inquietudes de las organizaciones campesinas y populares de la región.
Ángela apareció muerta el 21 de diciembre de 2006, en Mayor Otaño, y el principal acusado fue quien era su pareja sentimental, el agente de Policía Agustín Alfonso Verón.
Verón fue detenido, pero, unos meses después, se escapó de la Comisaría 13ª de Encarnación.
Verón fue posteriormente relacionado con el asesinato de otro periodista, el chileno Alberto Tito Palma, también en Mayor Otaño.
El caso del asesinato de la periodista comunitaria Ángela Acosta nunca fue debidamente esclarecido.

Tito Palma y su familia.
8. Alberto Tito Palma (2007): Silencio a balazos

El periodista chileno –radicado en Paraguay- Alberto Tito Palma Godoy, locutor de la radio Mayor Otaño, en Mayor Otaño, a la vez corresponsal de Radio Chaco Boreal en Asunción, denunciaba el crimen organizado, el contrabando de combustibles y la corrupción en el gobierno local del departamento de Itapúa.
Palma venía recibiendo varias amenazas de muerte, por lo que había anunciado que regresaría a su país natal, Chile.
En la noche del 22 de agosto de 2007, el reportero se encontraba cenando con su pareja cuando dos hombres, vestidos con traje militar camuflado (conocido como parapara'i), lo asesinaron a tiros.
"Dos hombres con uniformes militares que iban en motos irrumpieron de pronto en su vivienda. Lo acribillaron. En el piso quedaron 18 casquillos de balas, según el comisario Ángel Barboza, jefe de la Policía de Itapúa. Seis balazos dieron en la frente, el cuello, los brazos y las piernas de Palma, de 48 años. Su pareja, Wilma Martínez, de 24 años, con la cual tenía un hijo de apenas dos meses, resultó herida en la pierna izquierda; debió ser internada de urgencia", relata el informe del proyecto Impunidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Nelson Vera Sanabria, alias Kamba'i, de 22 años, y su hermano Fabio, de 29, habrían sido los ejecutores del periodista.
Kamba'i Vera, según los testimonios, actuó a cara descubierta. El otro llevaba un pasamontañas. La pareja de Palma, sin embargo, pudo identificar al encapuchado por la mirada y sus rasgos físicos como Fabio Vera, el hermano de Kamba'i. Ambos son oriundos de la localidad de Yacuí Guazú, distrito de Mayor Otaño, y tienen antecedentes penales", destaca el informe de la SIP.
Ambos fueron detenidos por el caso, pero acabaron siendo sobreseídos por la Justicia.

Martín Ocampos.
9. Martín Ocampos (2009): Asesinato en zona del EPP

El director de la emisora comunitaria Hugua Ñandú FM, Martín Ocampos Páez, fue asesinado a tiros en su domicilio de la colonia Jorge Sebastián Miranda, más conocida como Hugua Ñandú, en el norte del Departamento de Concepción, en la noche del 12 de enero de 2009.
Ocampos Páez, dirigente de la Organización Campesina del Norte (OCN), era acusado por exponentes de la Fiscalía y la Policía de ser presuntamente colaborador del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), aunque nunca se exhibieron pruebas que pudieran sustentar esta acusación. Sus familiares y compañeros negaron enfáticamente esta versión.
Ocampos ya había sido detenido como supuesto colaborador del grupo armado, tras el ataque a un local policial en el lugar, pero fue nuevamente liberado por falta de pruebas.
Cuando se produjo el asesinato, desde sectores de la Policía y la Fiscalía se echó a correr la versión de que el comunicador fue "ajusticiado" por sus propios ex compañeros del grupo armado, presuntamente en represalia por diferencias internas en el manejo de dinero.
La docente Mirna Cristaldo, viuda de Martín Campos, negó que su marido fuera miembro o colaborador del EPP, y aseguró que fue asesinado como represalia a sus denuncias en la radio, contra los abusos de las fuerzas policiales y militares en la zona.
El caso nunca fue aclarado y sigue en la impunidad.


Merardo Romero
10. Merardo Romero (2011): Un crimen con tinte partidario

El locutor Merardo Alejandro Romero Chávez, de 47 años, conducía un programa radial con claro objetivo político partidario, a favor del movimiento Esperanza Colorada, de un sector de la Asociación Nacional Republicana (ANR). El mismo se emitía a través de la 100.1 FM, La voz de Itakyry, de la ciudad de Itakyry, a 90 kilómetros al norte de Ciudad del Este, en el Departamento de Alto Paraná.
El contenido del programa apuntaba a emitir propaganda electoral a favor del movimiento Esperanza Colorada, que por entonces era liderado por el caudillo altoparanaense Javier Zacarías Irún, y cuestionaba a través de denuncias a autoridades y funcionarios relacionados con el sector político interno colorado, ligado al entonces candidato presidencial, Horacio Cartes.
"Durante sus programas, recibía llamadas en que le decían que se calle o le mandarán callar. El crimen sería el cumplimiento de la amenaza", señaló una persona estrechamente ligada a la familia.
En la noche del 3 de marzo de 2011, sicarios armados llegaron hasta la casa de Romero Chávez y lo acribillaron a balazos, frente a sus propios hijos.
Resultó acusado el político colorado del movimiento contrario, Fidel Duarte, quien fue detenido, pero vuelto a ser dejado en libertad a las pocas semanas.
"¡Es el colmo del escándalo! Varios políticos regionales sospechosos de haber ordenado la ejecución de Merardo Romero gozan desde el inicio del caso de una curiosa bondad judicial. José Valenzuela, alto funcionario del gobierno de Itakyry, nunca fue arrestado por la policía local pese a que el Ministerio Público emitió una orden de detención contra él por 'homicidio doloso'. Incluso se confirmó que se encuentra en Itakyry, ¡cuando oficialmente se señala que se encuentra prófugo! Asimismo, Miguel Ángel Soria, ex intendente de la ciudad, de quien Fidel Duarte era el capanga, nunca se ha preocupado", reclamó la organización internacional Reporteros sin Fronteras.


Marcelino Vázquez
11. Marcelino Vázquez (2013): Acribillado frente a su radio

Al atardecer del 6 de febrero de 2013, el periodista radial y empresario Marcelino Vázquez salía de los estudios de su emisora Sin Fronteras 98.5 FM, en la ciudad de Pedro Juan Caballero, dirigiéndose a una discoteca (de la que también era propietario), cuando dos hombres que circulaban en una  motocicleta lo interceptaron.
El hombre sentado en la parte trasera del vehículo descendió y le disparó varias veces con un revólver calibre 38 milímetros. Uno de los hijos de Marcelino Vázquez salió de la discoteca y vio huir a los asesinos.
"Lo más probable es que la mafia se encuentre tras este asesinato, pues la forma de operar tiene claramente la marca del crimen organizado. La investigación anunciada debe arrojar resultados rápidamente y debe explorar el móvil profesional. Sobre todo, no debe ceder a eventuales trabas o presiones en una región donde, por desgracia, los cárteles ejercen una gran influencia sobre las autoridades locales", reclamó en su momento la organización Reporteros sin Fronteras.
Fueron procesados e investigados por este homicidio Édgar Giménez Duarte y Ramón Fariña Figueredo. Duarte fue finalmente condenado a 18 años de cárcel por este homicidio.


Carlos Artaza
12. Carlos Artaza (2013): Balas en  la refriega electoral

El 24 de abril de 2014, a apenas dos días de celebrarse el Día del Periodista Paraguayo, el fotógrafo Carlos Artaza (45 años), quien trabajaba como funcionario de prensa de la Gobernación de Amambay, en Pedro Juan Caballero, fue asesinado por sicarios en dicha ciudad fronteriza.
Artaza conducía su automóvil cuando fue interceptado por dos sujetos que circulaban en motocicleta, quienes lo hirieron con cinco disparos. Falleció la mañana del día siguiente, mientras era trasladado en ambulancia a Asunción.
El fotógrafo regresaba de una caravana de celebración por la victoria del diputado Pedro González, electo como gobernador de Amambay, tras una agresiva campaña en la que el político compitió contra el senador Roberto Acevedo que, como él, pertenece al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
"El ambiente observado estos últimos días en Amambay traduce al extremo una situación nacional cada vez más preocupante para la seguridad de los periodistas y la libertad de información. La campaña de las elecciones generales, llevadas a cabo el 21 de abril pasado y en las que Horacio Cartes resultó vencedor a la presidencia, estuvo marcada por amenazas e intimidaciones, así como por una serie de revelaciones sobre los presuntos vínculos entre ciertos políticos y el crimen organizado. El mantenimiento del Estado de Derecho, ya de por sí frágil, depende también de la suerte de los periodistas", apuntó en su momento la organización Reporteros sin Fronteras.
El caso continúa sin ser esclarecido.


Fausto Gabriel Alcaraz-
13. Fausto Gabriel Alcaraz (2014): Acallando las críticas

Fausto Gabriel Alcaraz, periodista de la emisora Radio Amambay, de Pedro Juan Caballero fue asesinado de 12 balazos el 16 de mayo de 2014, cuando salía del estudio de grabación. Dos sicarios que circulaban a bordo de una motocicleta le dispararon.
El propietario de la radio, el senador Robert Acevedo, señaló que el asesinato tuvo lugar después de que Alcaraz nombrara directamente en su programa a individuos involucrados con el narcotráfico en la región, a quienes denunció "con nombre y apellido".
Alcaraz, de 28 años, dirigía el programa de radio De frente a la mañana, el principal espacio matutino de Radio Amambay 570 AM.
El comunicador era conocido por generar polémicas acusaciones contra comerciantes, policías, fiscales y jueces que, supuestamente, actuaban a las órdenes de la mafia ligada al narcotráfico y el crimen organizado.


Édgar Fernández Fleitas
14. Édgar Fernández Fleitas (2014): Furia en la ciudad

Abogado y locutor radial, Édgar Pantaleón Fernández Fleitas, de 43 años, era una de las voces más críticas de la ciudad de Concepción, a través de su programa La ciudad de la furia, que se emitía a través de la emisora Radio Belén Comunicaciones.
Fernández Fleitas fue asesinado de 6 tiros en la cabeza por desconocidos en su residencia, en Concepción, en la tarde del 19 de junio de 2014.
"Probablemente una persona tocó el timbre y él abrió el portón, ingresó, se sentó y le disparó, no fue para robarle ni nada, fueron otros los motivos. Hay personas que vieron al que disparó", indicó la fiscala Dora Irrazábal, de Concepción.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, reclamó a las autoridades paraguayas "que hagan todo lo posible para detener y procesar a los responsables del asesinato del periodista radial paraguayo Édgar Pantaleón Fernández Fleitas".
"Es importante que los responsables de crímenes contra periodistas sean juzgados. El sistema judicial debe movilizarse para impedir que la violencia amordace la libertad de expresión y la libertad de prensa", agregó.


Pablo Medina.
15. Pablo Medina (2014): El crimen que sacudió la narcopolítica

Regresaba de una cobertura periodística en asentamientos campesinos, a bordo de su camioneta, cuando dos hombres vestidos de militar le cerraron el paso en un desolado camino vecinal, en las inmediaciones de Villa Ygatimí, Departamento de Canindeyú, el jueves 16 de octubre de 2014.
Pablo Medina, veterano periodista, corresponsal del diario ABC Color en la zona de Curuguaty, fue acribillado con varios disparos de una pistola 9 milímetros y rematado con una escopeta calibre 12.
Previamente, uno de sus ejecutores le había preguntado acerca de su identidad, en lengua guaraní: "¿Vos sos Pablo Medina?". Cuando el periodista vio que le apuntaban con un arma, pidió: "Anina che juka (Por favor, no me mates)".
El asesinato de Medina, por tratarse de un informador muy conocido, integrante de uno de los medios periodísticos más importantes del país, causó una gran conmoción en la sociedad paraguaya y produjo una fuerte reacción de protesta y movilización desde el gremio de los periodistas y otros sectores organizados.
Ante la fuerte presión mediática, equipos de investigación de la Fiscalía y la Policía actuaron con mayor celeridad y se pudo determinar que el crimen fue ordenado por el intendente municipal de Ypejhú, Vilmar Neneco Acosta y ejecutado por el hermano de este, Wilson Acosta y su sobrino, Flavio Acosta Riveros. También se determinó que Acosta era el jefe de una banda de narcotraficantes y sicarios, responsables de varios otros crímenes en la región.
Neneco Acosta fue detenido recientemente en Brasil y se espera su extradición. Los demás siguen prófugos.
Las repercusiones del caso obligaron a que el Congreso Nacional cree una comisión especial de investigación, que llegó a individualizar públicamente a varios senadores y diputados como relacionados al narcotráfico y al crimen organizado, aunque hasta ahora no han sido investigados seriamente por los organismos de Justicia.


Antonia Almada.
16. Antonia Almada (2014): El precio de acompañar a un periodista

La joven Antonia Maribel Almada Chamorro (19), viajaba junto al periodista Pablo Medina, en el asiento del acompañante, cuando este fue atacado por sicarios, y ella también resultó víctima de varios disparos, falleciendo pocos minutos después.
Otra hermana suya viajaba en el asiento trasero de la camioneta y logró agacharse en el momento del ataque, resultando ilesa, aparentemente por no haber sido vista por los asesinos. Su testimonio resultó clave para individualizar a los agresores.
Aunque no era estrictamente periodística –la presentan como asistente del corresponsal Medina-, la joven Antonia Maribel es también considerada una de las víctimas de los ataques contra la prensa. Antonia era estudiante de análisis de sistemas y oriunda de Villa Ygatimí. Estaba viviendo y estudiando en Curuguaty junto con su hermana, desde donde acompañaba a Medina en sus coberturas.

Gerardo Servián
17. Gerardo Servián (2015): Una molesta voz en guaraní

Gerardo Servián Coronel, periodista radial de Pedro Juan Caballero, realizaba un programa diario en idioma guaraní en la emisora comunitaria Radio Ciudad nueva, en la localidad fronteriza de Zanja Pytá, vecina a la capital de Amambay.
En horas de la siesta del día 5 de marzo de 2015, Servián se desplazaba a bordo de su motocicleta por una calle de la ciudad de Ponta Porá, Brasil, cercana a la divisoria fronteriza con Paraguay, cuando fue alcanzado por otra moto, en la que iban dos personas.
Según un video grabado por una cámara de seguridad en el sector, el hombre que iba detrás en la otra moto, extrajo un arma y empezó a disparar al comunicador, derribándolo del vehículo, para luego ultimarlo con más disparos.
Su hermano, el también periodista radial Kiko Servián, dijo que el homicidio fue en represalia a las críticas que Gerardo Servián realizaba desde la emisora, especialmente contra la gestión  del intendente de Zanja Pytã, Marcelino Rolón, del Partido Colorado.
"Él hablaba mucho de la cuestión de la intendencia, de las elecciones municipales. Es por eso que no se puede descartar que el trasfondo podría ser una cuestión política", indicó.

La organización internacional Reporteros sin Fronteras exigió "una investigación exhaustiva, independiente e imparcial y a no excluir la hipótesis de que el homicidio pudo estar relacionado con su actividad profesional. Este crimen no debe sumarse a la lista de asesinatos de periodistas que permanecen en la impunidad en esta región fronteriza".

Patria...

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Hay un Paraguay que nos espera al otro lado de la niebla.
Un país que todavía no conocemos y sin embargo extrañamos, cuya belleza no se puede pintar sobre el papel, porque su geografía pertenece al intangible territorio de los sueños.
Un país hecho con la madera de nuestras mejores utopías, e iluminado con el sol de nuestros recuerdos más felices; incluso con los recuerdos de las cosas que todavía no sucedieron, como aquella Independencia que nació en una furtiva madrugada de mayo de 1811, pero todavía está en camino…
La Patria vive en ese viejo y querido trapo de colores que flamea libre contra el cielo, y algunos llaman bandera.
Vive también en la mirada de ese niño de pies descalzos que espera junto a un camino polvoriento. Como hace más de doscientos años de soledad, simplemente espera…
La Patria vive en el canto de los chicos y las chicas de blanco, formando fila en el patio de la escuela o el colegio, mientras sus voces se quiebran en desafinadas estrofas: 
-“Ni opresores ni siervos alientan, donde reinan unión e igualdad…”.
Vive también en el eco de las risas, en los juegos de rebeldía que desafían los límites del sistema autoritario y dan rienda suelta a la imaginación creativa.
Patria de mi alegría y de mi duelo.
Trueno entre las hojas, puñado de tierra, isla sin mar.
Territorio del dolor y la esperanza, donde el aire todavía hiere los ojos de tanta belleza y transparencia.
Nación de historia inconmensurable escrita todo el tiempo sobre la arena.
Arpa desgranando trinos de campanas en medio de la selva.
Guarania que brota desde abajo del suelo y se alza libre como una paloma.
Desgarrada bandera rescatada por las manos de una mujer en medio de un campo de batalla.
Una pluma que se hunde hasta el mango en el papel y escribe con sangre una historia nueva.
¡Patria…!
La palabra rohayhu pintada en los muros de una plaza.
Ausencias que duelen.
Guitarra en blancas noches de luna y amistad bohemia.
Procesión de espectros en busca de la tierra sin mal.
Niños pervertidos, poetas olvidados, políticos mentirosos, mafiosos al acecho, jueces en oferta, burócratas corruptos, mujeres de quebracho.
¡Y esta terca esperanza que no se rinde…!

Andrés Colmán Gutiérrez

(Reescrito en mayo de 2015, a partir de una primera versión de mayo de 1995)

Hacia una sociedad más abierta e inclusiva

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Si no estoy errado, esta es la primera vez en que una persona decide “salir del closet” en el Paraguay y declarar públicamente su orientación sexual diferente desde una columna periodística dominical, en uno de los principales diarios y medios periodísticos del país: "Soy gay, esta es mi verdad".
Me complace mucho que esa persona sea un querido amigo y colega, compañero de tareas, con quien me ha tocado trabajar en varios equipos de reportajes e investigación periodística en estas últimas décadas, y que hoy forma parte del equipo de editorialistas y columnistas de ÚH, Radio Monumental y Telefuturo, además de ser uno de los informadores más ilustrados y expertos en temas de relaciones exteriores y política internacional.
Aunque en muchas cuestiones ideológicas nos hemos ubicado más de una vez en veredas distintas, considero a Adrián Cattivelli un tipo recto, solidario, ético, responsable, excelente profesional y mejor ser humano. Ahora, luego de su declaración pública del domingo, lo considero además un tipo valiente, capaz de enfrentarse a los prejuicios de una sociedad aun mayoritariamente conservadora y discriminadora, y de abrir caminos hacia un modelo de convivencia de mayor tolerancia e inclusión para quienes se sienten diferentes.
Además me complace mucho también la apertura editorial demostrada por ÚLTIMA HORA, este medio periodístico al cual estoy ligado profesionalmente desde hace más de tres décadas, al cual muchos consideran un diario conservador o con accionistas ligados a intereses de sectores religiosos tradicionales, que en teoría no admitirían una manifestación como la que Adrián expresó este domingo. Una vez más, ÚH hace gala de pluralismo y abre sus páginas para situarnos en el Paraguay del Siglo XXI. Felicito a la directora periodística, Miriam Morán, y a través de ella a todos los editores y directivos que han bancado la publicación de la columna de Adrián.
También me complace ver que la gran mayoría de los lectores y colegas han acogido con mucha madurez y solidaridad la confesión de Adrián. Fuera de unos pocos cavernícolas que prefieren insultar antes que debatir, ha predominado y predomina un espíritu de pleno apoyo, tolerancia, comprensión, apertura y respeto, lo cual es un alentador signo de que estamos evolucionando.
Tampoco es un detalle menor que la polémica creada en torno a una muy buena entrevista hecha en el Suplemento Escolar de ÚH al talentoso cineasta paraguayo Joaquin Baldwin, por haberse editado inicialmente una parte en la que él habla de su “esposo”, (haciendo explícita su condición de homosexual), haya sido superada con la nueva publicación del reportaje, esta vez sin cortes, este domingo, en la sección de Arte y Espectáculos: http://www.ultimahora.com/un-paraguayo-que-conquista-disney-n901021.html
Son señales de que –al menos desde el sector periodístico y un interesante sector de la sociedad- vamos superando prejuicios y avanzando hacia una sociedad más abierta e inclusiva (aunque haya quienes aún piensen lo contrario).

El día en que la dictadura intentó prohibir un acto con el Papa

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El Arbol de la Vida. Así fue el acto del Papa Juan Pablo II con los "constructores de la sociedad".

En mayo de 1988, el Gobierno de Stroessner decidió suspender unilateralmente el encuentro de Juan Pablo II con los "constructores de la sociedad", por "razones de seguridad". El Vaticano respondió que el Papa –quien ya se encontraba en Bolivia, a cinco días de llegar al Paraguay- podía dejar de venir ante la medida inconsulta. Esta es la historia de lo que sucedió.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Era el miércoles 11 de mayo de 1988. Karol Wojtyla, el papa Juan Pablo II, había acabado de visitar el Uruguay y se encontraba recorriendo Bolivia, para luego ir a Perú, a cinco días de pisar el Paraguay, la cuarta y última escala de esa histórica gira pastoral por Sudamérica, cuando estalló el escándalo: el Gobierno del dictador general Alfredo Stroessner acababa de suspender unilateralmente uno de los actos programados en  la agenda de la visita papal.
En una extensa nota enviada al Nuncio Apostólico, monseñor Giorgio Zur, los entonces ministros de Educación y Culto, Carlos Ortiz Ramírez, y de Relaciones Exteriores, Carlos Augusto Saldívar, comunicaban oficialmente "la decisión de suspender, por razones de seguridad, el acto denominado Encuentro con los constructores de la sociedad, programado para el martes 17, a las 20 horas, en el local del Consejo Nacional de Deportes".
En dicha comunicación, los representantes del Gobierno hablaban del "interés detectado en una minoría, de hacer de este encuentro la oportunidad de una provocación al Gobierno y se anticipa al propósito de violentar el ambiente y empañar la imagen de nuestro país", con "una seria desviación de los propósitos pastorales de la visita del Papa al Paraguay, mediante una serie de manipulaciones de todo orden, destinadas a darle a este encuentro efectos políticos de consecuencias imprevisibles".
Lo que preocupó a los jerarcas del régimen stronista es que el contenido del acto, cuya organización quedó a cargo del Equipo Nacional de Laicos, de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y de la Junta Arquidiocesana de Laicos, iba a tener un carácter mucho más crítico que los demás encuentros previstos con el Papa, ya que también estaban invitados dirigentes y representantes de organizaciones sociales y políticas que la dictadura consideraba "ilegales" o "irregulares", como los grupos campesinos, obreros y estudiantiles que se movilizaban por una democratización, o los partidos políticos congregados en el llamado Acuerdo Nacional.
El ministro de Educación, Carlos Ortiz Ramirez, explicó ese mismo día a la prensa: "Decidimos suspender el acto para nos prestarnos al juego de que nos abucheen a los miembros del Gobierno. Aquello podría generar en un acto de vandalismo para crear mártires".

Un escándalo internacional

La noticia de que el régimen stronista había decidido suspender unilateralmente un encuentro con el Papa alcanzó enseguida una gran resonancia, tanto a nivel local como internacional, ya que resultaba algo insólito, que hasta entonces nunca había sucedido, en ninguna otra gira papal, según los observadores.
"Es una grave ofensa al papa Juan Pablo II pretender suspender un acto del programa previamente aprobado por la Comisión Mixta (organizadora, compuesta por representantes del Gobierno y de la Iglesia Católica paraguaya) y por el Vaticano", declaró el entonces obispo de Misiones, monseñor Carlos Villalba.
En la misma mañana de ese miércoles 11 de mayo en que se conoció la noticia, se reunió de urgencia el Consejo Permanente de la CEP y, tras varias horas de deliberaciones, monseñor Jorge Livieres Banks, quien fungía de vocero, informó que los obispos no aceptaban la suspensión dispuesta unilateralmente por el régimen, y que iban a mantener el programa de la visita del Papa, tal como estaba previsto originalmente, aun en contra de la decisión gubernamental. 
"Para nosotros, para la Iglesia, es lamentable y de ninguna forma aceptable una decisión que altera ese programa, casi en vísperas de la realización de la visita", destacó Livieres Banks.
Al día siguiente, 12 de mayo, mientras el Papa seguía recorriendo  Bolivia, el vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, entregó en Sucre a los periodistas un escueto comunicado sobre la suspensión del acto por parte del régimen de Stroessner, en los siguientes términos: "Por ahora, debo manifestar claramente el estupor causado por una decisión sin precedentes en el ejercicio de la misión pastoral del Santo Padre".
Ya en una charla más informal con los comunicadores que acompañaban la gira papal, Navarro Valls  comentó: "Ni siquiera durante la visita del Papa a Chile, en abril del año pasado, el Gobierno chileno se atrevió a suprimir un acto multitudinario en Santiago, en el que se temía una serie de incidentes que luego acabaron produciéndose".
"Inaudito, insólito, tremendamente grave", eran los calificativos que empleaban los colaboradores del Papa sobre la medida dispuesta por el Gobierno stronista, según un reporte del periodista paraguayo Carlos Talavera, enviado especial de Última Hora y Radio Cáritas, quien viajaba en el avión de la gira papal.
En un artículo escrito desde Sucre, publicado por ÚH el 12 de mayo, Talavera daba cuenta que "los funcionarios de la comitiva papal dijeron que es la primera vez, en 37 giras que realiza el Papa, que un Gobierno cancela una reunión después de que el itinerario y el programa fueron públicamente anunciados".
El enviado de ÚH era aún más enfático: En el entorno papal "nadie acierta a explicarse las razones de una decisión tan drástica, cuya consecuencia más grave, no descartable, puede ser la suspensión de dicha visita".
Aunque oficialmente no se asumía esta opción, algunos obispos revelaron que ese fue el ultimátum que El Vaticano hizo llegar en privado a la Cancillería paraguaya: O el gobierno de Stroessner levantaba la prohibición unilateral y permitía que se realice el encuentro con los "constructores de la sociedad", o Juan Pablo II suspendía su visita al Paraguay, a pocas horas de su anunciada realización.
La noticia de la suspensión del acto por parte de la dictadura stronista, en la portada de Última Hora.

La más alta tensión Iglesia-Estado

La llegada del papa Juan Pablo II a tierra paraguaya estaba prevista para el lunes 16 de mayo, pero la fuerte tensión que se respiraba en el ambiente político, debido al elevado enfrentamiento entre la Iglesia y el Gobierno paraguayo hacía presagiar que la visita podía suspenderse.
En una sesión especial, la Junta de Gobierno del Partido Colorado respaldó la decisión del régimen stronista de prohibir el acto con los "constructores de la sociedad", invocando que había "una evidente manipulación, con fines políticos sectarios".
En Roma, el embajador paraguayo ante la Santa Sede, Aníbal Fernández, explicaba a la prensa internacional que la suspensión del acto obedecía a que existían grupos radicales que buscaban sabotear la visita de Juan Pablo II.
"Se trata de grupos que  manipulan en forma reprobable a un sector de la jerarquía eclesiástica y constituyen asociaciones políticas subversivas que, dada su impotencia electoral, buscan desde hace tiempo provocar la violencia y el desorden dentro del territorio paraguayo", aseguraba el embajador.
A nivel eclesial, los movimientos laicos y la Federación de Religiosos del Paraguay convocaban a una "cadena nacional de reflexión" para el sábado 14 de mayo, frente a la Catedral Metropolitana, para apoyar la decisión de los obispos de llevar a cabo el acto, "a pesar de la prohibición del Gobierno", en un abierto enfrentamiento con la dictadura.
Diversos grupos contestatarios asumían posturas ante el conflicto. En un pronunciamiento, la Federación de Estudiantes Universitarios del Paraguay (FEUP) acusaba de una "evidente manipulación por parte del Gobierno de la visita del Sumo Pontífice" y denunciaba "la intención del régimen de reprimir todo espacio de expresión del pueblo, a través de sus organizaciones".
Finalmente, el sábado 14 de mayo, el Gobierno dio marcha atrás y comunicó que el acto que había intentado prohibir, podía realizarse sin impedimentos.
"Se han resuelto todos los inconvenientes planteados por el Gobierno y el acto se realizará tal como estaba previsto y organizado, con el mismo contenido anunciado anteriormente e igual número de invitados", expresaba una declaración oficial de las organizaciones de laicos.
En otra nota cursada por el canciller Carlos Augusto Saldívar al nuncio apostólico Georgio Zur, se comunicaba también que "nada impide la realización del encuentro con los constructores de la sociedad".
 De ese modo, el Gobierno de Stroessner tuvo que borrar con el codo lo que había firmado previamente con la mano, y aceptar su derrota mediática, antes que arriesgarse al bochorno internacional de que el Papa decidiera suspender su visita.

3A pesar de la decisión gubernamental de prohibir el acto, la Iglesia decidió seguir con la programación sin cambios, desafiando a la dictadura.

Las sillas vacías en el Consejo de Deportes

El encuentro del papa Juan Pablo II  con los constructores de la sociedad se realizó tal como estaba previsto originalmente, en la noche del martes 17 de marzo de 1988, en el estadio del Consejo Nacional de Deportes.
El local, con capacidad para unas 5.000 personas, estuvo colmado de asistentes, pero en el frente quedaron cerca de dos centenares de sillas vacías, sin ocupar. Eran las que correspondían a autoridades del régimen stronista y del Partido Colorado, cuyos exponentes decidieron no asistir.
Los organizadores optaron por que no se ocupen dichas sillas, haciendo resaltar aún más la ausencia de los representantes de la dictadura.
Desde las 16, antes de la llegada del Papa, se desarrolló un festival artístico del que participaron principalmente los artistas del movimiento del Nuevo Cancionero Popular Paraguayo, que en su mayoría hacían canciones sociales o de protesta y eran considerados contestatarios al régimen, como los grupos Juglares, Sembrador, Gente en Camino, Vocal Dos, e intérpretes como Víctor Pato Brítez, Rafael Acosta Vallovera, entre otros.
Alrededor de las 18.30 se anunció la entrada de Juan Pablo II, quien llegaba desde la Misión Santa Teresita, en el Chaco paraguayo, donde había protagonizado un emotivo encuentro con pueblos indígenas. La multitud congregada en el CND lo recibió con un largo y emocionado aplauso.
Tras el inicio oficial del acto, el obispo de Concepción, monseñor Aníbal Maricevich, pronunció un breve discurso dando la bienvenida al Pontífice. La elección del prelado norteño como principal orador inicial fue uno de los detalles que más incomodó a la dictadura, ya que la misma se había opuesto a que el Papa visite Concepción, por considerarla una diócesis muy politizada y rebelde.
 En seguida, se desarrolló el momento más emotivo, con una alegoría artística denominada "El árbol de la vida". Consistía en un árbol seco, tallado en metal por el escultor Hugo Pistilli, ubicado a un costado del escenario, al cual sectores de la sociedad, interpretados por bailarines de ballet, iban rodeando entre danzas y juegos coreográficos, revistiéndolo con hojas y flores coloridas, hasta convertirlo en un árbol lleno de alegría.
La actriz Heddy González Frutos iba declamando un texto, con fondo de músicas entonadas por un coro, que convocaba simbólicamente a indígenas, campesinos, obreros, pobladores suburbanos, jóvenes, intelectuales, mientras el Papa observaba atentamente, sentado en el centro del escenario.
Decía la voz de la declamadora: "Convocamos a nuestros hermanos indígenas, los más pobres entre los pobres, los que sobreviven como sombras sobre la tierra que un día fuera de ellos, peregrinando en busca de la mítica tierra sin mal, una tierra en donde puedan desarrollar libremente, su propios mundo, su propia cultura, en sus propios espacios naturales..."
Mientras el coro entonaba la guarania Ñemity y los bailarines se movían en el escenario, González Frutos seguía: "Convocamos a los campesinos, a quienes muchas veces peregrinan  como extraños en su propia patria, privados del elemental derecho de una parcela de tierra en donde vivir y labrar el futuro de sus hijos... Ellos traen la ofrenda de su esfuerzo y el clamor de que la tierra sea el don que Dios ha entregado para todos, donde la semilla pueda germinar libre y abierta a un nuevo mañana...".
"Convocamos a los trabajadores, a quienes se les hace cada día más difícil tener un empleo que permita mantener a sus familias en condiciones de dignidad, organizarse con libertad para reclamar sus derechos. Ellos aportan su fuerza y su conciencia laboral, para revestir este árbol de la vida, para construir una nueva sociedad.
Mientras, el coro interpretaba el Canto de Esperanza del cantautor Carlos Noguera...
"Convocamos a nuestros jóvenes, la mejor esperanza de nuestra Iglesia, de nuestra Patria, a quienes son absoluta mayoría de población de este país, pero absoluta minoría en los niveles de participación social. Traen su vitalidad y su dinamismo, sus ideales de justicia y fraternidad, para que este árbol y esa sociedad se llenen de ritmo de colorido joven, de la frescura de una nuevas generación".
Finalmente, ante los cerrados aplausos de la multitud que se había puesto de pie, la voz de la declamadora explicaba: "¡Este es el árbol de la vida...! ¡Este es el símbolo  de la nueva sociedad que queremos construir, a partir de los signos de vida que hoy se expresan en medio de la muerte...! ¡Signos que se manifiestan en el extraordinario valor de la solidaridad y la impresionante capacidad de organización de nuestro pueblo! En la profunda fe que tenemos en el Dios de la Vida, en nuestra madre la Virgen de Caacupé, y en nuestro hermano San Roque González de Santacruz.  ¡En la obstinada esperanza que depositamos en nuestra Iglesia, en el hombre paraguayo, en la certeza de construir juntos la sociedad de libertad, justicia y fraternidad que todos anhelamos!".
La alegoría cerraba con los bailarines rodeando al árbol, ya totalmente cubierto de hojas y flores, mientras resonaban las últimas estrofas de la canción: "Los niños, el cielo más claro y azul, ¡Esa es la patria en que quiero vivir...!".
El grupo Sembrador actua en el acto con los Constructores, previo a la llegada del Papa.
 Juan Pablo II exhortó a instaurar la verdad

"El Papa quiere proclamar ante vosotros, constructores de la sociedad, la certeza de que la verdad debe ser la piedra fundamental, el cimiento sólido de todo el edificio social", dijo el Papa en su mensaje.
"A vosotros corresponde, no de modo exclusivo, pero sí en gran medida y con particular responsabilidad, hacer del entramado de las relaciones sociales, políticas y económicas, el ámbito de verdad en el que todos los miembros de la sociedad puedan encontrar su plenitud humana", insistió.
Como para que no hubiera duda de que apoyaba plenamente las luchas por la democratización, destacó: La vigencia simultánea y solidaria de valores como la paz, la libertad, la justicia y la participación, son requisitos esenciales para poder hablar de una auténtica sociedad democrática, basada en el libre consenso de los ciudadanos. No será posible, por tanto, hablar de verdadera libertad, y menos aún de democracia, donde no exista la participación real de todos los ciudadanos en poder tomar las grandes decisiones que afectan a la vida y al futuro de la nación".
Al término del acto, el Papa se acercó a saludar a los bailarines que habían protagonizado el cuestionado acto alegórico del Árbol de la Vida, y les dijo: "¡Felicitaciones por este hermoso acto! Me gustó mucho".
Las razones por las que los jerarcas del régimen habían intentado prohibir el encuentro se explicaría nueve meses después, cuando en febrero de 1989 un golpe militar encabezado por el general Andrés Rodríguez derrocó al dictador Alfredo Stroessner y se dio inicio a la transición democrática.
Varios observadores internacionales coincidieron en que la postura crítica del papa Juan Pablo II ante el régimen stronista, a raíz del conflicto en torno al acto de los "constructores", fue clave para decidir su abrupto final.

El encuentro con Francisco

Aunque no se llamará igual, el papa Francisco también tendrá su encuentro con los "constructores de la sociedad". Será el sábado 11 de julio, a las 16.30, en el estadio León Condou del Colegio San José, y en este caso se denomina oficialmente "Encuentro con representantes de la sociedad civil".
Será un momento de diálogo con distintos sectores sociales, en donde habrá momentos artísticos, como la actuación de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura y la presentación del Ballet Clásico y Moderno Municipal de Asunción con fragmentos de la obra Francesco, sobre la vida de San Francisco de Asís.
Aunque algunos mensajes críticos del Papa podrán incomodar a sectores de poder, esta vez no habrá conflictos con el Gobierno, que también busca sacar réditos políticos y de imagen de la visita. Habrá que ver cuánto lo puede lograr.

Carta de desamor en una noche de invierno

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Todo lo que no importa ahora (o sí) tuvo un comienzo bohemio, como esa noche de verano, en aquel pub cordillerano.
Yo estaba de vacaciones por tu ciudad y te invité a tomar un trago. Quizás solo quería conocerte mejor o explorar la posibilidad de una linda aventura casual, en la que no nos jugáramos ni lastimáramos el corazón… pero algo distinto pasó.
Quizás fue aquel mojito que no era mojito, el vértigo de mirarme en tus ojos, el encanto de haberme enamorado previamente de tus letras, la plática tan encantadora que fue surgiendo noche adentro, la pasión de aquel beso sorpresivo… lo cierto es que, con el correr de los días y contra todo pronóstico, fue naciendo entre los dos un romance que quería ser diferente.
El mundo era demasiado grande para que nos encontremos, y sin embargo ocurrió. Ambos veníamos de historias tan divergentes, con vivencias y edades –y quizás mundos- tan distantes, y nos mostrábamos iguales de escépticos con respecto al amor, pero allí estábamos, admitiendo que lo que de verdad queríamos era una relación en serio.
Para mí fue lindo, especial, maravilloso, re-descubrir tantas cosas perdidas, recuperar de alguna manera mi yo adolescente, sentir el cosquilleo de una historia nueva, que acaso podría desafiar al futuro, permanecer y proyectarse.
Por vos rompí mucho de mis códigos más clásicos. En esos meses inolvidables, quizás defraudé a otras personas que también mucho me querían –sé que a vos te pasó lo mismo-, me alejé de parte de mi propia historia y construí nuevas prácticas, me acerqué a territorios desconocidos. No me arrepiento de nada de eso y sé que también vos hiciste demasiados esfuerzos por aproximarte, por dejar atrás tus fantasmas, por superar tus miedos, todo lo que tanto valoro.
Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad”, entona el constante Charly García en alguna parte. Eso ya nadie lo podrá borrar.
No sabía que la primavera duraba un segundo”, canta mi querido Joaquín Sabina en alguna otra canción. De alguna manera yo lo sabía, pero quizás me negaba a aceptarlo. Quizás algo hicimos mal desde el principio, o quizás no. Quizás simplemente nos equivocamos en tomar en serio lo que no estaba destinado a serlo. O quizás no somos nomás luego el uno para la otra, pero sin embargo cometimos el error de creer que sí. En algún momento las muchas diferencias empezaron a pesar más que los buenos sentimientos, y a pesar de los sinceros esfuerzos, nuestra historia acaba de llegar a su fin.
Nada es para siempre. El amor es eterno mientras dura. Esas frases tan clichés que ambos odiamos, pero sin embargo cobran vida.
Hoy entiendo mucho mejor aquel relato tuyo –cuyo estilo imito ahora, a manera de homenaje-, que de alguna manera me abrió el camino hacia tu alma: El mundo es la cárcel en donde me permiten hacer una llamada de tres minutos dos veces al año, tal vez tres. Se me permite escribir cartas de dos líneas en tus cumpleaños, tal vez en Navidad también. Me prohíben escribir que te amo, dicen que cuando uno lo escribe de alguna manera escapa de esta prisión. Por eso solo puedo repetir las horribles frases que tanto odio: Feliz cumpleaños, feliz Navidad, buenos días. Es mejor que no decir nada”.
Quizás esta breve relación nos permitió escapar de ese horrible mundo vuelto cárcel. O al menos entender que sí es posible. Ahora quedamos cada uno enfrentados a nuestros respectivos destinos. Solos de nuevo frente a la inmensidad de la vida, doloridos y tristes por la ruptura, pero con la certeza de que lo que intentamos valió la pena.
Gracias, mi amor. 
Agradezco lo más lindo que hemos vivido, lo guardo todo y lo atesoro en el cofre de mis recuerdos más gratos, y trato de olvidar esos angustiosos momentos de peleas y discusiones, de malentendidos y silencios distantes. Ya sos parte esencial y entrañable de mi historia. Estoy herido pero firme, roto pero entero. Convencido de tener “más de cien palabras, más de cien motivos/ para no cortarnos de un tajo las venas / más de cien pupilas donde vernos vivos/ más de cien mentiras que valen la pena”.
Confío en que el tiempo ayudará a poner las cosas en su lugar, en que más temprano que tarde podamos sentarnos a la mesa de un café, a platicar y a reírnos sin heridas abiertas, como buenos amigos o como seres abiertos a alguna linda aventura en que ya no nos juguemos ni lastimemos el corazón.
Adiós, mi amor. 
Seguramente esta es la última vez en que te nombro así, aunque todavía lo sienta. Cierro esta historia, doy vuelta la página, porque quiero seguir viviendo y persiguiendo la felicidad. 
Soltero de nuevo, me digo como Sabina “que la vida no es un valle de lágrimas/ y salgo a la calle como un explorador/ vuelvo a tropezar con el pasado/ y me bebo en el bar de mis pecados/ otra copa de ron”.
Sé que de todo esto saldrá algo bueno, como alguna vez lo dijimos: al menos un par de buenas historias.

Andrés

P.D.: Casi lo olvido: Feliz Navidad.


Una "cáscara de banana" para el Papa

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Ahora que pasó el vendaval mediático de la visita del papa Francisco al Paraguay, ahora que se disipan un poco más las emociones y vuelve a instalarse de a poco la aparente normalidad de nuestra vida cotidiana, quedan muchos detalles que en su momento no pudimos resaltar, atrapados por el vértigo de la cobertura papal.
Como en todo gran acontecimiento, quedan imágenes maravillosas, pero entre ellas también otras que pueden resultar tristes, o lamentables, o indignantes, aunque probablemente no empañen el conjunto de los muchos logros.
Más allá del entusiasmo o del fervor religioso o humano que nos haya inspirado la figura del Pontífice, a quienes somos periodistas se nos pide tener siempre una mirada más crítica y profesional, que ayude a leer mejor los signos tras los hechos.
En ese sentido, hay una imagen que en especial nos indignó a quienes desde hace tiempo venimos reclamando justicia para los 17 periodistas asesinados hasta ahora (ver informe), y a los que reclamamos una actitud más firme de las instituciones del Estado -en especial de la Justicia-, ante los siniestros avances de la llamada “narcopolítica”.
Hablo de la escena que se vivió en la noche del viernes 10 de julio, cuando tras haber mantenido una reunión privada con el presidente de la República, Horacio Cartes, en el Palacio de López, el Papa fue conducido a los jardines para el acto público.
Fue en ese momento cuando, según la crónica de los reporteros presentes, Cartes detuvo la marcha y pidió al Papa que salude a la diputada colorada por Canindeyú, Cristina Villalba, quien recientemente había sufrido la pérdida de su hijo adolescente en un trágico accidente de tránsito en la zona de Ypejhú.
La foto de ese preciso momento en que el Papa consuela a la legisladora e incluso le acaricia el rostro, sin duda muestra el lado humano y caritativo del Santo Padre, lo cual es coherente con su personalidad.
Lamentablemente, esa imagen también tiene un sentido, un efecto y una interpretación política.
La diputada Cristina Villalba –con quien humanamente uno siente pena por la trágica muerte de su hijo- es también una de las figuras más cuestionadas de la llamada “rosca de la narcopolítica”, ese mismo sector al que, poco minutos después, Francisco estuvo fustigando en su primer discurso en Paraguay (“¡Que no haya más víctimas de la violencia, la corrupción o el narcotráfico!”).
¿Sabía el papa Francisco que la misma legisladora a quien estaba consolando, bautizada popularmente como “la madrina del Norte”, es una de las incluidas en el polémico informe de la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso Nacional, por sus conexiones con los narcotraficantes acusados del asesinato del periodista Pablo Medina, ese quemante documento que el Ministerio Público y la Justicia siguen ignorando olímpicamente? (Esto lo escribí sobre el tema en ÚH)
Obviamente, en la acción del presidente también había un gesto político: buscar reivindicar, a través del acercamiento con el Papa, a quien fue su amiga y gran aliada, su principal operadora política durante su campaña electoral en Canindeyú.
Esa foto del Papa consolando a Cristina tiene en realidad la intención de lograr un blanqueo político y mediático de la legisladora, y que en la práctica refuerza la valla de impunidad por la que hoy fiscales y jueces evitan investigarla a fondo, al igual que a sus aliados también acusados, como el actual gobernador de Canindeyu, Alfonso Noria (Lean lo que escribe Mengo).
De alguna manera, al Papa le pusieron una “cáscara de banana” en este tema. Y es igualmente lamentable que la Jerarquía eclesial paraguaya lo permita, que sus miembros no hayan alertado al Papa, o al menos que no marquen una postura crítica ante la grosera manipulación de la figura del Santo Padre.
Dirán que fue apenas un “detallecito” anecdótico dentro de lo que fue la visita de Francisco, pero ese detalle sí tiene un fuerte efecto en la política interna para quienes seguimos bregando por un Paraguay sin narcopolítica, sin más asesinatos violentos por la acción criminal de las mafias y de sus referentes políticos.
Por fortuna, los mensajes y otras acciones que nos dejó Francisco si animan a seguir luchando por ese ideal –y por el país que queremos dejarle a nuestros hijos-, a pesar de quienes desde el poder amparan a los corruptos y criminales, con el silencio o la complicidad de muchos referentes religiosos.

¿Quién dijo que el retablo de maíz va a desaparecer…?

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Recuerdo una anécdota que explica muy bien la idea que Koki Ruiz tiene acerca del arte.
Estábamos en el anfiteatro al aire libre de La Barraca, en Tañarandy, Misiones, hará unos 5 o 6 años atrás, con mi socio y compañero de andanzas periodísticas René González, una noche de Jueves Santo, asistiendo al ensayo y a la prueba de luces de los cuadros vivientes que se mostrarían al público a la noche siguiente, y René enloquecía por tomar fotos de cada maravilla que se iba revelando en cada fugaz encendido de luces: obras y cuadros de Da Vinci, Dalí, Gaudí, Miguel Angel… que cobraban vida de modo alucinante, representados por los jóvenes lugareños, en medio de deslumbrantes decorados.
A nuestro lado estaba Koki, dirigiendo todo, y René le pedía, por favor, maestro, que no apaguen tan rápido las luces, por favor esto, por favor aquello, mientras seguía disparando su cámara de modo frenético, hasta que en un momento, Koki lo mira, le toca el hombro, y le dice: 
-¿Sabés qué…? Me encantan tus fotos. Tomá todas las que quieras, pero me gustaría que en luego guardes tus cámaras por un instante y te pongas a contemplar las obras, porque esto no va a durar físicamente, es un arte fugaz, pero sí va a durar por siempre en tus emociones y en tu memoria….
René no se olvida de aquellas palabras de Koki, ni yo tampoco, porque encierran la clave de los 23 años de experiencia artístico-social-cultural en Tañarandy, y que ahora tuvo su expansión y su máximo apogeo con la construcción del Retablo de Maíz -o “Altar de Maíz” como lo llamaron originalmente-, para la misa del Papa Francisco en Ñu Guasu, una obra que despertó la admiración de todos, y fue alabado por enviados de grandes medios internacionales como The New York Times, The Washington Post, CNN, L’Osservatore Romano, entre otros.
Por eso, aunque este miércoles 15 de julio empiecen a desarmar el retablo –en contra del reclamo generalizado de la gente, que pide que se conserve al menos una semana más, o que se busque la forma de preservarlo y guardarlo en un museo- les digo que esta gran obra artística no va a desaparecer, porque va a permanecer por siempre en la memoria y en las emociones de todo un pueblo, que la hizo suya desde el momento en que se esbozó el primer dibujo o se recolectó el primer coco, o se cosechó la primera mazorca de maíz, o se arrancó desde alguna chacra la primera calabaza.

BARROCO EFÍMERO: EL ARTE QUE SE HACE CON LA GENTE.

Alguien le dijo una vez a Koki Ruiz: tu arte es un “barroco efímero”. 
A él le gustó la idea y se la quedó, bautizando así a su manera de concebir el arte social.
Se lo explicó hace algunas semanas al filósofo y periodista Juan Andrés Cardozo, cuando visitó durante la construcción del retablo en el taller El Molino, en San Ignacio: 
-Cualquiera puede ser un artista. La cuestión no pasa, sin embargo, por saber pintar o dibujar. Tampoco por una auto-consagración, ni el elogio del grupo filial, amical. La estética es socialmente vivida y realizada. El arte es la proyección del talento que nace de una concepción del mundo y adquiere una creatividad social. Esta poética social me ha llevado a trabajar para la re-presentación existencial de la realidad humana y transhistórica. Partiendo originariamente de un imaginario colectivo y de una práctica genuinamente social. En esta dimensión aparece la veracidad estética peculiarmente universal, cimentada en una acción y valoración públicas.
Es decir, el arte de Koki está estrechamente ligado a la participación de la gente y al proceso social que eso desencadena en una comunidad, como en este caso la pequeña aldea rural o compañía de Tañarandy, la que tiene su propia historia como “tierra de los irreductibles”.
Aunque Koki es un gran pintor y escultor, que a veces se encierra en su estudio a crear en solitario cuadros de gran valor estético -con cuyas ventas financia gran parte de la intervención artística en Tañarandy-, la mayor parte del tiempo está trabajando con los pintores populares, como lo hizo con el inolvidable Cecilio Thompson, que dejo su sello naif en todo Tañarandy, o con el siempre vigente Teodoro Meza, el del hiper-realismo en las paredes de la capilla local; o formando a nuevas generaciones de artistas, desde el inicial taller Felipe Santiago Apocatú a los actuales equipos de La Barraca y El Molino, de donde ha surgido toda una nueva generación de artistas, como sus hijas Macarena y Almudena, o la brillante Chely Thompson (hija del desaparecido Cecilio), o Ramonita Meza, hija del pintor popular Teodoro, quien junto a Macarena hizo los enormes cuadros con semillas de San Ignacio y  San Francisco para el retablo de Ñu Guasu.
Gran parte de los integrantes del mismo equipo de jóvenes y colaboradores de Tañarandy y San Ignacio, que cada año trabajan por el montaje de las puestas en escena para la Semana Santa, son los que trabajaron incansablemente junto a Koki para construir el retablo del maíz, haciendo una versión modificada y actualizada –y muchísimo mayor- de aquel primer Altar de Maíz que fue presentado hace más de un año, en la Semana Santa de 2014, en Tañarandy.
Son una veintena de hombres y mujeres, principalmente jóvenes, que pusieron talento, pasión y empeño incansable durante más de dos meses, para concluir la construcción del retablo por piezas en Misiones, trasladarlo a Ñu Guasu y terminar de montarlo un par de días antes de la llegada del Papa. 
En su mayoría trabajaron día y noche, bajo la lluvia y con el frío, quedaron engripados, pero nunca se rindieron: Muñe Rodríguez, Roberto Cardozo, Jesús Ortega, Rolando Corvalán, Derlis Romero, Ramona Meza, Dasy Galarza, Analía Thompson, Gloria Vázquez, Lourdes Medina, Norma Ortega, Fidel Ramírez, Samuel del Puerto, Mirna Bordón, Norberto Bordón, Julio Cardozo, Carlos Bogado, Antonio Rodríguez, Marcial León, Joel Oviedo, Edgar Maldonado y el comandante Koki.
Lo interesante es que nunca estuvieron solos o solas. Desde que se supo, primero toda la región de Misiones, y luego todo el Paraguay, se fueron sumando, en distintos niveles. Desde los productores campesinos que donaron el maíz y las calabazas, los que entraron a los campos, machete en mano, a cortar miles de racimos de cocos. Los que venían al taller del Molino a traerles comidas y refrescos, a ver si necesitaban algo, o simplemente darles aliento. Los que empezaron a escribir sus nombres en los cocos, hasta llenar los 200 mil. Los herreros, carpinteros, constructores. Los que pusieron los camiones y organizaron las caravanas. Y la gente que salió en forma masiva a la ruta, con banderas, pañuelos y fuegos artificiales a expresar su entusiasmo, el día en que se trasladó la obra hasta Ñu Guasu.
Pero la historia del retablo no empezó con el anuncio de la visita del Papa, sino mucho más atrás. Empezó hace 23 años, con aquella primera procesión entre los candiles encendidos, en los caminos de La Barraca, en la Semana Santa de 1992, cuando todavía muy poca gente sabía quién era Koki Ruiz, ni que existía un lugar en el mundo que se llama Tañarandy.
Me siento honrado de haber sido parte de esa historia casi desde sus inicios. De haberla podido contar en tantos reportajes para Última Hora y principalmente en el libro “Tañarandy: La revolución del arte”, que hicimos con texto mío y las fantásticas fotos de René González, en 2012. De ver como otros colegas y amigos, comunicadores y fotógrafos, se iban sumando a extender la leyenda de lo que estaba ocurriendo en esa pequeña comunidad.
En esta última etapa, me ha maravillado el trabajo –además del de René-, del querido Zenoura, y sobre todo el de Joel Oviedo, el gran fotógrafo misionero que tiene el más completo registro fotográfico de todo el proceso, y sé que se están preparando para hacer un aporte fundamental que ayude conservar en la memoria esta gran epopeya.
Me congratulo con Koki, gran amigo y maestro. Él nos contaba en el libro que su sueño de juventud era emigrar a París o Nueva York, donde estaban las vidrieras del arte, para dar a conocer su obra, pero cuando quedó atrapado por el embrujo de Tañarandy decidió quedarse allí, y tratar de ser profeta en su tierra. Hoy su arte –y el de su gente- ha encarnado definitivamente aquella frase célebre de León Tolstoi que habíamos rescatado en el libro: “Pinta tu aldea de blanco y serás universal”.
Y así como en otros puntos he cuestionado la utilización política de la figura del Papa por parte del presidente Horacio Cartes y su entorno, sin embargo aplaudo que él, y sectores de la Iglesia y del Gobierno, esta vez hayan apostado por rescatar y dar realce a la obra de Koki Ruiz. Es un gesto estatal que reivindica plenamente a un modo de concebir el arte y la cultura, que hasta ahora se ha mantenido al margen de lo oficial, o más allá de lo oficial.
Es una práctica de arte social que nació en Tañarandy, pero que hoy es de todo el Paraguay, ofrecido al mundo entero.
Sé que nada de esto cambiará la forma de ser y el modo de concebir el arte de Koki. Sé que seguirá creando arte y haciendo revolución con la gente, desde la gente, para la gente. Arte efímero, pero esencial. Y aunque el retablo de maíz ya no esté en Ñu Guasu desde este miércoles 15 de julio, no va a desaparecer. Seguirá estando en el mejor lugar donde se guardan las cosas que amamos: en nuestro corazón, y en nuestra memoria.
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Les dejo un par de enlaces a reportajes anteriores, por si quieren saber más sobre la historia de “la revolución del arte” en Tañarandy, y en particular sobre la historia del Altar del Maíz:



Las fotos que incluyo, algunas son mías, otras de René, de Zenoura y de Joel. Gracias a ellos por la gran amistad y la solidaridad compartida, siempre.  

Dos reflexiones sobre la violencia criminal

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Son dos artículos escritos y publicados en el diario Última Hora, en distintos momentos, pero que se complementan.
El primero se publica este sábado, 18 de julio, luego del asesinato -en dos atentados- de cinco policías, y en que una verdadera crisis de inseguridad se instala en el país, a pocos días de que se haya vivido una especie de éxtasis con la visita del Papa Francisco.
El segundo de ellos se publicó cuatro meses antes, tras el asesinato de tres peones en la Estancia Alegría. Una lectora lo rescató este sábado, vía Twitter.
Son dos reflexiones sobre una misma problemática: La espiral de violencia armada, junto a la amenaza de la narcopolítica, que nos va consumiendo. 
Peones o policías, gente humilde, gente del pueblo, cuyas vidas parecen no importar mucho.
Rápido se acabó la euforia de la visita papal. 
La cruda realidad está aquí, de nuevo. 
¿Qué hacemos, al respecto...?

La sangre de los policías caídos exige justicia digna

Por Andrés Colmán Gutiérrez– @andrescolman

El avión del papa Francisco apenas había despegado de territorio paraguayo, en la noche del domingo, cuando ya la ingrata noticia estallaba en las redacciones: En la zona de Ko'ê Pyahu, San Pedro, acababan de ser ejecutados a balazos los policías Adalberto Candia y Egidio Ramón Chávez, y la camioneta patrullera en que viajaban fue quemada por los atacantes, presumiblemente miembros del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La tregua ante la violencia criminal duró poco. La ciudadanía aún se hallaba en una especie de éxtasis colectivo tras la visita papal, cuando ya la muerte instalaba de nuevo su trágica realidad, la que intentó ser ignorada por las autoridades del Gobierno y por los referentes de la Iglesia Católica durante los actos con el Papa.
El grito colectivo de "¡Edelio! ¡Edelio!", con que la multitud clamó ante Francisco en el encuentro con la sociedad civil, encontró una respuesta confusa por parte del ilustre visitante: "Alguien me dijo, mire, fulano de tal está secuestrado por el Ejército, haga algo... Me lo dijeron cuando entraba, me lo dijeron acá, y que pidiera por no sé quién, no oí bien el apellido".
¿No hubo nadie cercano que le explique bien al Papa la situación del policía Edelio Morínigo, secuestrado desde hace más de un año por el EPP? ¿No hubo nadie capaz de contarle qué es el EPP, qué hace la Fuerza de Tarea Conjunta, qué es lo que pasa en el Norte, qué es lo que pasa en gran parte del Paraguay...?
Aun así, la respuesta del Papa resultó clave: "Para que haya una verdadera cultura en un pueblo, una cultura política y del bien común: Rápidos, juicios claros, juicios nítidos. Justicia digna".
Es lo que falta en el Paraguay. Allí tenemos el caso Curuguaty, o los casos de los 17 periodistas asesinados por el narcotráfico, o los casos de 115 líderes campesinos asesinados, según el Informe Chokokue. Sin olvidar el caso del Marzo Paraguayo, el caso Ycuá Bolaños, el caso Rosa Rodríguez, tantos casos, tantas muertes sin castigo, o con castigos a medias, tanta impunidad... ¿Rápidos juicios justos...? ¿Juicios nítidos...?
Este viernes, otro criminal atentado contra otra patrullera policial, esta vez en la zona de Yaguareté Forest, también en San Pedro, ha cobrado la vida de otros tres policías: Agustín Romero, Roque Salinas y Crispín Rojas. Ya son 18 los policías asesinados, presuntamente por el grupo armado.
Cómo ignorar el dolor y la indignación, la fuerte crítica a la incapacidad del Gobierno por detener la ola de violencia. La destitución del ministro del Interior es un reclamo lógico. Pero la cuestión de fondo sigue resonando con las palabras de Francisco: Rápidos, juicios claros, nítidos. Justicia digna.

(Publicado en la columna “Al otro lado del silencio”, sección Opinión, diario Última Hora, sábado 18 de julio de 2015).
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Aprender a vivir con un conflicto armado

Por Andrés Colmán Gutiérrez– Twitter:@andrescolman

Aunque muchos se resistan a admitirlo, hace rato que el Norte del Paraguay sufre una situación de conflicto armado, que genera víctimas y tiene efectos directos o colaterales no solo en los pobladores campesinos, sino también en los ganaderos y empresarios rurales, perjudicando a la economía regional.
El ajusticiamiento de tres peones de la estancia Alegría, en Tacuatí, crimen presuntamente cometido por miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), muestra los niveles de violencia desmedida a los que han llegado los integrantes del grupo armado, que insisten en presentarse como guerrilleros, aunque desde el Estado se los acusa de ser criminales terroristas.
De confirmarse la responsabilidad del EPP en el asesinato de los peones, se establece una vez más la grave contradicción de un grupo de hombres y mujeres que dicen alzarse en armas en defensa de los más pobres, pero que terminan asesinando impune y cobardemente a humildes obreros asalariados, por más de que estos hayan violado las "leyes revolucionarias", que mandan no realizar desmontes, ni cultivar transgénicos ni utilizar agrotóxicos, sin importar que solo cumplían con sus patrones en el duro oficio de ganarse la subsistencia.
Lo más terrible es que la muerte de los tres peones –Cipriano López, Eladio Pavón y Ramón Aguilar– no ha producido ninguna conmoción en la sociedad paraguaya. Aunque hayan merecido destaques informativos en los medios de prensa, esta vez no hubo indignación, ni actos públicos ni marchas de protesta ni misas solidarias, ni siquiera pronunciamientos, como en otros casos. ¿Será que acabamos acostumbrándonos a la violencia y a los asesinatos, como quien se acostumbra a ver caer la lluvia?
Es lo que les sucede a los pobladores del Norte. Ante la ineficacia del Estado en resolver el conflicto, se adaptan a la situación para sobrevivir: callan ante los abusos, se hacen cómplices, sufren en silencio y acaban justificando lo injustificable.
El Estado sigue perdiendo la guerra ante los grupos armados, como ante los grupos del narcotráfico. Y lo más preocupante: según las más recientes denuncias de los comisionados del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, los miembros de las Fuerzas de Tarea Conjunta cometen abusos y violaciones de derechos humanos contra la población civil.
Es el terrible escenario en que se está convirtiendo la región norte del Paraguay. Y si no nos involucramos activamente en la búsqueda de respuestas, acabaremos todos atrapados por el infernal círculo de la violencia.

(Publicado en la columna “Al otro lado del silencio”, sección Opinión, diario Última Hora, sábado 28 de marzo de 2015).


Chicas Nuevas 24 horas: La película que nos desnuda

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Mabel Lozano y su equipo, grabando en la zona de la Triple Frontera de Paraguay, Argentina y Brasil. 
La Policía española identificó a más de un millar de paraguayas como víctimas de tráfico y explotación sexual, pero aquí no se habla de eso. Una compatriota víctima de trata pudo ser salvada de una condena a muerte en China gracias a una campaña solidaria, pero seguimos sin abordar la cuestión de fondo: Nuestras niñas y mujeres –principalmente pobres y marginadas- siguen siendo “la materia prima” más codiciada para un oscuro negocio que mueve 32 mil millones de dólares al año. La excelente película documental Chicas Nuevas 24 horas, de Mabel Lozano, nos pone frente a ese espejo de verdad incómoda, frente a esa cruda realidad que pretendemos ignorar.

Por Andrés Colmán Gutiérrez 
@andrescolman

Sofía está allí, recostada contra la pared de un frío túnel, en  algún marginal punto de Madrid. Aunque su temblorosa voz todavía de niña imita el característico tono de hablar de los madrileños, es inevitable advertir detrás de ese barniz sonoro los ecos de su lengua guaraní, el acento campesino que trajo desde su Atyra natal.
Sofía es paraguaya y ahora tiene 17 años. Se fue a España cuando todavía era muy chica, una niña indefensa ilusionada en tener allá un trabajo digno y ayudar con el dinero a mantener a sus padres y a sus cinco hermanos más pequeños, pero el sueño se convirtió en dolorosa pesadilla: Sofía acabó encerrada en un sótano por su propia tía, la que le había ayudado a viajar, y que solo buscaba entregarla a una red mafiosa de prostitución y explotación sexual.
Sofía, en la película Chicas Nuevas 24 horas. 
La paraguaya Sofía es una de las principales víctimas de trata que ofrece su testimonio en la película documental Chicas Nuevas 24 horas, de la laureada cineasta española Mabel Lozano, que este miércoles 29 de julio se estrena en avant premiere en la sala del Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA).
Con mucha valentía y dignidad, Sofia ha aceptado dar la cara ante la cámara y relatar su historia sin maquillajes, aun sabiendo que eso pueda implicar que -según los antivalores de nuestra cultura popular paraguaya- ella quede estigmatizada por haber caído en las redes de la prostitución.
Como también ha aceptado dar su testimonio en la misma película otra valiente mujer compatriota que logró escapar de las redes de la mafia de trata paraguayo-española, Estela Santander, quien hoy está haciendo todo lo posible para llevar a juicio oral a los que la sometieron.


     El trailer de la película.

Una película valiente.

Una animada business speaker inicia una charla ante el auditorio de un lujoso salón: Describe un potencial negocio que mueve 32 mil millones de dólares al año, en donde la materia prima no se agota y siempre será codiciada.
Con esta peculiar forma de narrar, que parodia a las conferencias motivacionales del mundo empresarial, la cineasta Mabel Lozano nos introduce al submundo de la trata, mostrándonos la verdadera cara de un floreciente negocio que trafica con el dolor, con la necesidad, con los más bajos instintos del ser humano.
Rodaje en el Mercado 4 de Asunción.
De hecho, el principal ícono gráfico escogido por Mabel y su esquipo es el sello de un código de barras, con el que nos marcaron durante la presentación del proyecto en Paraguay, con la evidente intención de hacernos sentir en la piel lo que significa que el ser humano sea tratado como simple mercadería de un gran supermercado global.
La cámara de Rafa Roche (el director de fotografía del film) recorre las calles de pueblos y ciudades del Paraguay, Argentina, Perú, Colombia y España, mostrando lo que generalmente no vemos: el infame tráfico que se alimenta de las más indefensas, de la lacerante realidad de pobreza y marginación.
Esta es la tercera película documental de Mabel Lozano, que cierra su trilogía sobre la trata. Las anteriores, Voces contra la trata y Escúchame, abrieron el debate sobre un tema con el que muchos se horrorizan, pero son pocos los que están dispuestos a hacer algo para que esto cambie.

Una colaboración cercana.

Hace más de un año recibí un primer correo de Mabel Lozano, desde Madrid. Me contaba que había leído algunos reportajes investigativos míos sobre la trata de personas entre Paraguay y España, me habló del proyecto de su nueva película y me pidió ayudarla, incluso que aparezca en el filme.
Así empezó una colaboración cercana en el proyecto. Varios de mis reportajes se difundieron en la página web de Chicas Nuevas 24 horas, les ayudé con algunos contactos y finalmente me sumé al rodaje y la presentación en Paraguay.
Con Mabel Lozano y Rafa Roche, en Asunción.
El hecho de que la co-producción en nuestro país haya sido asumida por los chicos de Puatarará Films hizo aún más grata la experiencia. Con el equipo de Osvaldo Ortiz Faiman hemos trabajado además en el filme documental Desmontando Curuguaty, que él dirigió y del cual soy guionista.  
Empecé a involucrarme periodísticamente con el tema de la trata en 2003, con el caso de L. R., una chica de Independencia, Guairá, que logró escapar de una red mafiosa que la llevó con engaños a España, para obligarla a prostituirse. Ella pudo escapar de su encierro con la ayuda de un cliente y retornar al Paraguay, donde fue la primera en denunciar este oscuro negocio. Con la investigación que abrimos a partir de su caso pudimos hallar a varias otras víctimas y evidenciar los tentáculos de la operación criminal.
En 2008, a meses de haberme instalado en Ciudad del Este, al frente de la Redacción Regional de Última Hora en Alto Paraná, tuve otra perspectiva. Había leído en años anteriores unos estupendos reportes de mi colega y amigo Wilson Ferreira sobre la trata en la zona triple-fronteriza y con su asesoramiento iniciamos con la compañera Sofía Masi Verón una serie de reportajes investigativos, que publicamos a partir del 13 de enero de 2008, con el título Trata y explotación sexual de menores de edad en la Triple Frontera.
Nuestro primer reportaje, en 2008.
A través de la organización regional Ceapra, pudimos contactar con Graciela, una chica de 16 años de edad a la que habían llevado bajo engaños, con otras dos chicas menores, supuestamente para trabajar como mozas en un restaurant de Puerto Esperanza, Misiones, Argentina, pero acabaron encerradas como prisioneras en un galpón y fueron obligadas a prostituirse.
Rehicimos el camino que las tres chicas anduvieron hacia su propio infierno. Cruzamos en canoa el río Paraná desde la paraguaya localidad de Puerto Irala, a 70 kilómetros al Sur de Ciudad del Este, hasta la argentina Esperanza, en la misma canoa en que ellas fueron llevadas, sin pasar por ningún control, pagando solamente 5 pesos (en ese momento 7.500 guaraníes) por la travesía.
La serie de reportajes se publicó durante dos semanas, incluyendo testimonios de mujeres víctimas que habían sido llevadas a España, y tuvo mucha repercusión internacional. Varios equipos de televisión internacional como Infinito, TVE, Telecinco, nos contactaron y vinieron a realizar programas especiales.  
Estela Santander con Mabel Lozano, en Ciudad del Este,
En abril de 2010 publicamos el testimonio de Estela Santander, la valiente mujer que pudo huir de la misma red mafiosa, y que desde entonces está decidida a llevar a proceso judicial a sus tratantes, a pesar de los múltiples intentos en la Justicia alto paranaense porque no se realice el esperado juicio oral. Estela es otra de las protagonistas claves en la película de Mabel.

La situación sigue…

Desde entonces, la situación no ha variado mucho. Esta sigue siendo una de las regiones del mundo donde más se reclutan mujeres niñas, adolescentes y adultas, para el gran mercado internacional de la prostitución. Por la dura realidad de pobreza y de ignorancia en que viven miles de familias, pareciera que hay como un inmenso cartel globalizado, que dice: “Se venden niñas, tratar en Paraguay”.
La historia de Estela Santander. 
Aunque a nivel gubernamental local se ha incrementado mediáticamente la acción contra la trata, la situación no ha cambiado mucho. Hay mucha mentira e hipocresía. Se gastan millones en realizar congresos, seminarios, conferencias, estudios, encuestas, investigaciones, confeccionar y distribuir publicaciones, carpetas, folletos, afiches, cedés y devedés promocionales… que repiten lo mismo de siempre, pero casi nada se hace para atacar los puntos críticos de la frontera, por donde numerosas niñas y adolescentes mujeres paraguayas siguen siendo llevadas ilegalmente, para ser sometidas a una inhumana explotación sexual en los prostíbulos de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Perú, México, Estados Unidos y España, principalmente.
Hay esfuerzos heroicos y casi solitarios, como los de la fiscala Teresa Martínez, que son reconocidos en la película de Mabel. Pero sin recursos suficientes, sin verdadera voluntad política, la cuestión de fondo permanece inalterable.
Chicas Nuevas 24 horas, es una película que nos desnuda en la pantalla grande, permitiendo dar mucha más visibilidad al drama que aquí seguimos escondiendo bajo la alfombra. Porque en realidad el tráfico de niñas y mujeres con fines de explotación sexual está también muy vinculado a otras actividades del crimen organizado, como el narcotráfico, el contrabando, el tráfico de armas, el lavado de dinero y sus profundas ramificaciones en el poder político y en todos los poderes de nuestro Estado. Lo que ahora llamamos narcopolítica.
Por todo eso, hay que ver la película de Mabel Lozano.

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Les dejo algunos enlaces a los reportajes publicados:






Gratitud

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Gracias por cada gesto oportuno
por cada travesura cómplice
por tantas risas y sonrisas
por cada abrazo bálsamo
por los silencios que escuchan
por las lágrimas que redimen
por los mensajes en las redes
por las palabras que curan
por la magia que no se explica
por la solidaridad que nos une
por las copas que nos celebran
por los sueños que nos construyen...

(A mis amigos y amigas, en el Día de la Amistad).
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